La bronca en la provincia de Buenos Aires es sólo la muestra del malestar que manifiestan por lo bajo numerosos dirigentes del partido. La amenaza de romper las listas de unidad. Los sectores enfrentados.
A casi ocho meses del inicio de la gestión de Mauricio Macri, en el radicalismo se reavivaron las internas por el lugar que ocupa el centenario partido en el marco de la coalición Cambiemos. Si bien desde la conducción nacional de la UCR insisten en que se mantiene intacta la buena sintonía con el PRO, por lo bajo varios dirigentes reprochan los pocos espacios de gestión, las escasas consultas sobre el plan de gobierno y la muy limitada información sobre los próximos pasos. En el trasfondo habita la incertidumbre sobre cómo será el armado de listas legislativas del año que viene y ya arrancaron las amenazas de presentarse a elecciones internas en varios distritos.
La Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires que responde al diputado Ricardo Alfonsín tiró la primera piedra: pidieron en un comunicado público “un trato considerado y respetuoso” al gobierno de María Eugenia Vidal y advirtieron que si no hay diálogo podrían armar su propia lista legislativa para competir en las PASO de 2017. De esta manera, los boinas blancas se quejaron de la incorporación del ex massista Joaquín De la Torre, que se sumó a otros dirigentes del peronismo, como nuevo ministro de Producción y la creación de un ministerio de Ciencia donde se relegó al radical Jorge Elustondo. Para colmo, se enteraron de la noticia por los medios, hecho que hizo explotar la bronca de la conducción. Hasta ahora no recibieron ninguna respuesta de la gobernación.
En la provincia de mayor peso electoral, Alfonsín se enfrenta con el vicegobernador Daniel Salvador por la próxima elección de autoridades provinciales. Pero además, el hijo del ex presidente termina su mandato el año que viene, por lo que necesita renovar su banca si quiere permanecer en el Congreso. En igual situación está el ex intendente de Pergamino, Cachi Gutiérrez, quien ve la situación agravada debido a su enfrentamiento con Elisa Carrió, quien suena como posible candidata a senadora de Cambiemos. “Ni se saludan en Diputados desde que Lilita lo acusó en un caso de prostitución de menores”, relataron desde el partido a #BORDER. Gutiérrez siempre negó las denuncias y afirmó que no figura nombrado en la causa.
Una diputada nacional de origen radical que hoy milita en el Frente Renovador suma elementos para ilustrar el enojo general al afirmar que hay intendentes de la UCR que le piden a Sergio Massa que interceda ante Vidal para conseguir presupuesto para arreglos de hospitales u obras puntuales. “No hay un referente que sirva como interlocutor válido ante el Gobierno provincial”, relata.
Sin embargo, los chispazos no se reducen al territorio bonaerense y hay alarmas en Catamarca, Córdoba y La Pampa. Desde la conducción nacional del partido a cargo del intendente de Santa Fe, José Corral, le bajan el tono a la disputa y afirman que el radicalismo está conforme con los espacios que ocupa en el Gabinete nacional y recuerdan que la opinión de sus legisladores motivó la rectificación de varias leyes, como la reforma electoral que pretendía eliminar las PASO: “Nosotros opinamos y el macrismo escucha”, sostuvieron. Igualmente, admitieron que vendrán tiempos de pujas por los espacios de las listas aunque insistieron en restar dramatismo a las posibles controversias.
Los derrotados de Gualeguaychú
Los distintos testimonios de miembros del partido fundado por Leandro N. Alem remiten una y otra vez a la batalla librada el año pasado en la ciudad entrerriana para definir la alianza con Macri que terminó en la victoria presidencial. Un reconocido armador porteño que se cuenta entre los derrotados critica el rumbo partidario: “Acá la discusión no es ideológica, no estamos criticando el tarifazo sino los cargos. Entregamos un partido centenario a cambio de tres puestitos que ni siquiera son estratégicos. Hoy no definimos nada, ni siquiera somos socios minoritarios en una mesa, nadie nos consulta nada. No nos necesitan, por eso hablan con massistas y peronistas, nosotros no le significamos ningún riesgo”, se lamenta.
Para quienes comparten esa visión, el partido está encerrado en un dilema porque no tiene poder de fuego para exigir una mayor participación pero tampoco puede abandonar ese espacio. “Los macristas aprendieron a gobernar con la chequera, los intendentes y gobernadores les terminan respondiendo con los votos de sus legisladores; van a terminar cooptando a nuestros dirigentes y vaciando el partido”, agrega el hombre de 25 años de militancia correligionaria.
Radicales PRO y el futuro del partido
Desde sus orígenes, el partido fundado en la Capital Federal, contó con personas nacidas en el radicalismo. Un emblema de los conversos fue el presidente de Boca, Daniel Angelici, que pegó el salto en 2005 y hoy cuenta con más de 30 locales partidarios en la zona sur, además de influencia como operador judicial. Además, sumó poder en la ex SIDE con la también ex radical Silvia Majdalani. Laura Alonso, Soledad Martínez y Héctor Lombardi son otros de los que pegaron el salto hace años.
“Hoy Ernesto Sanz está más cómodo como consejero presidencial que disputando poder para el partido. José Cano iba a ser una especie de ministro con el Plan Belgrano y todavía no puede mostrar nada. Hay radicales que ya fueron absorbidos por el PRO. Quizás Gerardo Morales pueda pelear a futuro, pero lo cierto es que desde que murió Alfonsín no hay una persona fuerte que pueda liderarnos a todos”, cierra la diputada del Frente Renovador con corazón radical. El partido mantiene las fisuras internas. La estrategia de subsistencia tras la debacle del gobierno de Fernando de la Rúa al menos mantiene al espacio con vida. El saldo de ser parte del Gobierno es positivo o negativo dependiendo desde qué lado de la grieta radical se haga la lectura.
