De Oxford a Devoto por culpa de Miss Bikini

Por: María Julia Oliván @mjolivan

Fue condenado a cuatro años de cárcel por intentar sacar del país dos kilos de cocaína cuando fue detenido en el aeropuerto de Ezeiza. Podría ser una historia más de las que circulan en las prisiones de la nación, sin embargo no es una historia cualquiera. El narcotraficante se llama Paul Frampton, tiene 71 años y es un eminente científico inglés formado en Oxford que, según cuenta en un reciente libro, cayó en una trampa de los cárteles internacionales por amor.

Frampton, que se especializa en física de las partículas, fue detenido en enero de 2012 y hace unos meses recuperó la libertad debido a su buen comportamiento, que le permitió reducir la pena que cumplía en el penal de Villa Devoto. Al momento de su detención, Frampton daba clases en la universidad de Carolina del Norte, se había separado hacía unos años de su esposa y había empezado a chatear con una hermosa modelo checa llamada Denise Milani, de 32 años en ese entonces, y que había ganado el concurso Miss Bikini Mundial en 2007. En su libro “Tricked! The Story of an Internet Scam’” (¡Engañado! La historia de una estafa en Internet), que acaba de ser publicado, cuenta su historia y su vida como preso en las cárceles argentinas.

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El profesor intercambió cientos de conversaciones y mails con la modelo hasta que al fin decidió encontrarse con ella en Bolivia. “Estaba muy atraído por Denise -dice Frampton en una entrevista que dio al Daily Mail, de Inglaterra-. Obviamente es una mujer de un gran atractivo físico, pero también era muy interesante al chatear y estaba interesada en mi trabajo. Me dijo que estaba aburrida de los hombres jóvenes que la buscaban por su apariencia y que quería estar con alguien más maduro. Fui muy tonto al creer lo que leía. No puedo decir que era ‘amor’, ya que nunca nos encontramos en persona ni hablamos por teléfono. Pero yo creía que teníamos una genuina relación”. En realidad, la modelo ni siquiera estaba enterada de la existencia del científico ni de su amorío web. Frampton había caído en las redes de engaño de unos narcotraficantes latinoamericanos.

Al llegar a Bolivia, el científico recibió un mensaje de Denise Milani que decía que había tenido que abandonar súbitamente el país para regresar a Europa y le pedía que le llevara una valija que había olvidado a Bélgica, donde se encontrarían. Frampton lo pensó, pero decidió regresar a los Estados Unidos en un vuelo vía Buenos Aires. Antes de embarcar en la combinación los rayos X de la Policía de Seguridad Aeroportuaria argentina descubrieron los paquetes en los que llevaba dos kilos de cocaína y lo detuvieron. “Era surreal y confuso -recuerda Frampton-. Nunca entró en mi cabeza que esa valija podía contener algo ilegal”. El científico fue condenado a cuatro años de cárcel. “Los otros presos se reían de mí, no podían creer lo ingenuo que había sido. Pero yo venía de estar en una torre de marfil y no tenía idea de cómo los estafadores profesionales podían actuar”. Pasar de la academia a una cárcel argentina fue duro. “Había miles de cucarachas en las paredes y en el piso. Usábamos todos un agujero en el suelo como toilet y había sólo dos duchas para los ochenta presos de mi ala. Puedo decir que estuve cerca de morir y podría haber muerto si no me liberaban cuando lo hicieron. Hay mucha violencia. Vi cómo mataban a un hombre delante mío. Estaba conversando con un joven colombiano que acababa de llegar a prisión. Se decía que había matado a un policía. De pronto, mientras hablábamos, sacó un cuchillo de su remera y atacó a otro colombiano. Lo mató justo delante mío. Fue directo a su cuello, a la carótida y casi lo decapita. Había sangre por todos lados, el hombre cayó y murió instantáneamente. Yo estaba en shock. Nunca más vi al asesino”.

De vuelta en su hogar, Frampton dice que la prisión lo hizo: “más sabio, más empatético, menos arrogante, más simpático”.Conocí alguna buena gente y también otra gente cruel y despreciable. Soy mucho menos ingenuo ahora. Y nunca trataré de tener citas por internet otra vez”.

Frampton estuvo preso nueve meses hasta que se le concedió la prisión domiciliaria por problemas de salud. Fue liberado definitivamente en junio de 2014 y en el último enero arribó a Inglaterra, donde continúa sus estudios sobre fenomenología de las partículas y cosmología teórica.

  Tengo una amiga que se droga

 

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