Denuncian amenazas contra trabajadores y beneficiarios de planes para votar a la lista de Zamora. Agresiones y amenazas a la oposición.

Una campaña sucia con aprietes, amenazas, listas negras y agresiones se vive en Santiago del Estero, una de las provincias con los peores índices sociales y regida desde el senado por Gerardo Zamora, cuya esposa Claudia Ledesma ocupa la gobernación. Así se puede constatar mediante los testimonios de trabajadores de la administración pública y beneficiarios de los planes sociales que denuncian ser instigados a que participen de la campaña -y con un método piramidal perverso- para ganar votos para el oficialismo bajo pena de recibir sanciones o dejar de recibir la asistencia social, si se negaran. A esto se suma la persecución a la oposición. La provincia gobernada por el kirchnerismo parece haber regresado a las esplendorosas épocas del clan Juárez en el poder.

“Las personas de los planes o los policías que no participen de estas elecciones, de las reuniones o repartan votos, les van a quitar los puestos de trabajo -dice a Border una de las personas de los planes de asistencia social que asistió a una reunión compelida por funcionarios del gobierno-. Fui a la reunión en un local del Frente Cívico, había entre cincuenta a setenta personas. Nos decían que el senador Zamora estaba molesto porque por todo lo que nos había dado y si no participábamos en las elecciones, nos iba a quitar todo lo que había dado. A la gente no le queda otra que aceptar, si no de qué va a vivir después”.

Nota en repartición pública. (Gentileza: Agencia de Medios Independientes de Santiago del Estero)

El testimonio se suma a una larga lista que circula en las redes sociales santiagueñas y que provocó que la oposición al zamorismo reaccionara ante el estado de las cosas. «En nuestra provincia la mayoría de los empleados trabaja en la administración pública o son beneficiarios de planes sociales – explica el candidato a diputado Rodrigo Posse, del PRO-. A la mayoría les llegó la notificación de que debían participar de reuniones en locales del Frente Cívico para diseñar su participación en la campaña del Frente Cívico de Zamora. Repudiamos enérgicamente este tipo de aprietes que intenta llevar a la gente otra vez al tiempo del caudillo Juárez». El automóvil de Posse, una camioneta Chevrolet Blazer ploteada con las insignias del PRO, fue atacada y sus vidrios rotos mientras el candidato se encontraba en un pub de la capital santiagueña el sábado. «Fue apedreada por dos hombres en motocicleta en el estacionamiento del pub y cuando el personal de seguridad se acercó, les mostraron armas y les gritaron que me dijera: ‘Esta provincia es de Zamora'», cuenta Posse.

«Hay una política sistemática de la fuerza que dirige el senador Gerardo Zamora que se traduce en que los trabajadores contratados del Estado, que son la mayoría, sean amenazados con la no renovación de los contratos si no se suman a la campaña oficialista. Lo mismo pasa con los beneficiarios de planes sociales, a quienes se amenaza con quitárselos -señala el candidato a diputado por el Frente de Izquierda Maximiliano Jozami-. A cada persona de los planes se le otorga una planilla con los nombres de las personas que votan en su misma mesa electoral. En ese listado se les marca quiénes reciben planes sociales y les exigen que les pidan el voto a cambio de la permanencia del beneficio social. Es un sistema perverso». Ante la situación, la diputada del Frente de Izquierda Andrea Ruíz Jiménez y Jozami realizaron un spot que conmocionó a Santiago denunciando los aprietes.

El viernes por la noche un grupo de ocho jóvenes del Frente de Izquierda estaba realizando una pintada a favor de sus candidatos cuando cinco patrulleros los rodearon y detuvieron. Se hicieron presentes la diputada provincial Andrea Ruíz Jiménez junto a Jozami, y allí un les dieron la explicación para la detención de los militantes: «El subcomisario Cantero nos informó que existía una orden del comisario mayor Córdoba de que no debía dejar realizar ninguna actividad al Partido Obrero», explica Jozami. «Hay temor porque el gobierno viene de resultados altísimos, en la última elección logró el 84% de los votos, sin embargo las mediciones que circulan señalan que tendrá una notable merma y están apelando a una gran presión inédita para que la gente los vote por obligación. De todas maneras, este es un síntoma también del deterioro del gobierno».

Cuando Gerardo Zamora asumió se mostró a sí mismo como la superación del juarismo. Sin embargo, recicló a la plana policial del Estado represivo juarista, consolidó una alianza de negocios con el grupo Ick y expandió la frontera agrosojera. Luego, quiso eternizarse en el poder, pero la Corte Suprema se lo impidió, por lo tanto designó a su esposa Claudia Ledesma -sin militancia previa conocida- como candidata a la gobernación, que ganó. Hoy apela a los aprietes para lograr una base adicta. En Santiago del Estero hay un pasado que no cesa de hacerse muy presente.