Arde Gran Hermano 2015

Por: Leila Sucari @LeilaSucari

GH 2015 sube la apuesta: sexo, violencia, política, destrozos, desnudos, historias de violación y aborto. Ya no hay que esperar tres meses aburridos para tener acción y confidencias. El reality que lleva nueve ediciones en nuestro país supera su propio límite de exhibicionismo. ¿Qué tiene de nuevo este Gran Hermano que atrapa al público como la primera vez? Los puntos que lo hacen irresistible.

Por Leila Sucari (@leilasucari)

Me acuerdo de la primera edición de Gran Hermano: mientras se acercaba el estallido de la crisis del 2001, no había persona que no se dejara tentar por espiar la casa y ver qué hacían sus misteriosos integrantes. Era la primera vez que en Argentina se hacía el reality y la idea de ser un voyeur las 24 horas del día era un festín para la televisión, los sociólogos y nosotros, los chusmas por naturaleza. Gastón Trezeguet, Eleonora Gonzalez y Tamara Paganini eran las figuras estrella. Solita Silveyra se encargaba de relatar los secretos y encender el debate sobre la “Vida real”. ¡Adelante mis valientes!, decía emocionada en cada transmisión.

Hace catorce años un inocente masaje entre dos participantes, la confesión de Trezeguet sobre su bisexualidad y una teta escapándose de la bikini eran disparadores de rating, motivo de polémica en los debates y de euforia en los espectadores. En ese momento, tener sexo frente a las cámaras, bañarse sin taparrabo, discutir sobre política y tomar alcohol hasta quedar de la cabeza era algo impensado. Había que conformarse con una copita y ser un espectador paciente: para conocer las intimidades de los “hermanitos” y ver un poco de discreto chichoneo bajo las sábanas no quedaba otra que esperar. Hoy todo cambió y los participantes desnudan cuerpo y alma, incluso antes de atravesar la famosa puerta. Los chicos tiraron la carne al asador desde el primer día. ¿Qué condimentos tiene este GH que atrae tanto? Historias desgarradoras, golpes bajos, una cuota de sexo sin tapujos, descontrol y cuerpos aceitados hacen que el reality no pase de moda. Te contamos cuáles son los ingredientes claves que conforman la receta del éxito.

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Sexo: Esta edición se puso hot en tiempo récord. A sólo 28 horas de ingresar a la casa, Marian Farjat –quien no tuvo ningún inconveniente en mostrarse desnuda desde el primer día frente a las cámaras– y Nicolás Conte se revolcaron de lo lindo mientras el resto de los chicos recién empezaba a entrar en confianza. Marian confesó que el boxeador venía “muy bien dotado” y dijo “esto recién empieza”, por lo que se espera que la temperatura dentro de la casa se ponga cada vez más caliente.

Aborto: Nadia Terazzollo entró a GH contando una historia un tanto inverosímil que no por eso dejó de llamar la atención. Dijo que cuando tenía 19 años quedó embarazada y su ex pareja –un señor casado– no quiso hacerse cargo y la obligó –engaño de por medio– a hacerse un aborto. «Me convenció para viajar”, contó la rubia. “Paramos en Bolívar para tomar algo y me desperté en Mar del Plata con gasas y algodón. Había abortado».

Violación: El caso de la participante Camila Cortese conmocionó afuera y adentro de la casa. Cuando tenía 15 años, un hombre las violó a ella y a su hermana gemela en la estación de trenes de Haedo. Hoy, doce años después, Camila dice que eligió entrar a la casa para generar conciencia. “Quiero contar mi historia, que las chicas se sientan identificadas conmigo y poder ayudarlas».

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Suicidio e intento de suicidio: Eloy es uno de los sex simbols de la casa: carilindo, fotogénico, fiestero y estrella de las redes sociales. Sin embargo, detrás de esos ojos azules y de su sonrisa compradora de babyface, se esconde una historia con problemas de autoestima, crisis de personalidad e intento de suicidio. También Valeria, la chica trans de la casa, habló del tema, su papá era maníaco depresivo y bipolar, y tuvo un final trágico: se quitó la vida.

Virginidad: Como no podía ser de otra manera, la virginidad no podía faltar. Sólo que esta vez, en vez de ser una chica “santita e inmaculada”, el que nunca tuvo sexo es un varón. Matías Schrank tiene 19 años y es oriundo de Misiones. “Para la primera vez estoy esperando a la chica ideal. La gente me tiene que elegir porque voy a ser el romántico de la casa”, aseguró y Marian –la participante hot de la casa– retrucó: “¡Me gustan los vírgenes! Me gusta tener el poder”.

Abandono, robos, violencia familiar y discapacidad: Brian contó en el casting que quería entrar a la casa para ayudar a su mamá. Dijo que el padre los abandonó a él, a sus hermanos –entre ellos un chico cuadripléjico– y a su madre, y que, antes de dejarlos, el hombre los golpeaba y los obligaba a robar.

Transexualidad: Valeria Licciardi contó que nació varón y que después de un largo camino de lucha consiguió ser lo que quería: una mujer. “No oculto quién soy”, dijo. “El desafío de entrar a la casa es mostrarme”.

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Violencia y borrachera: Romina y Mariano discutieron, se agredieron y casi terminan a las piñas. Al día siguiente, Romina volvió a ser protagonista de una pelea, esta vez con Nicolás, a quien le tiró cerveza en la cama. Mientras, en plena fiesta, tiraron abajo la puerta del confesionario para pedir más alcohol y Camila se cayó y se lastimó la rodilla.

Política: Es año de elecciones y la casa no resulta indiferente. Uno de los tópicos del último sábado a la noche fue “¿Qué harías si fueras presidente?”. Los chicos tenían que dar sus propuestas y debatir en la mesa redonda. Valeria, la más comprometida, sorprendió con un discurso inclusivo donde habló de educación, violencia de género, ecología y sobre la necesidad de conocerse a uno mismo y aceptar al otro. También, al igual que Camila Cortese, criticó al macrismo. Del “otro lado” estuvieron Matías Schrank, antikirchnerista declarado y afín al macrismo, y Romina Malaspina, promotora de Sergio Massa y defensora de la mano dura y de la pena de muerte.

El reality dentro del reality: Las peleas y la polémica no sólo existen dentro de la casa. Esta semana explotó la guerra entre Victoria Vanucci y Sofía Gala. Todo comenzó en medio del debate sobre la transexualidad de Valeria: mientras Sofía demostró tener una fuerte posición política a favor de la Ley de identidad de género, Vanucci dijo no estar de acuerdo. En medio de la discusión Victoria se levantó y se fue del programa. Al día siguiente mandó a retirar su preciado sillón, pero después lo trajo de vuelta y ahora dice que volverá al debate de GH. La tensión no deja de crecer entre los panelistas.

 

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