Ajedrez judicial: el juez Rodríguez movió al “Caballo” Suárez, pero sus colegas le dan un veloz jaque hacia la cárcel

Por: Karina Poritzker @karipori1

La decisión de darle el privilegio del arresto domiciliario al sindicalista, podría ser revocada en pocos días. Para ello actuaron en tiempo récord más de 7 colegas de Rodriguez, entre jueces, fiscales y camaristas. La historia del magistrado que ocupa el juzgado 9, el de la mala fama en Py. ¿Tendrá consecuencias en el Consejo de la Magistratura? La guerra entre Canicoba Corral y María Servini, por la causa del SOMU.

 

«Por dios y los evangelios». El 12 de octubre de 2012 el juez en lo criminal Luis Rodríguez juró y se mudó del Palacio de Justicia a Comodoro Py 2002.

Había atravesado impugnaciones y denuncias varias hasta poner pie por concurso en el juzgado que durante muchos años todos miraron de reojo en el cuarto piso del edificio de Retiro: el que ocupó hasta su suspensión y destitución Juan José Galeano, el que concentró todos los escándalos por la fallida investigación del atentado a la AMIA.

El mismo juzgado que después subrogó Octavio Aráoz de Lamadrid, otro juez que renunció jaqueado por una denuncia de presunto mal desempeño.

Las polémicas del juez Rodríguez y el juzgado 9.
Las polémicas del juez Rodríguez y el juzgado 9.

Rodríguez se convirtió en uno de los doce del fuero y llegó dispuesto a dejar atrás la mala fama del federal 9. Había superado una denuncia por supuesta copia de un examen, otra por coleccionar supuesta simbología nazi -que él dijo eran en realidad objetos de la Segunda Guerra Mundial- y contaba con la venia del auditor Javier Fernández, padrino de su hija.

Fernández, operador judicial K y padrino de la hija de Rodríguez.
Fernández, operador judicial K y padrino de la hija de Rodríguez.

Esa silla -en un juzgado remodelado y casi irreconocible- ocupa Rodríguez desde ese día del 2012, cuando juró mirando fijo a Irurzun.

El mismo camarista que el 17 de octubre pasado, a cinco años de esa escena, le ordenó reclamar el desafuero y disponer la detención del ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido en la causa Río Turbio.

El camarista Irurzun le tomó juramento. Y lo criticó dos veces: por De Vido y por Liuzzi.
El camarista Irurzun le tomó juramento. Y lo criticó dos veces: por De Vido y por Liuzzi.

Irurzun también puso su firma junto a sus colegas de la sala II del Tribunal de Apelaciones para revocar uno de los fallos más cuestionados dictados por Rodríguez desde que juró, con un trasfondo sólo comparable al que acaba de generar su decisión de beneficiar con el arresto domiciliario a Omar “Caballo” Suárez, el ex hombre fuerte del SOMU preso desde septiembre de 2016 por asociación ilícita y coacción.

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Se trató en esa ocasión del sobreseimiento de Carlos Liuzzi, el ex número dos de Carlos Zannini en la Secretaría Legal y Técnica del kirchnerismo investigado por supuesto enriquecimiento ilícito.

La Cámara reabrió la causa el 31 de marzo del año pasado y apartó al juezHubo un «intempestivo cierre de la causa cuando estaba en pleno curso de investigación«, le criticaron los camaristas y aludieron a una «particular situación» generada alrededor de la investigación a Liuzzi.

Por la causa Liuzzi, Rodríguez se volvió parco con la prensa.
Por la causa Liuzzi, Rodríguez se volvió parco con la prensa.

El caso Liuzzi fue también una bisagra en su relación con la prensa: Rodríguez pasó de la cordialidad al ostracismo casi total.

El juez que alteró la feria este año cuando mandó al “Caballo” a la casa de su hija en Olivos, llegó a Comodoro Py junto a otros tres colegas que juraron con él ese día, Sebastián Ramos, Sebastián Casanello y Marcelo Martínez De Giorgi. Todos ex secretarios de jueces y camaristas de la casa, salvo Rodríguez.

El titular del juzgado federal 9 proviene del fuero en lo criminal ordinario con sede en el Palacio de Justicia. Allí estuvo al frente del juzgado 11 durante casi dos décadas de las cuatro que lleva de carrera judicial.

En los pasillos de Py, nadie duda de que la decisión tomada sobre el «Caballo » Suárez tuvo que ser al menos advertida al juez natural del caso, Rodolfo Canicoba Corral.

Rodríguez firmó, se fue de vacaciones y dejó la tormenta perfecta. El martes 2 de enero la feria judicial empezó con llamados entre fiscales, jueces y camaristas de turno con un único tema: qué hacer con el arresto domiciliario del «Caballo».

La cronología fue más que rápida para los tiempos habituales de los federales: el jueves 28 el preso se reunió con Rodríguez en su despacho del cuarto piso. Su defensa había pedido el arresto domiciliario en un oportuno escrito apenas Canicoba Corral inició su descanso anual en Punta del Este.

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Un fiscal, Carlos Rivolo, rechazó el pedido y el 29 de diciembre cuando el edificio estaba ya casi vacío, Rodriguez lo autorizó.

El arresto domiciliario del Caballo Suárez, ¿último escándalo de Rodríguez?
El arresto domiciliario del Caballo Suárez, ¿último escándalo de Rodríguez?

El procesado como supuesto  jefe de asociación ilícita, coacción y otros delitos salió con celeridad del penal de Marcos Paz para llegar al brindis de Año Nuevo en la casa de su hija en Olivos.

En los albores del 2018 volvió a su oficina el fiscal natural del caso, Gerardo Pollicita apeló en tiempo record y un nuevo magistrado, Sebastián Ramos, limitó los beneficios que le había dado Rodríguez y concedió la apelación. Por los avatares de la feria judicial, dejó el caso y  en menos de 24 horas un tercer juez, Sergio Torres, tuvo que resolver sobre un pedido de internación. Tres jueces y dos fiscales, en una semana.

Ninguno de esos magistrados es el natural de la causa que dejó preso al sindicalista.

El derrotero judicial de verano se completó con dos jueces de la Cámara Federal, Leopoldo Bruglia y Eduardo Farah, que tomaron una decisión muy discutida entre ellos y -también- tamizada por llamados y visitas varias: abrir la feria judicial para una apelación que según otras interpretaciones, podía esperar a febrero con el ex hombre fuerte del SOMU tranquilo en Olivos y lejos de la cárcel.

El viernes comenzará a definirse en cuestión de horas lo que todos descuentan será el regreso del «Caballo» a la cárcel: los camaristas cumplirán con la formalidad de escuchar a su abogado defensor, Carlos Broitman, y entre ese día y el lunes pondrán la firma a lo que sería un revés para el acusado y para el fallo firmado entre gallos y medianoche por el juez Rodríguez.

La decisión del titular del federal 9 alteró los ánimos con fuertes críticas por desacuerdo en el contenido pero, también, por lo inusual para los códigos no escritos del edificio: no se patea el tablero con decisiones de fondo en causas ajenas durante subrogancias.

En la Secretaría del juzgado donde se lleva la causa juran que la resolución de Rodríguez los tomó por sorpresa, que fue muy rápida y los obligó a trabajar hasta altas horas de la noche el  fin de semana previo al comienzo de la feria judicial.Y que sólo cumplieron órdenes del juez subrogante. 

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La causa del “Caballo Suárez” ya dejó heridos en las oficinas de Canicoba Corral: hubo una denuncia por supuesto pedido de sobornos por 500 mil dólares por parte de un secretario a la hija del sindicalista a cambio de darle el arresto domiciliario.

Canicoba Corral, investigado por Servini. Chispazos por el Caballo Suárez.
Canicoba Corral, investigado por Servini. Chispazos por el Caballo Suárez.

Para ello, según la denuncia que investiga la jueza María Servini, se debían cambiar abogados para manejarse con uno recomendado desde el juzgado. Esta causa ya provocó chispazos entre los dos jueces veteranos en Comodoro Py. Cuentan que otros dos colegas intervinieron como mediadores para calmar los ánimos.

Con este cuadro y cuatro rechazos a dar beneficios en la detención del «Caballo» firmados por Canicoba, el panorama se presentaba negro, hasta el fallo de Rodríguez.

En la Cámara Federal tienen ya el último informe del Cuerpo Médico Forense pedido por el juez Torres: allí se advierte que el sindicalista puede ser atendido en prisión y que pese a su aspecto, su estado de salud no es crítico.

Con esto más los argumentos del fiscal Pollicita mantenidos por su superior ante el tribunal de Apelaciones Raúl Plée, el Tribunal de Apelaciones parecería dispuesto a desandar el camino y devolver al preso a Marcos Paz.

«No quiero morir en prisión», dijo entre lágrimas en agosto pasado por videoconferencia a los camaristas Bruglia y Jorge Ballestero. Era un pedido para el arresto domiciliario que fue rechazado en esa ocasión.

Bruglia será uno de los que ponga la firma a más tardar el lunes en el fallo que definirá si vuelve o no a su celda de Marcos Paz.

Quedará pendiente ver si el jaque al juez que movió al “Caballo” deriva en otra partida en el Consejo de la Magistratura. Parece tener muchas fichas en riesgo, Rodríguez, allí.

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