Los Gemelos Kray: mafiosos pop

Por: Pablo Strozza

kray

El estreno cinematográfico de Leyenda: La profesión de la violencia no le hace justicia al mito de los delincuentes londinenses más famosos de los años ’60.

Por Pablo Strozza (@pstrozza)

“Reggie Kray, ¿sabés como me llamo? No digas que no (…) Ronnie Kray, ¿conocés mi cara? No digas que no, porque soy el último de los famosos playboys internacionales”. Para muchos “The Last Of The Famous International Playboys”, el tercer single solista de Morrissey, publicado en 1989, fue el primer acercamiento a las figuras de los gemelos Reggie y Ronnie Kray. Porque así como Londres en la década de los 60 fue famosa por la música pop y las subculturas como los mods y los rockers, también hubo un par de mafiosos que dominaron la ciudad y que compraban sus trajes a medida en Carnaby Street.

Ex boxeadores amateurs, el derrotero delictivo de los Kray comenzó en 1952, cuando adquirieron un billar en el East End londinense, mientras en paralelo junto a su banda The Firm, ofrecían protección a cambio de dinero. Esa protección enseguida mutó en asaltos y secuestros con armas violentas y poco convencionales como ballestas. Y para principios de los sixties, los gemelos ya se habían establecido en la escena de Londres como dueños de varios locales nocturnos, donde parlamentarios, actores y cantantes eran habitués y donde el glamour siempre sobraba.

En 1964 los hermanos fueron noticia cuando el periódico Daily Mirror alegó tener fotos que mostraban a un miembro de la Cámara de los Lores teniendo relaciones sexuales con un gangster. Enseguida, una revista alemana mencionó que se trataba de Lord Boothby, miembro del Partido Conservador, y de Ronnie Kray. Cuando Boothby amenazó con demandar al Daily Mirror, el diario despidió a su editor, dio marcha atrás con la historia, publicó una fe de erratas y pagó una indemnización extrajudicial de 40 mil libras esterlinas.

El Affaire Boothby dio pie al primero de los asesinatos de los Kray. El 9 de marzo de 1966 George Cornell y George Dixon, miembros de la pandilla Richardson, estaban en el pub Blind Beggar en la zona de Whitechapel, célebre por ser el escenario de las muertes efectuadas por Jack The Ripper, cuando los Kray entraron al local. Algunos aseguran que Dixon dijo “Mira quién está aquí” y Cornell respondió “El gordo marica”. Lo cierto es que Ronnie se acercó a Cornell, y le disparó delante de varios clientes. Y Reggie contuvo a Dixon a punta de revolver, pero lo dejó vivir. Pese a que hubo varios testigos, ninguno se atrevió a atestiguar contra los gemelos, y Ronnie quedó absuelto.

Su segundo asesinato habría sucedido en 1967, cuando los Kray ayudaron a Frank Mitchell, uno de sus socios, a salir de la prisión de Dartmoor. Tiempo después Mitchell desapareció y su cuerpo nunca fue encontrado. Tampoco se culpó a los gemelos por esto, pero un ex miembro de la banda, Freddie Foreman, afirmó en su autobiografía que él mismo asesinó a Mitchell a balazos y arrojó su cuerpo al mar como un favor para con los Kray.

El 8 de mayo de 1968 los Kray y otros miembros de su banda fueron arrestados como resultado de una investigación que llevó a cabo el inspector de Scotland Yard Leonard Read. La mayoría de ellos fueron condenados, gracias a los testigos que poco a poco se animaron a declarar, y Ronnie y Reggie fueron declarados culpables de asesinato y sentenciados a un mínimo de 30 años de prisión, que sólo abandonaron para asistir al entierro de su madre Violet (cuenta la leyenda que el amor de sus hijos fue el motivo real de sus actividades delictivas, ya que los gemelos deseaban que Violet tuviera una vida sin sobresaltos económicos). Declarado demente, Ronnie fue encerrado en el Hospital de Broadmoor y permaneció allí hasta su muerte de un ataque al corazón, en 1995. Reggie estuvo en prisión hasta el 26 de agosto de 2000, cuando fue liberado por razones humanitarias, debido a que padecía de un avanzado cáncer de vejiga. Sólo pasó poco más de un mes como un hombre libre antes de morir mientras dormía, el 1° de octubre de ese año.

Las películas basadas en la vida y obra de los Kray (El clan de los Kray, con  Gary y Martin Kemp, guitarrista y bajista, respectivamente, de Spandau Ballet, en el papel de los gemelos y la recién estrenada Leyenda: La profesión de la violencia, con Tom Hardy haciendo las veces tanto de Reggie como de Ronnie) no le hacen justicia al mito de los hermanos. Es preferible volver a la canción de Morrissey, a “The Charmless Man” de Blur (donde Damon Albarn dice sobre el protagonista de la canción “Creo que le gustaría haber sido Ronnie Kray”) o a “London Song” de The Kinks (que pone a los gemelos entre londinenses famosos de la talla de Charles Dickens, William Blake y Sherlock Holmes, entre otros). O recordar a los Piranha Brothers, la genial parodia que ejecutaron los Monty Python en su show televisivo, y en donde terminaron de cimentar la fama pop de los gemelos más famosos del Reino Unido.

 

 

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