Princesas de la vida real

Por: Nuria Gómez Videla @nugovi

Lejos de las historias que tanto nos hicieron creer, llegaron las Antiprincesas o mujeres reales, una colección de libros fuera del molde que atrapa a chicos y grandes por igual. Border habló con su creadora y te cuenta de qué se trata esto de romper con lo convencional de la mano de la lectura.

Zapatitos de cristal, cabellos perfectos y vestidos con corte a su medida es el mundo de las princesas. Princesas que no existen en la vida real, pero que el entretenimiento y el marketing han creado e instalado entre nosotros, dando fuerza a una máquina que no para de reproducir mujeres y hombres superpoderosos.

Pero a veces la película se detiene y aparecen en escena personajes reales con historias no tan maravillosas aunque sí atrapantes, llenas de contenido, enseñanzas y magnetismo. Esto es lo que sucede con la colección Antiprincesas, que ya tiene cuatro títulos publicados, escritos por Nadia Fink e ilustrados por Pitu Saá, de editorial Chirimbote.

Hacer libros para chicas y chicos con otra mirada fue la premisa que los guió hacia el nacimiento de esta idea diferente, una propuesta opuesta a la invasión de princesas y superhéroes que llegan del primer mundo. ¨Pensamos que lo mejor era mostrar las vidas de las verdaderas princesas, esas que no fueron coronadas nunca, sino todo lo contrario, fueron ocultadas y ninguneadas. Así empezamos con Frida Kahlo y Violeta Parra, seguimos con Juana Azurduy y ahora con nuestro primer antihéroe, Cortázar¨, dice su creadora Nadia Fink.

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Frida Kahlo, la primera de las Antiprincesas

Mujeres reales

La construcción de los personajes femeninos en los cuentos infantiles es en muchos casos polémica. Van desde princesas, mujeres maravillas, malvadas y hasta se convierten en animalitos simpáticos como Pepa Pig, todos estereotipos alejados de la realidad. Las antiprincesas, en cambio, llegaron para mostrar que la mujer no es eso, según Fink: ¨hay una tendencia que se vive mucho en los países de Latinoamérica que es la importación de producciones que no tienen que ver con lo autóctono, como sucede con los productos de Disney. Y la mujer es presentada así porque de algún modo responde al imaginario de cómo la mujer ha sido posicionada a lo largo de la historia y en un mundo patriarcal. Romper con ese modo de ver a la mujer y cuestionar ese estereotipo es parte del desafío que se proponen estos libros, como tantos otros”.

En esta línea, Frida, Violeta y Juana fueron mujeres comunes, luchadoras, que pelearon por sus ideales, que sufrieron y que sin embargo también fueron felices, es el caso de la artista mexicana, la primera antiprincesa: “una mujer que lució su cuerpo a pesar de su renguera, que pintó en una tela los momentos más tristes y más felices de su vida, que a pesar de todas sus dolencias físicas buscó el arte, la alegría y luchó por el bien del mundo no sólo de ella si no para muchos más. O el caso de la segunda antiprincesa, la chilena Violeta Parra, “una caminante que fue a buscar canciones en los lugares más lejanos de Chile, pobre y desalineada, Violeta aprendió solita a tocar varios instrumentos, a pintar cartones, a bordar lanitas en bolsas de arpillera” y la última –hasta el momento- Juana Azurduy, “una heroína de las luchas de la liberación de América Latina, la antiprincesa del Alto Perú o la princesa guerrera”. Como las define Fink, “luchadoras, soñadoras, con defectos y virtudes, con aciertos y errores, imperfectas, auténticas. Sus bellezas rompen con el estándar que vemos en los cuentos porque son mujeres reales y en la vida real eso no existe”.

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Juana Azurduy, la última Antiprincesa, hasta el momento.

 Pensado para ver

Desde que asomó la idea hasta hoy, la colección fue creciendo de la mano del público, que va desde chicos y chicas hasta los adultos, “recibimos gran cantidad de dibujos y fotos que nos mandan las madres y los padres con sus hijos leyendo los libros, lo que nos trasmite mucha emoción. También nos envían sugerencias sobre posibles antiprincesas y antihéroes. Nos escriben de Latinoamérica y el Caribe y nos proponen personajes de cada región. Se generan debates en Facebook – pasan los 30 mil seguidores- donde también hay críticas y observaciones constructivas”, comenta la autora.

Además de la investigación histórica tan bien contada por Fink, los libros se destacan por su original diseño y maravillosas ilustraciones a cargo de Pitu Saá, quien logra que las fisonomías transmitan a la perfección los sentimientos de estas mujeres reales. ¨La idea fue crear una armonía entre el texto, los dibujos y el diseño porque somos conscientes de la era digital que viven los chicos. En la estructura de las historias se abren ventanas con información anexa y personajes que acompañan a las antiprincesas, como el perrito preguntón de Frida, el pajarito en el caso de Violeta Parra y el gatito en el de Julio Cortázar. Nuestros pequeños lectores están sumergidos en otras realidades, interactivas, difusas, complejas, no lineales y repletos de estímulos diversos¨ concluye Fink.

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Y para los que esperaban a los hombres reales, ya salió el primer Antihéroe, con el plus de ser argentino, nada más ni nada menos que Julio Cortázar lleno de poderes para potenciar la imaginación, mostrar la magia y la fantasía de las pequeñas cosas.

Border ya te lo contó, ahora sólo queda leer historias sin varita ni capa ni espada pero con un mundo real por descubrir. ¡Buen viaje!.

 

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