Su familia. Sus negocios. Sus millones. Su vida mediática y sus ideas más controversiales, bochornosas y discriminatorias. Hechos, dichos y señas particulares del outsider narcisista que se transformó en el próximo -y peligroso- hombre más poderoso del mundo. 

Un magnate, una estrella de TV y un outsider de la política. Un racista, un temerario y un improvisado. Donald John Trump, el 45to presidente electo de Estados Unidos, es todo eso. Y mucho más, de lo que el mundo se irá enterando durante los próximos cuatro años. Estos son los hechos, dichos y señas particulares del hombre que rompió con todos los pronósticos y desde anoche tiene en vilo a buena parte de la Humanidad.

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  Nació el 14 de junio de 1946 en Nueva York. Es licenciado en Ciencias Económicas y está casado con Melania Trump, su tercera esposa, nacida en Eslovenia como Melanija Knavs. Tiene cinco hijos: Donald Jr., Ivanka, Eric, Tiffany y Barron. En su web se describe como “la definición misma de la historia de éxito americana”.

• No se sabe cuánta plata tiene. Trump dice que su patrimonio neto supera los 10 mil millones de dólares, aunque la revista Forbes lo valoró en 4.500 millones y el índice de Bloomberg en 2.900. Se resistió a hacer pública su declaración de impuestos. Sus ingresos principales pasan por un emporio golfístico, la venta de condominios y la herencia: Fred, el padre, hizo fortunas en bienes raíces residenciales en Brooklyn y Queens.
• Asegura que nunca fumó, bebió ni se drogó. Su hermano mayor, también llamado Fred, era alcohólico y, antes de morir, le advirtió que no lo imitara. Su salud se puso en duda, pero el médico que lo trata desde 1980 aseguró que, a los 70 años, Trump es “el individuo más sano jamás elegido para la presidencia”. El paciente mide 1,92 y pesa 106,6 kilos.
• Condujo su propio reality. Durante 14 temporadas estuvo al frente de “The Apprentice” (El aprendiz), donde buscó ejecutivos para su emporio y se hizo (más) famoso por los comentarios sin anestesia, como la infausta sentencia “You’re fired!” (“¡Estás despedido!”)https://www.youtube.com/watch?v=75SEy1qu71I

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  Es el dueño de Miss Universo. Trump compró la marca en 1996. Renovó su imagen y formato, pero fue un viaje agitado. Definió a Alicia Machado, la ganadora de aquel año, como “la peor persona” que pasó por el concurso porque “ganó una cantidad masiva de peso”. Las cadenas Univisión y NBC rompieron relaciones con el magnate durante la campaña.

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  Cosechó varios fracasos: una aerolínea de lujo, una fábrica de vodka, una revista, un juego estilo Monopoly, un emprendimiento de carnes premium y una universidad, cuyos estudiantes lo demandaron por las clases demasiado parecidas a un rejunte de infomerciales.

• Hizo 23 cameos en cine y televisión. Trump apareció en escenas de “Zoolander”, “Sex & the City”, “La niñera” y “Mi pobre angelito 2”.

https://www.youtube.com/watch?v=yosAVMB47-Y

Al menos dos veces hubo un vistazo a su futuro. En la serie “De repente, Susan”, la tapa de una revista se pregunta si será el próximo presidente. Y hace 16 años, Los Simpson también dieron en el clavo. En el capítulo 17 de la temporada 11 Lisa lo sucede en la Casa Blanca, con un país en la bancarrota.

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  Lo apoyaron Clint Eastwood y Mike Tyson. Si bien la campaña de Hillary Clinton estuvo marcada por la adhesión de los actores, cantantes y deportistas más famosos del país, su rival sumó al cineasta (“vivimos en una generación de maricas” y “Trump dice lo que piensa”, argumentó), al boxeador (quiere “que Estados Unidos sea como un negocio”), al actor Jon Voight, al rockstar Kid Rock y al ex basquetbolista Dennis Rodman.

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  Quiere construir un muro. “México no lo sabe aún, pero lo pagará al 100%”, dijo para aumentar la furia de los vecinos latinos, a quienes ve como “violadores y criminales”. Con 3.200 kilómetros de largo, esa frontera es la más transitada del mundo. Cada día cruzan en forma legal más de un millón de personas, 300 mil autos y 15 mil camiones de carga. Así y todo logró una muy cuestionada reunión con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en plena campaña.

• No quiere a los musulmanes. En diciembre del año pasado dijo que las encuestas mostraban un “odio” hacia Estados Unidos de quienes profesan esa fe y pidió cerrar las fronteras “hasta que nuestros representantes puedan determinar qué está pasando”. Una evaluación que desde el 20 de enero estará a su cargo.
• Denigra a las mujeres. Incluso antes de que The Washington Post difundiera sus audios más explosivos, había dicho que “a las mujeres no hay que darle objetos que puedan convertir en dinero”, que la periodista Arianna Huffington “es repulsiva por dentro y por fuera” y que Hillary Clinton no iba a poder satisfacer las necesidades del país porque no pudo satisfacer las de su marido. Se refería a ella como «crooked Hillary», la «corrupta». Acumuló decenas de denuncias por acoso y se lo vio en un video diciendo que a las mujeres se las puede «agarrar de la conchita». 

https://www.youtube.com/watch?v=uM19yt7MbN8

• La ciencia no es lo suyo. Fiel a los principios del republicanismo más conservador, Trump niega el calentamiento global, un concepto “creado por el gobierno chino para que las empresas estadounidenses sean menos competitivas”. La profilaxis tampoco le cierra: “He visto a niños que una semana después de ser vacunados han tenido una tremenda fiebre y ahora son autistas”.

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  Conoce a los Macri. Cuando intentaron desembarcar en Manhattan para concretar negocios inmobiliarios, Trump formó parte de las negociaciones. Mauricio, escribió su padre Franco, “hizo buenas migas con Donald, con quien jugaba al golf”. El presidente lo recuerda como “loco y caprichoso, pero yo no me enganchaba”. Le decía “Donald, anoche salimos con unas minas espectaculares y estoy muerto”. La historia terminó mal, al punto de que Franco llegó a pensar que Trump estuvo detrás del secuestro de su hijo.