¿Por qué el sexo sigue siendo un tabú en las escuelas?

Por: Natalia Gelós @nataliagelos

La educación sexual se debe dar desde el jardín hasta la secundaria. Hay una ley que eso dice pero la aplicación de esos contenidos es despareja en el país. Tabúes, silencios y un mundo de preguntas que tienen niños y jóvenes y que todavía los adultos tratan de esquivar.

Por Natalia Gelós (@nataliagelos)

“Mi novia es virgen, no tenemos relaciones por motivos religiosos pero hay un juego donde nos tocamos ¿hay posibilidad de embarazo?”, pregunta un chico de 19 años. “Yo quiero saber qué es un orgasmo”, pregunta una chica de 13. “En el sexo oral ¿se puede quedar embarazada?”, pregunta otra, de 16. Son las llamadas que recibe la línea de Salud Sexual 0800 222 3444, que da información sobre el tema en el país. “Atención personalizada, no crítica ni prejuiciosa, respetando creencias, valores, miedos, ansiedades”, dice la página del programa. Eso que los chicos se animan a preguntar a través del teléfono es lo que muchas veces no se puede preguntar en casa y, aunque la ley 26150 de Educación Sexual Integral (ESI) así lo dice, tampoco se puede plantear en el aula.

Se debe enseñar educación sexual desde el jardín hasta la secundaria. Claro que adaptado a las necesidades y capacidades de cada edad. Los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos. Así lo reconoce la ONU, y así lo dice la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) del 2008. No importa si la escuela es laica o religiosa. No importa si el docente está o no de acuerdo con que se hable del tema.

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Unicef hizo un estudio en Argentina para ver qué pensaban los adolescentes de entre 14 y 17 años. Ahí se confirmó la importancia de la ESI. Los chicos esperan que funcione la ley, porque en las casas siguen primando un parche blanco sobre el tema. Un sólo ejemplo para ver hasta qué punto sigue infranqueable este tabú: hace unos años, en una escuela del conurbano, un chico llevó a su casa un blíster con anticonceptivos. Los padres fueron enfurecidos al colegio a quejarse por eso y los medios soplaron para que el fuego se hiciera más grande. Finalmente, hubo un repliegue del proyecto. Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), dice: “Esto se difundió en los medios y a partir de ese momento en la Provincia de esto no se habla. Se suspendieron las capacitaciones y no se imparte salvo casos aislados de docentes que por propia iniciativa hacen algo. Aclaremos, esto no coincide con lo que  los chicos y chicas piden; ellos quieren esta educación  pero las escuelas miran para otro lado para no tener problemas.”

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Ellos tienen más preguntas. Algo más que el grafiquito de un pene, los testículos, una vagina, los ovarios. El informe de Unicef que se hizo en Corrientes, Jujuy y Buenos Aires, dice que muchas veces la educación sexual se reduce a cuestiones anatómicas ¿Cómo lograr que una docente se pare, por ejemplo, frente a un grupo de adolescentes y hable de trata, de homosexualidad, de violencia sexual? ¿Puede? ¿Dónde deja sus propios prejuicios, sus tabúes, sus pudores? Hay que trabajar en eso, y desde el Programa de ESI que depende del Ministerio de Educación lo notaron, y pusieron el énfasis en la formación docente. Porque los chicos tienen preguntas, pero no salen si frente a ellos sólo encuentran un bloque de silencio.

El placer sexual, la discriminación y la homosexualidad, el abuso y la violencia son temas que diferentes especialistas señalan como imprescindibles. Tanto en el informe de Unicef como desde FEIM ubican en la Educación Sexual Integral la clave para disminuir embarazos no planificados, abortos e infecciones de transmisión sexual”. Según los datos del FEIM, el 15% de los partos del país son de madres adolescentes o niñas. Unicef en mayo del 2014 reforzó la alerta: los embarazos adolescentes son cada vez más, y no sólo eso: “En el año 2011, 107 niñas entre 10 y 14 años fueron madres por segunda vez y 20, por tercera vez”. La educación, la información, la asistencia, señalan, son cruciales para cambiar esta situación. En el primer Encuentro Nacional de Experiencias de Educación Sexual que se hizo en diciembre se compartieron experiencias sobre el tema y se resaltó la necesidad de niños y jóvenes por encontrar un espacio para hablar del tema sin tapujos. La llave la tienen los adultos.

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