El vice de Trump no paró de presionar a Macri por un compromiso para invadir Venezuela

Por: Border Redacción Remota

Mike Pence vino con una idea en la cabeza y una fija de esas que casi se ganan solas. Sin embargo se fue con gusto a poco y malas noticias para su jefe político, Donald Trump. Incansable, ante el no de Macri, fue por Michetti.

 

Según pudo saber #BORDER de fuentes oficiales y extraoficiales, el funcionario norteamericano vino con el único objetivo de llevarse el apoyo -aunque fuera tibio o condicional- del presidente Mauricio Macri para una intervención militar en Venezuela.

En lugar de eso, se llevó un “no” rotundo, y la certeza de que si no consiguió el apoyo del presidente argentino, el resto de la región lo apoyará todavía menos.

“Hubo una insistencia muy fuerte de Pence en este punto, pero el Presidente lo rechazó de plano desde el principio de la conversación, así que no tuvo mucho margen para avanzar con eso, contó una fuente que siguió muy de cerca las conversaciones bilaterales.

No se puede culpar al americano. Se sabe que Donald Trump no es un hombre de cariño fácil, y sin embargo le tiene bastante aprecio a Macri, no solo porque lo conoce de los tiempos en que los dos eran empresarios -aún cuando su experiencia no fue realmente buena entonces- sino, sobre todo. porque lo considera uno de los suyos: un hombre de los negocios que se dedicó a la cosa pública harto de la ineficiencia de los cuadros políticos vernáculos para resolver los problemas del país. Macri usa ello para diplomacia, aún cuando preferiría un demócrata en la Casa Blanca.

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Como si fuera poco esa carta de presentación, Trump fue informado de la posición dura de Macri con el régimen de Nicolás Maduro, que terminó forzando una suspensión definitiva como socio del Mercosur aún de parte de los socios más reticentes del bloque, como Uruguay. Por eso lanzó a su vice en una caza apresurada de apoyos imposibles.

Sin embargo esos antecedentes tan esperanzadores no alcanzaron. La postura argentina sobre una intervención militar fue taxativa y Pence se fue con las manos vacías.

La diferencia fue tan palpable que, sin ninguna inocencia, el Presidente eligió dejarla en evidencia en la conferencia de prensa conjunta que ambos ofrecieron en la Quinta de Olivos. 

«En el Mercosur no vemos como una alternativa la fuerza para la solución del conflicto en Venezuela», dijo un Macri tajante y reafirmó, ante una segunda consulta: «La vía de la fuerza no es el camino para la crisis de Venezuela. Hay que profundizar la presión política y económica«.

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En una declaración que podría leerse como una respuesta a las afirmaciones de Macri, el norteamericano dijo enseguida que Estados Unidos “no se va a quedar con los brazos cruzados cuando Venezuela se está destruyendo”. Macri insistió con que el camino es “la diplomacia”.

Pence entonces admitió que “el presidente Trump tiene muchas opciones a disposición”, entre las que nombró “incrementar la presión diplomática y económica sobre Maduro”. En ese punto sí, Argentina aceptó dar una mano, y la Unidad de Información Financiera (UIF) avanzó en el bloqueo de eventuales operaciones financieras de funcionarios chavistas, por orden de Macri.

En el mismo sentido, la embajada argentina en Venezuela fue habilitada para recibir pedidos de asilo político por parte de la oposición.

Según contaron a #BORDER en los pasillos diplomáticos, Pence fue tan insistente con el tema Venezuela que incluso lo abordó en la audiencia que mantuvo con la vicepresidenta Gabriela Michetti.

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Michetti PenceAl margen de que no tenía autoridad para desmarcarse de la postura presidencial, la vice fue igual de taxativa que el Presidente, pero la insistencia del americano no pasó desapercibida
Como sea, Pence dejó, en su paso por el país, apenas quejas por el caos de tránsito que su presencia causó. El estadounidense partió hacia Chile, con el mismo objetivo: ver si el Palacio de la Moneda está más predispuesto a aceptar las ambiciones militares de Trump. En el Gobierno argentino lo creían muy poco probable. Michelle Bachelet fue más allá en su rechazo al ampliar su negativa a “cualquier golpe o autogolpe de Estado en Venezuela”.

Pero Pence sorprendió en Chile con un pedido contra otro enemigo caliente de la gestión Trump: que el país trasandino reclasificase sus vinos “como un bien de lujo para que Corea del Norte no pueda conseguirlos y convertirlos en efectivo para su régimen balístico. El jueves, el vicepresidente tendrá su última escala en su gira por la región, en Panamá. En su plan de armas, será la vencida.

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