Políticos en off side: El arte de estar en el lugar incorrecto, en el momento equivocado

Por: #BorderPeriodismo

Fotos complicadas, tweets poco felices, videos inoportunos…Por lo visto, la vida del político argento es un largo camino lleno de tecnología al acecho que los muestra en shorts mientras la provincia se ahoga o paseando en zunga mientras arde la ciudad. Aquí, algunos “accidentes” políticos que ardieron en las redes sociales…y  quemaron para siempre a sus protagonistas. Igual, tranquilos: esta gente viene modelada en teflón. 

Por Quena Strauss

Al menos en principio, y como se le dijo a la mujer del César, el tema no es sólo ser sino también parecer. Y la frase,  en tiempos de tele política, redes sociales y registro permanente de cuanta cosa se diga o haga en el lugar que sea, es doblemente válida en el caso de quienes tienen responsabilidades de gestión a su cargo. Así, que un intendente se tome un descanso no está mal…siempre y cuando no tenga el mal tino de hacerlo mientras su ciudad  se quema, se inunda o se estremece bajo un saqueo salvaje, una huelga policial o cualquier otra de esas lindas cosas a las que ya nos tiene acostumbrados este bendito país. Por eso, a continuación, cinco momentos políticamente incorrectos de los políticos. Porque si la política es, como se dice, “el arte de lo posible”, lo que definitivamente no es posible que ellos anden de parranda cada vez que las papas queman. Vos, ¿qué  opinás? Dale, contanos que aquí en Border queremos escucharte.

1-La inundación, vía Twitter

En abril del año pasado, cuando La Plata y Tolosa eran un clon de Amsterdam al sur de Puente de La Noria y los vecinos entraban en pánico (al igual que todos nosotros, viendo las imágenes), el intendente Pablo Bruera también estaba chapaleando  en el agua, sólo que una mucho más cálida y amable. Por esas horas se hallaba paseando por Brasil, de vacaciones. Lo que, dicho sea de paso, no hubiera pasado de ser una infeliz coincidencia de no haber existido un tweet que lo complicó todo. En él, se veía a Bruera repartiendo bidones de agua junto a dos docentes, en franca actitud “intendente serio que hace cosas”. “Desde anoche, recorriendo centros de evacuados”, decía el texto.  Pero cuando se comprobó que llegó a Buenos Aires un día después del temporal, el escándalo fue tan enorme que el tweet fue borrado,  un miembro de su equipo de comunicación, despedido, y además él tuvo que salir a dar un par de explicaciones que, la verdad sea dicha, nadie creyó. “Pero no renuncio, todo lo contrario”, aseguró Bruera. Manto piadoso, por favor…

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2- El apagón, desde La Angostura

Diciembre, tarde, calor. Y qué calor. Así, el 28 de diciembre del año pasado, gran parte de la ciudad de Buenos Aires se había convertido- como tantas otras veces- en la ciudad de la furia. ¿La razón? Al compás del aumento de las temperaturas y la sobrecarga del sistema energético, varios barrios se quedaron sin luz y los cortes se extendieron por días y horas, complicando  la vida de todos. Y, para no hacer mudanza en su costumbre, al jefe de gobierno,  Mauricio Macri,  el apagón y la furia cacerolera de los vecinos lo volvía a sorprender en náuticos y bermudas. En La Angostura, para ser más precisos, donde descansaba junto a su esposa y a su pequeña hija. Volvió , claro, pero no por mucho tiempo. ¿Lo peor de todo? Que vino, decretó la emergencia y….volvió a La Angostura. «A las 23, Macri arribó a Bariloche en avión privado pese a ‘crisis energética’, tweeteó, gastador, Aníbal Fernandez. Lo que quedó claro es que Macri sin dudas es un hombre que sí sabe cómo manejar el stress de la función pública.

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3- La inseguridad, desde Puerto Madero

Alguna vez delfín de Cristina, alguna vez lanzado a competir en la provincia en una carrera política que ya se sabía perdida de antemano,  Martín Insaurralde siempre se caracterizó por ser un hombre políticamente prolijo. Demasiado, tal vez. Así  las cosas, cuando llegó el tiempo de hacerse conocido no tuvo mejor idea que enamorarse de la modelo Jessica Cirio y comenzar a acumular millaje mediático nada menos que desde la pantalla de ShowMatch. Algo está claro: hoy es un candidato que cualquier vecina y potencial votante conoce….por ser el novio de la chica del Bailando. El tema es que, ay, tanta exposición nunca es gratuita y hace poco el político made in Lomas terminó mudándose a Puerto Madero “por el tema de la inseguridad”.  Sin palabras.

4- El temporal, jugando al fútbol

El asegura que fue una trampa maligna tendida por el massismo. Dice más: asegura que estaba al tanto de la maniobra pero que eligió no dejarse chantajear con un video incómodo como ése, que lo muestra en shorts y remera, en un gimnasio, rodeado de chicos que juegan al fútbol. ¿De quién hablamos? De Daniel Scioli, gobernador de la provincia que hoy tiene nada menos que 19 distritos bajo el agua, luego de las intensísimas lluvias de la semana pasada. Ustedes deciden. ¿Le creemos?

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5- El caos social, en el free shop

Iba a Panamá, a una reunión de mandatarios. Pero tuvo que volverse en Colombia, a mitad de camino, cuando se enteró de que su provincia –literalmente- se prendía fuego. ¿De quién hablamos? De José Manuel de la Sota, el hombre del peinado inmutable y el único político made in Córdoba con algo parecido a la proyección nacional. Por esos nefastos días, una insólita “huelga” policial operó como señal de largada para el saqueo a mansalva. Resultado: decenas de negocios saqueados, violencia, muertos y la protesta propagándose de manera alarmante. En medio de todo eso, una foto circuló por Internet. Mostraba al gobernador en zapatillas, con cara de preocupado por la debacle y…una bolsa verde de free-shop en la mano.  Sin palabras, bis.

6- Los saqueos, en un baile

En diciembre de 2010 volvió a estrenarse un clásico del verano local: los saqueos a tiendas y supermercados, sólo que a escala nacional, casi como en un homenaje al Bicentenario de la Patria. Como haya sido, y mientras la pantalla de algunos canales se partía en dos, de un lado se veían las corridas de gente en ojotas con carritos cargados como si hubiesen saqueado la fábrica de juguetes de Papá Noel, y del otro a la primera mandataria bailando al compás de El choque urbano. ¿Querían ficción? ¡Ahí tienen ficción!

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