Es una causa conexa a la de enriquecimiento ilícito del ex ministro y ahora su mujer, Alessandra Minnicelli, quedó en la mira. La Justicia sigue “la ruta de los consumidos”, de al menos 7 autos de lujos, en su mayoría, registrados por la cocinera Nélida Caballero, con domicilio en el departamento de los De Vido. Pericias contables que no cierra y estrategia judicial.

La Justicia busca determinar quién pagaba el telepeaje y las multas de tránsito de los siete automóviles de alta gama decomisados a Nélida Caballero, la empleada de Alessandra Minnicelli y del detenido ex ministro de Planificación Julio de Vido.

En una batería de medidas de prueba que ordenó a pedido de la fiscal del caso Alejandra Mángano y apenas agregó como imputada en la causa a Minnicelli, el juez federal Luis Rodriguez reclamó informes para reconstruir lo que en Tribunales se conoce como ruta de los “consumidos” de una flota que incluye un Peugeot RCZ2013 full, una camioneta Toyota Hilux 4×4 doble cabina automática 2011, un Toyota Ethios 2015, un Fiat Strada 2013 y un cuatriciclo Tibo 250 Hunter 2009.

Es decir, determinar quién mantenía los bienes de uso de la investigada, muchos de los cuales estaban inscriptos con domicilio en el departamento de Avenida del Libertador donde ella trabajaba y vivían los De Vido.

Porque como sucede en estos casos, una pata de la investigación es la pericia contable en la que expertos de la Corte Suprema ya advirtieron serias inconsistencias en base al análisis de declaraciones juradas presentadas por la investigada, datos de Anses, consumos bancarios y otros reportes oficiales.

Pero la otra arista es el “consumido”: cómo hacía para mantener todos sus bienes con su salario de empleada doméstica. Y determinar si es que ella los mantenía.

Además, se sospecha de la existencia de más consumos que los informados por Caballero y hasta ahora no se obtuvieron constancias de otros ingresos que ella declaró, como los provenientes de una casa de quiniela en Formosa.

Más allá del peritaje, se busca acreditar quién pagaba por los servicios y mantenimiento de los bienes. Establecer de dónde salía el dinero para el telepeaje y patentes de los siete vehículos secuestrados o quién pagaba la luz, gas, expensas si las hubiera de inmuebles es una manera de llegar por otra vía a su real titular, o en todo caso, a una sospecha certera al respecto, sostienen los investigadores.

Caballero y su familia son investigados junto a los De Vido por supuesto lavado de activos en la adquisición de esos bienes, que una pericia determinó la ex cocinera no puede justificar.

Alessandra es flamante imputada en esta causa penal, que se lleva de manera conexa a la central por presunto enriquecimiento ilícito de los De Vido. Y cada vez más los investigadores sospechan de la conexión entre aquello que la ex empleada no podría justificar y sus ex empleadores.

Rodríguez tiene en sus manos ya dos pericias contables: la de la ex cocinera en la causa por lavado y la de los De Vido en la de enriquecimiento ilícito. Ninguna de los dos cierra bien para los acusados.

Los De Vido no pueden justificar con sus ingresos un millón de pesos incorporado a su patrimonio entre 2003 y 2007.

Caballero compró sin respaldarse en ingresos explicables 7 vehículos por 899 mil pesos, una propiedad por 1.8 millones, entre otros movimientos cuestionados.

Un total de 2.005.630,99 pesos sin justificación entre 2011 y 2016.

Por estos días y cuando su marido se juega la libertad en los tribunales de Retiro y  uno de sus hijos, Facundo, apareció ligado a una de las maniobras investigadas, Alessandra Minnicelli tuvo un respiro. Su nombre no aparece en el listado de citados a declaración indagatoria por la miniserie El Pacto, financiada con fondos públicos del ex Ministerio de Planificación Federal que condujo su marido. Existen sospechas de que, detrás de esa miniserie que contaba la versión kirchnerista de la historia de Papel Prensa y de una cooperativa de nombre Tostaki estaban tanto la esposa de De Vido, como Marta Cascales, esposa de Guillermo Moreno.

Sí está citado De Vido para el 28 de febrero por el uso de esos dineros para filmar la miniserie y la telenovela no emitida Mamá Corazón, producida por Andrea Del Boca, cuando no era el objetivo de su cartera y había un organismo del Gobierno que se dedicaba a esos menesteres, en todo caso.

Pero, por el contrario, en lo referido a las investigaciones sobre el matrimonio De Vido y su patrimonio se avanza en sintonía con sostenidos reveses judiciales para el detenido ex funcionario kirchnerista en las causas por corrupción que lo llevaron a la cárcel.

El paso de su cumpleaños, las fiestas de Navidad y Año Nuevo en el penal de Marcos Paz le dejó un sabor amargo tamizado con reiteradas cartas públicas y comunicados de sus abogados y cada vez más encarnizadas críticas a la Justicia, que una y otra vez le falla en contra.

Y la propia Minnicelli, desde la cuenta de twitter de su marido, respondió a una nota publicada en La Nación sobre los vínculos de su hijo Facundo con el uso de un vehículo de alta gama pagado presuntamente con fondos públicos destinados a la mina de Rio Turbio. La nota se basó en un informe secreto de la UIF -que ya de secreto no tiene nada- que la Cámara Federal citó para confirmar el procesamiento y preventiva al ex ministro.

La feria judicial de enero encontró a la familia en estos debates dialécticos y, en lo concreto, al diputado sin fueros con todas las cartas puestas en la Cámara Federal de Casación.

El máximo tribunal penal del país  tiene en sus manos decidir si confirma los dos procesamientos que lo mantienen preso: la compra de buques de gas licuado y la defraudación en Yacimientos Carboníferos Rio Turbio.

También los máximos jueces penales resolverán sobre la prisión preventiva dictada en estas dos causas y sobre sus pedidos de excarcelación, rechazados en la Cámara Federal. Cada causa tiene una sala diferente y jueces distintos, pero si sus abogados resuelven pedir la habilitación de la feria judicial de enero para apurar los tantos, todo quedará en manos de alguno de los magistrados de turno.

Eduardo Riggi estará todo enero como presidente de Casación: sus colegas Liliana Catucci y Mariano Borinsky trabajarán hasta el 7; Carlos Mahiques y Alejandro Slokar hasta el 15 y Angela Ledesma lo hará del 15 al 31.

Los pronósticos no son buenos: un día antes del inicio del receso de verano, la sala III de Casación con el voto de Riggi y su colega Carlos Mahiques validó la orden de detenerlo firmada por la Cámara Federal el 17 de octubre pasado.