#Top5: lugares para descubrir entre las mil opciones de Nueva York

Por: Pablo Strozza

Un recorrido por sitios no tan frecuentados por el turismo en la Gran Manzana. El museo de la ciudad. La calle de las cien historias. La mejor comida judía. El sótano de jazz que hay que visitar. El restó deportivo de Jay Z.

 

Partamos de una base obvia: es imposible conocer Nueva York en su totalidad, y mucho menos en un solo viaje. La idea de una ciudad sin un centro propiamente dicho, y la enormidad de lugares que sí o sí hay que ver, hace que dentro de sus cinco vecindarios siempre queden sitios sin visitar. Acá va, entonces, un ranking arbitrario de sitios que no suelen estar en las guías turísticas, o que si figuran son su lado B. ¡A disfrutar!

1) St Mark’s Place

«I’m not waiting on a lady, I’m just waiting on a friend»

Una publicación compartida por @ pablo.strozza el

La calle 8 del Village cambia su nombre por St Mark’s Place entre las Avenidas Tercera y A, y está plagada de lugares históricos. Un recorrido incompleto debe contemplar el número 2, donde se supo erigir el Five Spot, legendaria cueva jazzera donde tocaron Charlie Parker, Thelonious Monk y Charles Mingus; el número 13, donde vivió el mítico comediante Lenny Bruce; el 80, solar que albergó a León Trotsky y la dupla 96 / 98, inmortalizada en la tapa del disco Physical Graffitti de Led Zeppelin y en el videoclip del tema “Waiting on a Friend” de los Rolling Stones.

  Tuqui, atascado en la red

2) Museum of the City of New York
nyc_1 Opacado por gigantes como el Metropolitan, el MoMA, el Whitney o el Guggenheim, el museo de la ciudad, ubicado en la Quinta Avenida y la calle 103, es un lugar chiquito que permite una recorrida rápida, con pocas muestras pero contundentes, y una colección permanente que termina de descifrar el misterio que hace a Nueva York una de las capitales del mundo. Es imperdible el video de media hora en el que se cuenta la historia de la ciudad, desde la famosa venta por parte de los holandeses hasta nuestros días, y la proyección del futuro de la Gran Manzana, con todos sus problemas actuales de suba de alquileres y gentrificación La entrada es a voluntad: tal como en el Met, se paga lo que se puede.

3) 2nd Ave Deli
nyc_2
La opción más popular (y no por eso más barata) a la hora de comer comida judía en NYC es Katz: allí transcurrió la famosa escena del orgasmo fingido de Cuando Harry conoció a Sally, y fue frecuentado tanto por Bill Clinton como por Frank Sinatra. Pero si uno no quiere hacer cola y quiere experimentar un sándwich de pastrón inolvidable, 2nd Ave Deli (Calle 33 Este Número 62) es una opción tan buena como Katz, y menos turística. La certificación kosher que se puede leer apenas se entra da cuenta de la legitimidad del asunto, y si el pastrón no es del agrado del comensal bien se puede probar con el gefilte fish o con una buena sopa de kneidalaj. Aunque, claro, ninguna de esas comidas será tan buena como la de la bobe, ¿o no?

  Mucha rosca, cambios en el gabinete y anuncios económicos en otro día expuesto para Macri

4) Fat Cat
nyc_3
El Greenwich Village está plagado de buenos lugares para escuchar jazz, como Arthur’s Tavern o el Club 55 (donde David Bowie reclutó a la banda que lo acompañó en Blackstar, su último disco). ¿Qué lo que lleva al Fat Cat (75 Christopher Street, a pasitos de la Séptima Avenida) a estar por encima del resto? Su falta de pretensiones, un ambiente juvenil, una entrada barata, una gran barra de cervezas tiradas, mesas de pool, de ping pong, de tejo, juegos de mesa y barajas de todo tipo, y la chance de ver a ilustres desconocidos que, sin dudas, el día de mañana jugarán en las grandes ligas del género. Un sótano que bien puede recordar en estilo al San Bernardo porteño, pero con una programación en vivo que lo opaca por completo.

  El G20, en números: Dónde está parada la Argentina

5) 4040 Club
nyc_4Empire State of Mind, el temazo que cantan a dúo Jay Z y Alicia Keys, se transformó en uno de los himnos de Nueva York, tanto es así que en muchos lugares, en la noche de año nuevo, es la canción que sucede a New York, New York de Frank Sinatra una vez que se hacen las doce de la noche. Fanático del beisbol, el rapero inauguró el Club 4040 en la zona de Grammercy Park: un bar deportivo en homenaje a la elite de jugadores que alcanzaron 40 home runs y 40 bases robadas en la misma temporada. Un lugar ideal para seguir tanto las Grandes Ligas de Beisbol como la NBA, la NFL y el hockey sobre hielo junto a un buen trago (hay happy hour) y unas pantallas inmensas ya sea en un box o en la barra.

https://www.youtube.com/watch?v=LCINmOZGV6Q

Suscribite a nuestro newsletter
* Recibirás emails de cada publicación semanal
Notas relacionadas
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Con tu suscripción al Newsletter de Border Periodismo recibirás emails de cada publicación semanal.
* Recibirás emails de cada publicación semanal