¿Pacto de no agresión entre Massa y Scioli?

Por: #BorderPeriodismo

Hubo una charla secreta entre Scioli y Massa. Ambos irán por la Presidencia en 2015. El primero espera la decisión determinante de Cristina Kirchner. Al segundo lo apura el rebaño para que decida su candidato a gobernador. Avatares de un peronismo tornasolado en el territorio que define al país.

Por Javier Alvarez

Un llamado telefónico lo cambió todo. Daniel Scioli y Sergio Massa hablaron y cerraron un pacto de no agresión. Cada uno irá por su ruta hacia 2015, bien distantes, y cuando se torne inevitable la necesidad de uno sobre el otro, negociarán. Al menos, hasta la recta final de la campaña, en octubre.

La bisagra fue la ira en la que se montó Scioli cuando Massa le puso todas las trabas posibles para votar la ley de Policías Comunales, en julio. El gobernador se vio forzado a crear las nuevas fuerzas de seguridad por la vía de un decreto. Fue una batalla perdida en la Legislatura.

Gabriel Mariotto medió y lo intentó todo para alcanzar un consenso. Pero no era momento para el diálogo. El massismo estaba decidido a marcarle la cancha al sciolismo. El único que le preocupa a Massa es Scioli; subestima al macrismo y no considera al convulsionado Frente Amplio UNEN.

Y el sciolismo vio que el Frente Renovador había cruzado una línea y salió a frenarlo. Massa es el más ferviente contrincante del mandatario en la carrera a la presidencia. Todo el PJ, adepto y disidente, asegura que uno de ellos sucederá a Cristina Kirchner.

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Corría mediados de agosto. “Llamalo a Sergio y decile que me atienda”, ordenó Scioli, molesto, a uno de sus asesores. Hablaron. Cada uno puso sus condiciones. No se trató de un pacto, sino de un empate, un entendimiento de paz.

Desde entonces sólo hubo un par de cruces de críticas veladas. Algunas chicanas en septiembre sobre la experiencia de uno u otro para llegar al mal llamado sillón de Rivadavia. Pero nada sobre las cuestiones estructurales de la Provincia y el país. La campaña sucia quedó en suspenso.

Massa no descarta que Scioli y Cristina lleguen a un acuerdo de último minuto. “La jefa ya se decidió: el candidato natural es el gobernador”, aseguran los intendentes encolumnados detrás de Fernando Espinoza, en el PJ bonaerense. Si hasta el propio Máximo Kirchner le levantó el pulgar a Scioli, y, rápido, algunos salieron a posicionarlo como compañero de fórmula. Pero el elegido sería Axel Kicillof.

Nadie cree, no obstante, que la Presidenta saldrá a promocionar a Scioli. Quiere que vaya a internas simbólicas con Sergio Urribarri y Julián Domínguez. Florencio Randazzo es el hombre que, entienden en el PJ, irá a la provincia junto a Diego Bossio. Espinoza, con aspiraciones para suceder a Scioli, iría al gabinete del ex motonauta. Aunque, el kirchnerismo duro no se olvida de Mariotto: estima que Cristina puede optar por él.

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Y el ex intendente de Tigre, mientras, intenta contener la rebelión en su propia granja. Los intendentes del otrora G8 que dieron vida al Frente Renovador quieren que Massa defina su candidato a gobernador bonaerense. Y eso podría ocurrir en diciembre: la campaña se moverá fuerte en la Costa Atlántica durante el verano.

Darío Giustozzi ya inundó la provincia con carteles y su diálogo se resintió con el líder del Frente, pero lejos están de una ruptura. El reciente ataque del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, a los Galmarini, la familia política de Massa, fue un mensaje claro. “Estamos con vos, pero decidite”. Jesús Cariglino, otro de los que tiene pretensiones de ir a La Plata, espera paciente.

El problema de Massa es la nebulosa que generó Martín Insaurralde con su indecisión y filoso juego político. El de Tigre está esperando el salto. Considera el fuerte caudal de votos que arrastra el flamante esposo de la blonda Jessica Cirio. Y entiende que su pase sería una demoledora demostración de que el kirchnerismo está en caída libre. Y Scioli busca por todos los medios evitarlo.

Así, en ese contexto, llegaron sciolistas y massistas a la noche del jueves 13 de noviembre. El Senado aprobó los proyectos de Presupuesto 2015 y Ley Fiscal. Sciolistas y massistas trabajaron codo a codo los últimos 30 días. Discutieron punto por punto. Y cerraron. El gobernador ya tiene su presupuesto para el último año de gestión.

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Incluso el sciolismo aceptó quitar la pauta de endeudamiento externo por pedido del Frente Renovador, debido al complejo panorama internacional por el conflicto de la deuda argentina con los fondos buitre. Pero si Scioli logra una buena tasa en 2015, el massismo le aprobará la emisión de deuda.

Y la aprobación final del Presupuesto y la Ley Fiscal fue la que dio lugar al escándalo en la Legislatura. El senador por José C. Paz Mario Ishii salió a denunciar un pacto espurio, en el que hubo “Banelco, Link, Bapro todas juntas”. Incluso hubo huevazos y quejas de un grupo de militantes que irrumpió en el recinto. Ishii denunció un pacto entre los senadores del Frente y los oficialistas, pero los denunciados y los kirchneristas desestimaron la acusación.

El peronismo bonaerense está que arde. Nadie puede afirmar hoy quien ingresará con la banda a la Casa Rosada el 10 de diciembre de 2015. Lo único que sí todos aseguran es que el próximo presidente será de la ancha y agitada avenida del movimiento creado por Juan Perón.

 

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