El regreso del hijo pródigo (a los mercados)

Por: #BorderPeriodismo

Una muletilla para explicar el crecimiento de la economía argentina a partir de 2003 fue «el viento de cola» que los precios de los commodities (principalmente la soja) soplaron sobre nuestro país. No nos detendremos aquí a desmenuzar esa afirmación. Pero sí vamos a decir que esos vientos están volviendo a soplar, esta vez sobre la ingeniería financiera de la Argentina.

Muy mal que les pese a los detractores del ministro de Economía, Axel Kicillof, el papel que el país viene jugando en el mercado internacional es visto desde afuera como altamente positivo. Por si hay algún distraído en la sala, no estamos hablando de los niveles de pobreza o de la redistribución del ingreso. Estamos hablando de la famosa vuelta al mercado, que ha dejado contentos hasta a los más liberales, mal que le pese a los defensores del «pensamiento nacional» como el recientemente nombrado Ricardo Forster.
La Argentina ha adoptado desde hace ya dos años una postura conciliadora con sus acreedores. Ha demostrado voluntad de pago y de negociación, porque lo cortés no quita lo valiente.
El acuerdo con el Club de París implica un pago de 9.000 millones de dólares, con plazos y cláusulas que dejaron conformes a los tenedores y al Gobierno. Se hizo, tal como lo explicó Kicillof, sin la intervención del Fondo Monetario Internacional, lo que no deja de ser una buena noticia.
Ese mismo FMI que ayer salió a defender la postura argentina en el juicio contra los holdouts, es decir los que acreedores que quedaron fuera de la reestructuración de la deuda por no aceptar los que sí aprobó la mayoría. Es sorprendente que no esté en la tapa de los principales diarios de hoy. Es el FMI, con quien la argentina tiene una larga relación de amor y odio, el que está apoyándonos contra los Fondos Buitre. Por supuesto, ya el Gobierno de los Estados Unidos ya había salido a respaldas la posición argentina, porque a nadie la conviene sentar un mal precedente en la reestructuración de deuda.
¿Tenemos vientos de cola o algo se hizo bien en la pata financiera? Bueno, que opinen los economistas, pero sin dudas la posición argentina es la más fuerte en mucho tiempo.
Y aquí entra entra en escena Juan Carlos Fabrega, presidente del Banco Central y, según los medios, «enemigo íntimo» del ministro de Economía según algunos columnistas. ¿Qué hay de cierto en esa afirmación? Sólo la diferencia ideológica, notoria es cierto, pero irrelevante a la hora de las decisiones. Tanto Fabrega como Kicillof comparten la idea del regreso a los mercados como la postura de las microdevaulaciones controladas por una fuerte política intervencionista del Estado en el Mercado de divisas. El dólar oficial difícilmente pegue otro salto tan brusco como el de principios de año, aunque muy probablemente termine cerca de un 10% más arriba para comienzo de 2015.
Eso es, al menos, lo que repiten los equipos del Central y de Economía en las reuniones más privadas. Claro está, la economía por más que suene contradictorio, es una ciencia exacta sujeta a la más volátil de las variables. Los humores del Mercado.
  Macri y un discurso que muestra sólo un costado de la economía
Suscribite a nuestro newsletter
* Recibirás emails de cada publicación semanal
Notas relacionadas
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Con tu suscripción al Newsletter de Border Periodismo recibirás emails de cada publicación semanal.
* Recibirás emails de cada publicación semanal