De una manera políticamente correcta, el creador del complejo de Nordelta, el conjunto de barrios cerrados más grande del país, el empresario filántropo Eduardo Constantini dejó clara su disconformidad con la nueva Ley de Hábitat, aprobada ayer por el Senado provincial. Dijo que «va a hacer todo lo posible por seguir construyendo» pero que la norma le resulta «demasiado onerosa».
La norma establece que por cada emprendimiento de countries el inversor debe donar el 10 por ciento de las tierras o su equivalente en dinero para la construcción de viviendas sociales.
Por un lado, dijo que hoy en Wake Up, Delta, está «de acuerdo con la ley en cuanto a la intencionalidad que tiene y con el hecho de constituir un fondo específico para financiar el acceso a la vivienda social».
Por otro, dijo que va a «hacer todo lo posible» por no frenar la construcción de barrios cerrados que sostiene a toda máquina desde hace 30 años.
«Lo que nosotros hacemos es que el ritmo nuestro de avance esté ligado al ritmo de la demanda. Vamos acompañando la demanda en un proceso de inversión que tiene 30 años. A veces hay más ventas y aceleramos la inversión y a veces hay menos ventas y la demoramos y creo que por lo menos en el margen va a haber una disminución de la demanda», explicó el empresario.
Además, dijo que en la provincia ya está vigente la Ley 9412 que ya establece un aporte del 10 por ciento de las tierras al municipio sólo que, a diferencia de la aprobada ayer, la norma no prevé el destino que le deben dar las comunas a esas tierras.
«Me parece demasiado oneroso el conjunto porque a su vez también se fija un impuesto sobre los baldíos que es casi un 90 por ciento. Eso no resulta equitativo porque las propiedades se dividen en propiedades con casas y con terrenos y en ese tipo de emprendimientos hay un proceso donde primero se construye el terreno y luego no inmediatamente las casas por un tema de ahorro de las familias».
Propuso que se graven con «un 3 o 4 por ciento a todas las propiedades en vez de en un 90 solamente a los terrenos. Como siempre saco el ejemplo, mismo dentro de Nordelta, hay casas que no tributarían ningún aumento del impuesto mientras que los terrenos tendrían que pagar el 90 por ciento, cuando precisamente muchas veces los terrenos siguen siendo terrenos y no casas porque las familias todavía no tienen el ahorro suficiente para construirse sus casas.”
El gobernador Scioli dijo a traves de su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, que se va a respetar la propiedad privada y que la clave va a estar en la reglamentación de la ley, en tanto que el diputado Francisco de Narváez dijo que si no se veta va a «ir a la justicia».
Otro quilombo.
