Cumbre Massa-De la Sota: el FR tras un armado para reingresar a la escena política

Por: Pablo Sieira @psieira

Massa quiere frenar las presiones para que baje su candidatura presidencial haciendo acuerdo con José Manuel De La Sota y Adolfo Rodríguez Saá.

Decidido a desactivar las presiones para que baje sus aspiraciones a la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa dió un giro para reactivar su candidatura presidencial: se reunió esta mañana en el bar del Golf, frente a los bosques de Belgrano, con el cordobés José Manuel de la Sota para terminar de sellar un acuerdo electoral. Es parte del plan para contrarrestar la debilidad del Frente Renovador ante el crecimiento del PRO.

Borderperiodismo se comunicó con el propio Sergio Massa en la madrugada de hoy para chequear esta reunión y el candidato la negó contundententemente. Increíblemente la reunión se hizo tal como habían anticipado sus voceros, pero con un único testigo: su amigo Jorge Rial, que subió «en exclusiva» la foto en su cuenta de Twitter.

Fuentes cercanas a De La Sota aseguran que el gobernador no tiene previsto «para nada» ser vice del ex intendente. «De La Sota sólo analiza ir a internas y competir para ser el candidato de una coalición electoral, nada más».

Del lado de Massa, son más optimistas y sueñan con un acuerdo “por etapas”: primero buscarán coincidencias sobre programas de gobierno y luego evaluarán si compiten en las primarias dentro de un mismo frente para dirimir la candidatura presidencial o si conforman la fórmula Massa-De la Sota. Atrás parecen haber quedado los resquemores entre ambos que congelaron las conversaciones el año pasado.

En el Frente Renovador creen la unión con el gobernador cordobés puede sumarle a Massa votos de la zona centro del país. Son los puntos que necesitaría para alcanzar a Macri en las encuestas que, en las últimas semanas, le dieron más de un dolor de cabeza al tigrense. «Si De la Sota y Rodríguez Saá sacan 7 puntos que es un mínimo posible y nosotros sacamos 20 ahì tenemos los 27 puntos que nos ubicarían muy bien», especulan.

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Las encuestas, ese oráculo que desvela a políticos y empresarios del “círculo rojo”, muestran un escenario polarizado entre el Frente para la Victoria y el espacio (todavía sin bautizar) que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Los más interesados en que el tan mentado “fin de ciclo” no se postergue (algunos de ellos, empresarios que apoyaron el proyecto presidencial massista) creen que el trío de presidenciables Macri-Sanz-Carrió necesita un empujón y que el líder del Frente Renovador podría dárselo si acompaña desde Buenos Aires.

Para los massitas, al crecimiento del PRO se le sumó una «opereta que empezó hace tres semanas, con una encuesta que salió en Clarín”. A la movida se subieron “el Gobierno y el macrismo, con una operación de pinzas”, señaló el informante y explicó que lo que buscaban era dividirse los votos massistas: los de opositores duros, para Macri, y los de peronistas para el kirchnerismo pejotista que encarna Daniel Scioli.

En ese contexto, hubo comunicaciones entre el PRO y el Frente Renovador. Charlas entre emisarios y hasta alguna llamada telefónica con el altavoz encendido, en el que el propio Macri escuchó la reacción de Massa cuando le dieron el mensaje del alcalde de la ciudad. Macri: que juegue en la Provincia de Buenos Aires. En silencio Macri, que escuchaba los insultos de Massa se retiró del salón y dió por terminada la negociación.

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 Mientras tanto, el líder del Frente Renovador negaba las versiones en público y en privado pero igualmente se extendían y llegaban a oídos de dirigentes del peronismo opositor de fluido diálogo con el tigrense, que admitían que el rumor era fuerte. Incluso algunos caudillos provinciales aliados al Frente Renovado llegaron a deslizar que no irían pegados a la boleta “Massa Presidente”, porque no llegaría a imprimirse.

 Pero en el búnker del ex intendente de Tigre aseguran que “ya pasó lo peor” de “la opereta”. Creen que “se equivocaron en hacerla seis meses antes” de las elecciones. Quieren decir con esto que Massa todavía puede recuperar terreno y volver a posicionarse como opción presidencial. Quieren decir que por ahora, “no se baja nada”.

 En ese contexto se inscribe su acercamiento a De la Sota. El acuerdo empezó a pergeñarse hace más de un mes y se consolidó el martes pasado, en el encuentro que encabezó el senador Adolfo Rodríguez Saá en la sede porteña del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa. Rodríguez Saá acercó posiciones con De la Sota y ambos se comprometieron a trabajar “por la unidad peronismo”: un eufemismo para hablar de un frente electoral que los tenga como precandidatos presidenciales.

 Massa no participó de la reunión pero envió como representantes a su suegro, Fernando «Pato» Galmarini, y a los exgobernadores de Misiones y Entre Ríos Ramón Puerta y Jorge Busti. Los massistas se llevaron la invitación para el líder del Frente Renovador y dos días después, Massa se juntó con Rodríguez Saá en un acto de militantes peronistas en San Juan, donde juntos apoyaron al precandidato a gobernador Roberto Basualdo.

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 El próximo paso que dará Massa para retomar la iniciativa política será el 1 de mayo con un acto en el estadio del Club Vélez Sarsfield. “Ahí empieza la campaña fuerte”, aseguraron las fuentes massistas. Allí, el líder del Frente Renovador tratará de mostrar músculo político con el relanzamiento de su candidatura, consignas sobre seguridad y educación y críticas más directas hacia sus rivales.

El tigrense quiere poner fichas en todos los casilleros y por eso, no se descarta que en ese escenario lance un desafío abierto a Macri para competir en las PASO de agosto dentro de un amplio frente opositor y definir quién se queda con la postulación presidencial opositora. De  hecho, Rodríguez Saá tampoco ve con malos ojos esa posibilidad.

Si Massa  lanza ese desafío a Macri podría mover el avispero en la coalición PRO-UCR-CC. Y es que tanto Macri como Elisa Carrió lo rechazan como competidor en las primarias nacionales, pero Ernesto Sanz ya tuvo pedidos públicos de sus correligionarios radicales para incluirlo en la alianza como cuarto competidor por la candidatura presidencial.

Por ahora, la consigna massista es aguantar y volver a salir a la cancha el 1 de mayo. Todo lo demás, está por verse. En la política vernácula, un mes es un año entero.

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