Hay 500.000 millones de pesos anuales en juego que podrían destinarse el territorio con mayor electorado del país. La gobernadora de Buenos Aires cree que la Corte Suprema le debe dar la razón en su reclamo por los fondos que su distrito perdió, mientras otros gobernadores apuestan a resolverlo desde la política y con sus mayorías en el Congreso. El grupo de WhatsApp que administra Urtubey.
Después de la reunión en la que gobernadores de todos los signos políticos se le plantaron y le dijeron no a su reclamo por los fondos del conurbano bonaerense, la provincia de Buenos Aires mantendrá su postura para resolver el tema mediante una solución judicial, aunque ya convencidos de que el tema “va para largo” y no habrá una definición antes de las elecciones de octubre.
Así se lo confirmaron a #BORDER fuentes cercanas a la gobernadora María Eugenia Vidal, que aseguraron que la reunión donde 21 provincias se juntaron para pedirle a la Corte Suprema de Justicia que “no tome resolución alguna hasta tanto sean escuchadas todas las jurisdicciones y se dé el debate correspondiente entre la Nación y las provincias y el Congreso de la Nación» en realidad no los sorprendió ni los hará cambiar de postura.
“El tema ya llegó a la Justicia y ellos van a tener que expedirse” indicó la fuente a este medio, que recordó que Vidal en persona fue al Congreso a explicarles a los representantes de todas las provincias la razonabilidad de su reclamo, pero sin éxito. “Ellos ya tuvieron la oportunidad de tratarlo en el Congreso y la perdieron”, agregó.
Todo se remonta a 1992, cuando se creó el Fondo del Conurbano, financiado con el 10 por ciento de la recaudación del impuesto a las Ganancias, ante la explosión demográfica bonaerense en medio de una carencia total de infraestructura.
Sin embargo en 1996, por reclamos de otros distritos, el menemismo le puso un tope de $650 millones de pesos a ese fondo, y se decidió que el excedente se repartiera entre las demás provincias. Ese tope nunca se actualizó por inflación, y hoy el excedente que se reparte alcanza la friolera de $500.000 millones anuales. Ahora Buenos Aires exige la declaración de inconstitucionalidad de esa decisión y quedarse con todo el monto.
La demanda bonaerense incluye, si el reclamo por el tope no prospera, que se declare inconstitucional la exclusión de la provincia del reparto del remanente del fondo y del 4 por ciento de Ganancias que se les asigna a las demás provincias como compensación.
En torno a Vidal hay confianza en que la Corte terminará favoreciendo el reclamo de la provincia contra la Nación, como ya hizo con los casos de Córdoba y Santa Fe, por ejemplo, pero no hay esperanzas de que haya una definición antes de las elecciones de octubre.
Una lástima, porque la consideraban una buena herramienta en plena campaña para demostrar que su gestión fue la primera en reclamar los fondos que la sacaron a la provincia, un pedido que durante el kirchnerismo los sucesivos gobernadores bonaerenses callaron por orden de la Nación.
“Buenos Aires aporta casi el 40% de los fondos nacionales mientras que recibe el 18%», les repite siempre que pueda la gobernadora, que se queja porque la suya es la única provincia que “recibe menos de la mitad de lo que aporta”.
Vidal tiene el apoyo tácito del Presidente, pero sabe que tampoco le puede pedir que se pelee con el resto del país para defenderla, porque lo que Mauricio Macri buscará después de octubre es un pacto en el Congreso con todo el peronismo no kirchnerista que le permita aprobar todas las leyes que necesita.
Y los gobernadores no van a dar el brazo a torcer. “Hay una decisión de no ceder, porque una vez que cedés, no sabés dónde termina”, lo definió a #BORDER un mandatario muy activo del movimiento antibonaerense.
En esa línea, la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, dijo que «será la quiebra de las provincias» si la Corte Suprema de Justicia de la Nación fallara a favor del reclamo bonaerense sobre la eliminación del tope del Fondo del Conurbano. «Si nos retienen estos fondos para el Conurbano Bonaerense va en detrimento de las distintas jurisdicciones, y algunos de los presentes dijeron que en forma directa será la quiebra para las provincias», sostuvo.
La plata que perderían el resto de las provincias es tanta que hasta los tres gobernadores de Cambiemos fueron a la reunión, en torno a un delicioso asado en la Casa de San Juan en Capital Federal, la semana pasada. “Acordaron volver a reunirse dentro de un mes, pero están permanentemente comunicados por un grupo de WhatsApp que administra Urtubey”, contó a este medio otro de los organizadores, refiriéndose al gobernador salteño.
Justamente, el salteño fue uno de los que habló después del encuentro. «El ámbito para discutir eso debe ser el Congreso, y creemos que el Ministerio del Interior debe convocar a una reunión a todos los gobernadores para que podamos conversar esto fuera de un clima electoral«, opinó desde su moderación.
En el otro extremo, el rionegrino Alberto Weretilneck tuvo una postura más dura y dijo que no iba a ceder «ni un centavo» de los fondos coparticipables de su provincia.
La conclusión de la reunión fue un escueto documento de cuatro puntos –sin chicanas políticas por pedido de los mandatarios de Cambiemos- donde además de solicitar “respetuosamente” a la Corte Suprema de Justicia que no tome resolución hasta que el tema no se debata en el Congreso, le recuerdan que «la pretensión de la provincia de Buenos Aires perjudica gravemente al resto de las provincias y municipios», y ratifican su “permanente predisposición al diálogo y la búsqueda de soluciones consensuadas«.
En buen romance, los gobernadores saben que Buenos Aires tiene razón en su reclamo y que la Corte, de acuerdo su propia jurisprudencia, la debería favorecer, por eso tratarán de llevar la pelea al Congreso, donde tienen números para doblegar al Gobierno y pueden negociar con la necesidad de mayorías políticas de Cambiemos.
La pelota, una vez más, ahora está en la cancha de la Corte Suprema, que ya citó a las provincias, una por una como terceros involucrados, para que defiendan su postura. La lista comenzará el próximo 26, con Entre Ríos y seguirá con el resto, en un juego nuevo para este cambio de escenario político, que se dio en llamar “todos apunten contra la dama”.
