¿Qué le dijo Boudou al juez Lijo?

Por: #BorderPeriodismo

El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, prestó ayer declaración por 6 horas ante el juez Ariel Lijo y al salir de allí, hizo pública su declaración en su página de Facebook. Pueden ver el link aquí.

Pero qué cosas se pueden resaltar de una primer lectura de su declaratoria:

-Negó conocer a Vanderbroele, pese a que éste pagó sus expensas y gastos de servicios de su departamento cuando éste estaba alquilado. Dijo Boudou que es usual que él no se ocupe de esas cosas por las exigencias de la gestión y que algún socio suyo puede haber delegado esa tarea en un tercero. Igual resulta extraño que no conozca a alguien que tiene asignada una tarea tan personal y que además es el presidente de la empresa que maneja la única imprenta que emite billetes del país y una de las 14 del mundo.

-Sí dijo conocer a Nuñez Carmona, que pidió que se postergue su indagatoria -en principio convocada para hoy- y que se encuentra fuera del país. Es decir, el socio del vicepresidente en al menos dos empresas, citado a indagatoria por el juez está en el exterior esperando su turno para declarar mientras que el vicepresidente pidió adelantar su delcaración.

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-Dijo que Reinwick, el yerno de Nicolás Ciccone es dueño de Osaka junto con Barrionuevo (éste ya negó ese vínculo) y que por esa actividad nunca podría haberse visto forzado a acercarse al gobierno ante la desesperación de la familia CIccone por la deuda que los apremiaba. «Tal y como surge de sus declaraciones alardean de haber tratado con todos los goebiernos y políticos. Es cierto que imprimieron las entradas del mundial de 1978, es decir no tuvieron miedo de tratar con el gobierno militar genocida», agregó.

La defensa de Boudou resalta como irregular el hecho que Reinwick y los demás familiares de Ciccone hayan sido citados a declarar primero como testigos y luego como imputados. «No se puede ser víctima y socio del victimario», dijo la diputada Diana Conti para fundamentar el tema.

-Negó que haya influído a través de una recomendación en la decisión de la AFIP de reestructurar la deuda que estaba llevando a Ciccone a la quiebra. «Tuve nula participación en la decisión de ejecución fiscal ni del pedido de quiebra de Ciccone», expresó Boudou ante Lijo. Explicó que simplemente se remitió al dictamen que había emitido el Departamento Jurídico a la hora de tomar una decisión sobre la firma Ciccone: «las acciones relevantes de la AFIP fueron todas anteriores a mi única intervención».

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También, señaló al banquero Raúl Moneta como parte de los movimientos financieros dentro de la causa: «Ha movido decenas de millones de dólares en este expediente y sin embargo su accionar jamás mereció la atención». Sostuvo además que esta operación «formó parte de su mecánica habitual de negocios».

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El vicepresidente también señaló «sorpresa» porque el juez no citó a declarar al empresario Raúl Moneta que fue quien dijo haber invertido en el levantamiento de la quiebra de Ciccone. Claro, por su estado de salud, es imposible que se efectivice una citación judicial.
Hay, por supuesto, reespuestas a todas las imputaciones y el dato de color de el problema de scanner que sufrió ayer la declaración que por una hora no pudo ser leída como lo prometió el vicepresidente (la letra era tan infinitamente chica que no se entendía nada). Esto generó que el hashtag #EFECTOBOUDOU sea Trending Topic (TT) en el primer time de los canales de televisión hasta que por fin, el asunto se solucionó.

La situación procesal de Boudou es un hecho inédito en nuestro país, que encuentra algunos pocos ejemplos: el más cercano es el del español Narcís Serra, vice de Felipe González, quien dimitió en 1995 por un caso de espionaje ilegal, escándalo que amenazaba con llevarse puesto a todo el Gobierno. Más lejano en el tiempo encontramos a Spiro Agnew, vice de Richard Nixon en Estados Unidos, que fue destituido tras un juicio en 1973 por evasión fiscal y blanqueo de dinero, al mismo tiempo que su jefe era vapuleado por el escándalo conocido como Watergate.

Por el lado político en el congreso se podría sustanciar un pedido de juicio político aún sin el procesamiento pero eso es inviable porque la oposición no tiene los votos necesarios.
Es decir, el conflicto más serio que enfrenta el kirchnerismo en doce años se resolverá en la Justicia. Ya casi nadie cree que el futuro sea otro que un procesamiento.
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