La «operación» contra Aníbal: entramado y susurros de una movida enmarcada en la interna peronista

Por: Pablo Sieira @psieira

Se habla de «operación». Fernández le apunta a Domínguez pero nadie habla de las suspicacias en el interior del peronismo. Interrogantes sobre la llave que le abrió la cárcel a Lanata y la ausencia del fútbol. La interna hervida.

Las acusaciones contra Aníbal Fernández son el broche de oro de una interna que fue levantando temperatura de a poco y que terminó de hervir con la respuesta del jefe de Gabinete, que responsabilizó a su rival en las PASO, Julián Domínguez, por la “operación” en su contra. Sin embargo, la trama de la movida contra el histórico funcionario, canalizada a través del programa Periodismo Para Todos, parece ser más profunda y con varias ramificaciones.

Fueron Martín Lanatta, condenado a 20 años de prisión como partícipe necesario del triple crimen de General Rodríguez, y José Luis Salerno, exsocio de Damián Ferrón (uno de los tres muertos) en el negocio farmacéutico, quienes vincularon a Fernández con ese triple homicidio y con el tráfico de efedrina. Y lo hicieron en el programa de Jorge Lanata, enemigo jurado del kirchnerismo, con lo cual era esperable que el jefe de Gabinete y precandidato a gobernador bonaerense denunciara una “operación” en su contra. Pero lo menos pensado es que vincularía a Domínguez con la supusta maniobra.

Así, la interna bonaerense recrudeció demasiado para el gusto de Daniel Scioli, que decidió correrse para no quedar en el fuego cruzado. Por eso faltó al cierre de campaña de Domínguez realizado este martes, pese a que hasta ayer preveía concurrir, y tampoco asistirá al acto que Fernández encabezará mañana a las 19.00 en el Teatro Gran Rex, según confirmaron fuentes del oficialismo a #Borderperiodismo.

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De todas formas, el candidato presidencial del oficialismo defendió al jefe de Gabinete al señalar que el informe del programa de Lanata fue»una movida política y mediática de aquellos que no han podido cambiar sus chances electorales, pese a que han generado escenarios apocalípticos, y ahora buscan concentrar su atención en este tipo de cosas».

Sin embargo, la “operación” que acusa el oficialismo sería más compleja de lo que se dice públicamente y despierta suspicacias en las entrañas del peronismo. El interrogante es quién le abrió las puertas de la cárcel de General Alvear al periodista cuyo nombre siempre hace sonar alarmas en el tablero de control del kirchnerismo. Quienes se hacen esa pregunta miran de soslayo al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que depende del ministro de Justicia provincial, Ricado Casal, hombre de confianza de Scioli. En voz baja, diversas fuentes consultadas por #Borderperiodismo señalan que es difícil creer que el SPB no haya consultado al Ministerio de Justicia antes de autorizar el ingreso de Lanata al penal. No sólo por tratarse del periodista más enfrentado al Gobierno, sino porque el entrevistado era un condenado por una causa sensible que, además, ya había tendo un intento de fuga de Sierra Chica, por lo que se presupone que estaba doblemente custodiado.

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Según supo este medio, luego de que el informe saliera al aire el último domingo el entorno de Fernández consultó al Ministerio de Justicia bonaerense sobre la entrevista realizada en el penal de General Alvear y la respuesta fue que la producción de PPT contaba con la autorización de una jueza (cuyo nombre no dieron a conocer) y que por ello se le habilitó el ingreso.

Pero quienes apuntan a una supuesta luz verde de las autoridades bonaerenses para que la entrevista se concretara insisten en que, por más que haya una instrucción de un juez, “si el SPB no quiere, no entran”. Además, especulan con que “si lo de la jueza fuera cierto, Aníbal hubiera dado el nombre”.

Si efectivamente hubo una “operación”, el entramado encajaría con las versiones que señalan que gran parte del sciolismo prefiere llevar a Domínguez en la boleta bonaerense. De hecho, como ya se dijo en una entrega anterior, el ministro de Seguridad de la provincia, Alejandro Granados, está en la tarea de convencer a los intendentes de la tercera sección electoral (a quienes tuvo de vecinos como mandamás de Ezeiza) de apoyar al diputado y no a Fernández. Es parte de otra interna, a la que le cae como anillo al dedo el resentimiento de muchos jefes comunales de esa zona con Martín Sabbatella, compañero de fórmula del jefe de Gabinete. Es la bronca acumulada por las veces que les puso listas colectoras de Nuevo Encuentro.

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Otro elemento que llama la atención fue la ausencia de partidos de fútbol en la franja horaria de Periodismo Para Todos. El motivo formal es que River Plate pidió suspender el partido que debía jugar ese día contra Defensa y Justicia a las 21:30, debido a que se preparaba para la final de la Copa Libertadores. Pero la suspensión de ese partido se conoció una semana antes.

A ello se suma que ya el jueves pasado Lanata había adelantado que parte de su programa estaría dedicado a Aníbal Fernández. Hubo tiempo para que Fútbol para Todos reprogramara el partido de Boca Juniors, que se jugó a las 18:00. Pero eso no ocurrió, pese a ser una maniobra ya clásica del oficialismo para restarle público a Lanata.

Así, ente versiones cruzadas y elucubraciones varias, la furibunda campaña bonaerense tuvo su broche de oro. ¿Qué es lo que ocurrió exactamente? Difícil de saber. Cada uno tiene su versión. Lo cierto es que, a la luz de la polémica de esta semana, se puede decir que las internas del peronismo tienen la fama bien ganada.

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