¿Tiene sentido hacer la fiesta del primer cumpleaños?

Por: Jazmin Bronstein @JazBronstein

El sentido más importante de esa pregunta es para quién: ¿para los chicos? ¿para los padres? ¿para los abuelos?  ¿Qué es lo que lleva a algunas familias a invertir todos sus ahorros en el festejo primerizo? La nueva fiesta del estatus social.

 

El primer cumpleaños siempre es importante, sobre todo si se trata del primer hijo. Así que, por lo general, la mayoría de las familias está de acuerdo en festejarlo. Las diferencias surgen, más que nada, cuando empiezan a pensar en el cómo.

Hay opciones para todos los gustos: desde megaeventos en un salón con música, animación y mesa dulce, hasta asados familiares simples y reducidos.

Ana Laura cuenta que eligió hacerle un festejo a su hija el día de su cumpleaños en un salón de fiestas, al mediodía, después de salir de la misa de bautismo. “Tuvimos bastante preparación: vestidos, peluquería, souvenirs, globos de decoración, menú acorde a la cantidad de invitados y el alquiler de una plaza blanda para que los chicos se divirtieran”, cuenta.

Entre el salón, el catering, el fotógrafo y el cotillón gastaron alrededor de $50.000. “Fue una gran producción. El festejo fue muy importante tanto para mí como para el padre, porque celebramos la emoción del primer año transcurrido con nuestra hija. El primer año es el más especial”.

Hoy alquilar un salón en Buenos Aires cuesta entre $6.500 y $10.000 aproximadamente, según los servicios que cada familia quiera contratar. Gisela, dueña del Salón Infantil La Jungla Eventos, cuenta que el 80% de los festejos que organiza son fiestas de 1 año, y que un 60% de ellos incluyen la celebración del bautismo. El famoso 2×1.

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WhatsApp Image 2017-04-03 at 11.17.14Sobre la cifra del salón, se van sumando los servicios adicionales: catering, pelotero, decoración, iluminación. O servicios de animación para los más chicos. Desde Martini Shows, contaron a #BORDER que los shows para 1 año incluyen magia con elementos, burbujas gigantes y  juegos con humo y fuego, por $3.000.

También están los detractores de este tipo de eventos, como Josefina, de 34, que hizo un asado con algunos familiares para que su hija pudiera disfrutarlo a la par de los adultos. “Para el bebé no tiene sentido semejante despliegue. Su plan más espectacular es estar con la mamá, tomando la teta y respetar su rutina. No les gusta la aglomeración de gente, además los abruma todo el color y la decoración”.

Según dice, pesa mucho la presión social a la hora de tomar la decisión de cómo festejar ese primer año: “Es una forma de medirte con el otro. Para los otros, sos mejor madre si gastaste más plata y si fue lo más engorroso posible. Es como que se mide la maternidad por ahí”, cuenta.

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Josefina es terminante: “para un chiquito de un año,  la mamá y el papá en una plaza le ganan a cualquier megaevento”. Aunque también hay familias que lejos están de las súperproducciones como la de Ana Laura, y tampoco quieren dejar de festejar con sus amigos.WhatsApp Image 2017-04-03 at 23.14.43

Daniel y Ayelén lo resolvieron de otra forma: se pusieron un tope de $35.000 y recibieron la ayuda de amigos y familiares para toda la organización. “Mi suegra estuvo dos meses con la decoración, una amiga de mi mujeres se encargó de la mesa dulce, mis amigos pusieron los autos para llegar al salón”, explica Daniel. Querían festejarle el cumpleaños a Helena, su primera hija, porque es la primera nieta de la familia y era todo un acontecimiento para ellos.WhatsApp Image 2017-04-03 at 23.14.45

También lo juntaron con el bautismo y alquilaron un salón, donde hicieron un festejo para 60 personas: “Fue una preparación bastante grande. Incluso más que para nuestro casamiento, que lo resolvimos en dos meses. El cumple de la nena lo pensamos un montón. Hasta compramos el vestido en Estados Unidos a mano. Hace mucho que en la familia no se festejaba nada con chicos. Eso influyó en que la fiesta fuera más dedicada”.

No hay una forma de festejar mejor que la otra. Hay tantas opciones como familias existen. Lo importante es entender que los chicos nunca se van a acordar de nada.

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Hay algo en lo que todos estuvieron de acuerdo -Ana Laura, Daniel y Ayelén, Josefina-: los bebés no entienden lo que está pasando. Lo disfrutan diez minutos y después se van a dormir la siesta.  El festejo es para los adultos.

Teniendo eso en cuenta,  ¿sugerencia #BORDER? ¡Festejen como quieran!            

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