Paros en radios y movilizaciones del Grupo 23 ponen sobre el tapete el futuro de los medios que acapararon la pauta oficial durante el kirchnerismo y el futuro de sus trabajadores.

Un tuit del conductor Eduardo de la Puente -dirigido a su ex compañero de trabajo y actual empresario de medios Mario Pergolini– mostró la magnitud del conflicto que se vive en las radios, diarios, revistas y canales del Grupo Veintitrés, que pertenece a la sociedad cuyas caras visibles son Sergio Szpolski y Matías Garfunkel. De la Puente es uno de los trabajadores de la radio Rock & Pop, que regentea el grupo empresario, que está de paro desde hace días por falta de pago de salarios y aguinaldos y por la incertidumbre de su futuro. La otra nave insignia radial del rock y la innovación hoy sólo exhibe una programación musical, sin locutores ni periodistas ni nada que aporte a la identidad que una vez ostentó. Y Pergolini, ahora en rol de socio empresarial -es uno de los dueños de Vorterix y director artístico de América y Rock&Pop-, sería parte de los responsables de la situación de ahogo de los trabajadores, entre ellos, su ex amigo De la Puente.

Enseñanza: si todo el mundo te dice que alguien es un hijo de puta no gastes 25 años defendiéndolo ni esperes a que te cague a vos también.

— Eduardo de la Puente (@realdelapuente) January 4, 2016

No es un caso único. Entre todos sus medios, el grupo reúne a alrededor de 800 trabajadores de prensa, la mayoría de ellos hoy en conflicto sindical. Algunos medios -como la radio Vórterix o radio América- funcionan de manera normal, pero la mayoría se encuentra en estado de incertidumbre. Tiempo Argentino -aquel producto que había nacido para competir con Clarín como su espejo ideológico opuesto- está conformado por 180 empleados, entre trabajadores de la redacción y colaboradores, que no cobraron los salarios de noviembre en su mayoría y cuya totalidad no cobró el medio aguinaldo de diciembre. Rock&Pop está de paro. Los diarios gratuitos: El Argentino de Mar del Plata, Zona Sur y Córdoba están de paro, así como los trabajadores de las revistas Siete Días y Cielos Argentinos.

Conflictos que deberían sorprender, ya que el Grupo Veintitrés -pese a tener menores consumidores o audiencia que el resto de cualquier otro grupo mediático- fue el que recibió mayor cantidad de fondos de la pauta oficial estatal durante el kirchnerismo. Datos oficiales indican que desde julio de 2009 a junio de 2015 el grupo comandado por Sergio Szpolski y Matías Garfunkel (quienes mantienen una disputa pública expresada a través de la red social Twitter, donde el esposo de Victoria Vanucci denuncia haber sido estafado por el ex candidato a intendente de Tigre por el Frente para la Victoria) recibió 814.961.991$ (ochocientos catorce millones novecientos sesenta y un mil novecientos noventa y un pesos), mientras que el grupo Clarín, por caso, recibió una cuarta parte de esos fondos. Desde 2003 a 2014 el dinero de la pauta oficial creció de manera gigantesca y pasó de 46,2 millones de pesos durante el primer año del gobierno de Néstor Kirchner a 1660 millones en el 2014 del penúltimo año de gobierno de su esposa Cristina Fernández. Millones y millones de pesos cuyos balances contables están siendo sometidos en estos momentos a auditorias estatales, según señalan fuentes del gobierno, y que serían dadivosos en datos sobre posibles retornos a funcionarios del Estado.

(Ver datos oficiales sobre distribución de pauta oficial en la investigación de La Nación: http://www.lanacion.com.ar/1841286-pauta-oficial-2009-2015-todos-los-nombres-y-los-montos-cobrados)

De cualquier manera, la incierta situación sobre el futuro de los medios -y sobre todo de sus trabajadores de prensa- impone la pregunta sobre la viabilidad de la continuidad de diarios, revistas y canales sin la frondosa pauta que les otorgara el kirchnerismo. “Es una situación difícil -asegura la experta en comunicación Adriana Amado a Border-. Estos medios tuvieron muchos recursos en fondos del Estado y un acceso privilegiado a las fuentes, que es otro privilegio con el que no contaba la competencia. Y por alguna razón no construyeron una comunidad de lectores valiosa como para hoy pelear una subsistencia. Para sus empresarios fue cómoda la ecuación de un periodismo hacia los anunciantes, así les funcionaba el negocio. Pero no trabajaban para las audiencias. Existen casos de periodismo para anunciantes, como por ejemplo las revistas de nichos de industria, como la cinematográfica, pero que a la vez se dirigen a todos los sectores de la industria. El periodismo de anunciantes se puede desarrollar cuando se diversifica. Pero cuando se elige depender de una pauta concentrada de un gobierno, las consecuencias son estas”.

El conflicto se desarrolla en todos estos medios mientras que las formas sindicales, que habían sido abandonadas por el gremio periodístico debido a la inacción del antiguo sindicato UTPBA, reflorecen mediante el surgimiento del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), que impulsa elecciones de delegados en todas las empresas periodísticas. Randy Stagnaro, delegado de Tiempo Argentino, dice a Border: “Nos hemos movilizado al ministerio de Trabajo, hoy realizaremos una movilización a las oficinas del Grupo Veintitrés en Puerto Madero. La empresa viene agrediendo a los trabajadores desde hace mucho, incluso cuando recibía mucho dinero en pauta oficial. Nosotros hacemos un trabajo serio y responsable y creemos que sacamos adelante un producto competitivo. La empresa subejecutó estas posibilidades, imprimía pocos ejemplares, sólo para capital y algunas zonas de gran Buenos Aires, impidiendo que se convierta en un diario nacional. La pauta no llegó a los trabajadores. En este momento nuestros reclamos son sindicales: que paguen salarios y aguinaldos.» 

La posibilidad de pérdida de puestos de trabajo en los medios del grupo Szpolski-Garfunkel no sólo preocupa a los trabajadores de esas empresas, sino al conjunto del gremio ya que, es sabido, un caudal de periodistas lanzados a la desocupación tiraría hacia abajo las condiciones laborales del resto de sus colegas. Una regla básica del funcionamiento del mercado desde que el capitalismo es el capitalismo, desde hace unos cuantos siglos ya.