MarketPope: ¿Es Francisco el nuevo héroe del mercado?

Por: #BorderPeriodismo

Por Leila Sucari

 

John Lennon en la cama con Yoko Ono, Britney Spears en topless y Justin Timberlake posando con una remera mojada fueron algunas de las portadas más populares de la Rolling Stone. Desde su creación en 1967, la revista es el ícono del rock y la cultura popular. Pero, para sorpresa de muchos, en vez de fotos provocativas, este año su apuesta fue poner en la portada al representante de Dios en la Tierra, al papa Francisco con su impecable sotana blanca,  acompañado por la canción de Bob Dylan “The Times They Are A-Changin”.

El Papa argentino, lejos de la solemnidad del Vaticano, se trasformó en el hombre más buscado de google  (1,7 millones de consultas por mes), en la persona del año elegida por la revista Time, en la tapa de New Yorker, de la revista gay The Advocate, y en la cara de millones de remeras, pins, almohadones y posters de los católicos más fanáticos. Como si fuera poco, esta semana el mismo Vaticano compartió en su cuenta de Twitter la imagen de un graffiti donde aparece Francisco volando como un superhéroe. El Papa es hoy un rockstar divino: idolatrado y transformado en una caricatura simpática.

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Mark Binello, autor de la nota de la Rolling Stone, habló en InfobaeTV en su artículo sobre la “revolución moderada del Papa”. “Está haciendo un quiebre importante desde la tradición del Vaticano, encarando cuestiones políticas y presentando una actitud más inclusiva hacia los derechos humanos. En menos de un año desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco ha hecho mucho para distinguirse de los papas del pasado y establecerse como el papa del pueblo. Los tiempos están cambiando'», anuncia la revista. Pablo Tajer, creativo publicitario, dice: “La portada de la Rolling Stone es un ejemplo de marketing, quizás el mejor de los últimos años. ‘Tenemos que rejuvenecer la marca más antigua y anticuada del mundo’ debía decir el brief. Y el resultado es esa imagen”.  No es la primera vez que una figura de relevancia social y política pasa a formar parte de las vidrieras y de las tapas de revista. El mercado es la base de nuestro sistema y no hay quién esté libre de ser convertido en un producto de consumo. El ejemplo más extremo es el del Che Guevara: de ser un guerrillero revolucionario pasó a ser un souvenir, un objeto del mercado al alcance de la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Así, las ideas, los conflictos y las tensiones de poder quedan al margen, se banalizan. El mercado devora y despolitiza todo lo que toca. Lo único que importa es la imagen, da igual si está vacía de contenido. Yamile Daoud Fleing, Planner de la agencia de publicidad BBDO, dice: “El límite yace en el momento en el que el producto sobrepasa el mensaje. Cuando la camiseta con la cara del Che representa más una tendencia de moda que la liberación latinoamericana, se transforma al personaje en un objeto de merchandising”.

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Como dice la canción de Kevin Johansen: “Todos se compran la remerita del Che, sin saber quién fue, su nombre y su cara no paran de vender”. Lo mismo sucede hoy con el Papa Francisco. A través de fuertes estrategias de marketing y publicidad, se transforma al Pontífice en el empleado del mes del mundo entero. Cuestionar al Vaticano como Institución pasó de moda ahora que el Papa es una estrella del entretenimiento. Mauro Pallota, el artista italiano autor del graffiti que apareció en las calles de Roma, dijo que su objetivo era mostrarlo más humano y hacer hincapié en cómo “la humildad, la sencillez y la relación tan directa con el pueblo lo transforman en un superhéroe”. En la pintada se lo ve al Papa en la pose de Súperman, llevando en la mano izquierda su portafolio negro con la palabra “Valores” escrita en español y una bufanda de San Lorenzo. “La caricaturización del Papa representando a un superhéroe moderno -dice Fleing- refleja cuan poderoso es Francisco”, Los tiempos están cambiando, asegura la canción de Bob Dylan mientras Bergoglio bendice a un loro verde arriba de su papamóvil y miles de fieles festejan su gesto con risas, aplausos y fotos que no tardan en llegar de la Plaza San Pedro a las redes sociales del mundo entero. 

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