Una vez que eso sucede, los familiares de la víctima tienen derecho a cobrar una indemnización por parte de la Aseguradora de Riesgos de Trabajo(ART). Hasta el momento, y según refrendó la Corte Suprema de Justicia en diez fallos laborales, los familiares o la propia víctima pueden recurrir también a la justicia Civil para reclamar por los daños y perjuicios ocasionados.

Eso es lo que se conoce como la doble vía. Y  lo que la presidenta Cristina Kirchner quiere modificar mediante un proyecto envíado a la Cámada de Diputados.

Con el proyecto, los empresarios están todos contentos. Hace años que vienen reclamando por ésto.  Los trabajadores tienen su beneficio: por un lado, se eliminan los acuerdos littis y se regulan los honorarios que los abogados le cobran (y que la mayoría de las veces son abusivos e incluso se pagan en negro) y por otro se aumentan de forma sustancial las indemnizaciones que se van a ajustar cada dos años en lugar de cada tres años, como sucede actualmente.

Según el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) José Ignacio De Mendiguren, que entreviste hoy en Delta,  «actualmente hay juicios por encima de los 2 mil millones de dólares, de los cuales el 30 por ciento de ese monto, unos 600 millones de dólares se van en gastos judiciales, peritos, etcétera. En el esquema que existía tal vez con un juicio un trabajador  fundía a una pequeña y mediana empresa que daba trabajo a 10 personas. Creo que se llegó a un acuerdo donde mejoramos la protección del trabajador, le damos previsibilidad a las pequeñas y medianas empresas», agregó.

Hay una doble vía. Hablar del negocio del drama de los accidentes o hablar de cómo evitarlos.