Fue el 28 de junio, cuando se jugaba la final de la Copa Amèrica. Las imágenes las transmitió el Presidente en sus redes sociales. Se la ve a la primera dama, Juliana Awada, descalza. La contradicción con sus recomendaciones para ahorrar gas, en medio de la puja por el aumento de tarifas. Un #epicfail vía SnapChat.
La imagen intentó humanizar a Macri. Nadie hubiese pensado que, apenas dos semanas después, serviría para marcarle una contradicción insólita sobre un pedido no menos singular que, como Presidente, plantearía nada menos que sobre el tema más candente de la actualidad. “Si están en sus casas en remera y en patas, es porque están consumiendo energía de más”, concluyó Macri esta mañana, durante el relanzamiento del plan ProCreAr, en un intento de concientizar sobre el consumo de gas y en medio de la disputa judicial que frenó el tarifazo en los servicios.
En #BORDER descubrimos que, en cuestiones hogareñas, el Presidente no haría siempre lo que dice.
😱😱😱 pic.twitter.com/ZB9UeYIwje
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) June 27, 2016
Hace dos semanas, el mismo Macri decidió postear escenas de su vida íntima en redes sociales y transmitir la reunión vía Snapchat, la aplicación con la que más le gusta jugar a comunicar.
Fue el 28 de junio. Y allí se lo ve a Macri y a su esposa Juliana Awada, entre otros, reunidos frente al televisor, mirando la final de la Copa América Centenario entre Argentina y Chile.
Macri y Awada compartían sillón y atuendo: los dos con camisetas de la selección. Ella, de manga corta (aunque luego se pone un saquito). Él, al menos, con una camisa de mangas largas abajo. Mientras al presidente se lo ve sentado, la primera dama tiene las piernas flexionadas y los pies sobre el sillón. «En patas», como diría su esposo, dos semanas después. El video y las fotos fueron subidos a la cuenta oficial del presidente en Twitter. Algunos usuarios de Snapchat llevaron el contenido a Youtube y de allí llegó hasta los canales de noticias.
Según los registros meteorológicos, esa noche hizo 11 grados centígrados en la ciudad de Buenos Aires.
Es presumible que la estufa estuviera prendida en casa del matrimonio presidencial. Lo que no deja de ser un desliz anecdótico puede tomar sabor más amargo en medio de las quejas por los tarifazos en el gas, los cuestionamientos al ministro Aranguren, el fallo de la Cámara Federal platense que anuló los aumentos, la probable apelación oficial y su recomendación pública por demás condescendiente. Un #epicfail dirían en las mismas redes sociales que, esta vez, le juegan al presidente una mala pasada.
