Se trata de Daniel Chaín, un funcionario cuya salida del Gabinete es un rumor constante desde hace meses. La offshore se llama GreenWar Corp y la declaró al asumir como funcionario. Dicen que fue un “mal negocio”. Internas, inversiones y polémicas del macrista que ocupa el puesto que durante el kirchnerismo hizo tristemente célebre a José López. Los coordinadores de Peña tienen al Gabinete entero bajo la lupa.

Su nombre es más conocido por los rumores que por su gestión. Desde el despido del ex ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, el gabinete de Mauricio Macri es un hervidero de especulaciones sobre las futuras bajas de funcionarios. A tal punto que la salida del secretario de Obras Públicas se dio como un hecho consumado hace dos semanas. Pero Daniel Chaín, de él se trata, aún resiste en su puesto. Mientras sus voceros no se cansan de desmentir que haya sido desplazado y se esfuerzan en mostrar a Chaín en movimiento, los rumores sobre su futuro le ponen fecha de vencimiento entre mediados de enero y marzo. En voz baja, en altos rangos del Gobierno, su desplazamiento se da como un hecho. Todos recuerdan las palabras de su superior, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que justificó las demoras del avance de un prometidísimo plan de obras públicas en “problemas de coordinación”, un mensaje que cayó con todo su peso en los hombros del funcionario que ocupa esa cartera específica, en el mismo ministerio.

“El presidente Macri y Frigerio están evaluando el funcionamiento de todas las secretarías y subsecretarías del Ministerio del Interior. En caso de que se tome alguna decisión se comunicará oficialmente”. Con esa respuesta, los voceros de Chaín desmintieron cualquier decisión consumada con respecto a su salida, una y otra vez. En el entorno del secretario no descartan que haya cambios pero incluso especulan con un futuro tal vez en alguna otra dependencia del Gabinete. Algo de lo que dicen es cierto: en el Gabinete de Macri todos están bajo la lupa y en proceso de revisión. Los veedores del funcionamiento de los altos mandos de Cambiemos son los supercoordinadores que secundan al jefe de Gabinete Marcos Peña: Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, el tándem de ex CEOs que el propio Presidente consagró como su voz y sus ojos en la administración pública están revisando todo. Y Chaín parece estar entre los funcionarios más escrutados.

Tal vez por eso, en las últimas semanas, el funcionario levantó su perfil. Y en sus redes sociales publicó cada uno de sus destinos de trabajo, algunos de ellos, pegado a su superior, Frigerio, en una movida clara para despejar rumores sobre una mala relación entre ellos. Chaín recorrió el conurbano bonaerense, desde José C. Paz a Lanús y también viajó a Santiago del Estero y Salta. Todo después de Navidad. Y, por las dudas, en el primer día hábil del 2017 publicó un resumen con todo lo que anduvo haciendo en diciembre, en su cuenta de Twitter.

Comparto algunas de las actividades que realizamos durante diciembre en la Secretaría de Obras Públicas del @MinInteriorAR pic.twitter.com/OTDHGKoP6n

— Daniel Chain (@ChainDaniel) 2 de enero de 2017

En su entorno creen que nada nuevo se sabrá, al menos hasta que Chaín se tome sus vacaciones. Y sospechan que la ola de rumores que lo involucran es parte de una interna dentro del ministerio más político. “En Interior todos tienen interés en, digamos, crecer…” dice un hombre que responde a Chaín. Las internas son moneda corriente y en el entorno del funcionario miran con suspicacia a Ricardo Delgado, subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal, como la voz de los malos augurios.

Inversión offshore

Chaín no es un recién llegado. Acompañó la gestión de Macri en la Ciudad y fue el elegido para un puesto sensible: la Secretaría de Obras Públicas fue el puesto desde donde se hizo tristemente célebre José López, uno de los hombres fuertes del ministro de Planificación del kirchnerismo, Julio De Vido, que está preso desde que lo descubrieron lanzando bolsos con millones de dólares en un convento.

Así y todo, el compromiso con la gestión pública no hizo que Chaín descuidara sus negocios personales. Muy por el contrario. Apenas meses antes de aceptar su cargo en el gabinete de Cambiemos, se embarcó en una ambiciosa inversión. Según detalló es su declaración jurada de bienes al asumir, Chaín invirtió en el exterior. La información oficial detallada por el funcionario dio cuenta que, en noviembre de 2015, invirtió 1.429.500 pesos en acciones de una empresa radicada en Estados Unidos. Una cifra no menor, habida cuenta que corresponde al 17,5 por ciento de su patrimonio total, que asciende a 8 millones de pesos.

Lo que Chaín no se vio obligado a informar es que la firma en la que ingresó como accionista, GreenWar Corp es una firma offshore que está radicada en el estado de Delaware, considerado un paraíso fiscal y, como tal, con férreos mecanismos de recelo para brindar información sobre los negocios que cobija. La información sobre la firma es, en efecto escasa. #BORDER pudo constatar que la empresa en la que invirtió Chaín fue creada en septiembre de 2013 por otra compañía, InCorp Services Corp., que se dedica a dar servicios de ingeniería societaria, es decir, a crear sellos y compañías para terceros.

El estado de Delaware, en Estados Unidos, no es un estado más. A los beneficios fiscales que otorga a quienes radican sociedades allí, se le suman otros atractivos, como la facilidad con la que puede crearse una empresa en pocas horas y con menos información requerida que para asociarse y contar con un carnet de la biblioteca local o el plus de garantizar la confidencialidad de los pactos entre los socios de las mismas.

En Argentina, Delaware tomó relevancia, por caso, en el marco de la investigación de la ruta del dinero K. Allí se radicaron 149 firmas vinculadas a la trama de presuntos desvíos de fondos de la corrupción que mantiene preso al empresario kirchnerista Lázaro Báez.

¿Por qué y para qué Chaín decidiría invertir allí, justo antes de asumir como funcionario? #BORDER trasladó la consulta a sus voceros que confirmaron la inversión en 2015 y agregaron que “era una inversión destinada al sector energético” que resultó, según el secretario, en “un mal negocio”. A pesar de existir desde 2013, el funcionario hizo informar que en GreenWar Corp “no tiene socios”, un dato que dado el secretismo de Delaware, no pudo ser contrastado.