Uno por uno, los 9 contratos con los que Aerolíneas benefició al hotel de CFK por más de US$ 3,5 millones

Por: Karina Poritzker @karipori1

La ex Presidenta fue requerida para indagatoria por los fiscales por esta maniobra, junto a ex funcionarios -como Alak, Recalde y Kicillof- y sus “operadores” Lázaro Báez y Osvaldo Sanfelice. 

 


Bajo la gestión de Julio Alak primero y Mariano Recalde después, la estatal Aerolíneas Argentinas contrató nueve veces durante siete años al hotel Alto Calafate, de la familia Kirchner, para alojar su tripulación en la posta de descanso en la santacruceña ciudad desde donde se visita el glaciar Perito Moreno.

Por eso los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques pidieron esta semana la declaración indagatoria de los dos, junto a la de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Lázaro Báez y su hijo Martín y el otro socio -y operador hotelero- de los Kirchner, Osvaldo Sanfelice.

El dictamen de los fiscales que pide la indagatoria de CFK.
El dictamen de los fiscales que pide la indagatoria de CFK.

Además, se incluyó a jerárquicos y empleados de Aerolíneas que acompañaron a estas gestiones, entre ellos el luego ministro de Economía Axel Kicillof.

Las razones pueden encontrarse en la cocina de las nueve contrataciones para rentar las habitaciones -se calcula que 26.000- desde enero de 2009 a diciembre de 2015.

#BORDER detalla cada una de ellas, una de las bases de la acusación fiscal que el juez federal Julián Ercolini analizará para definir si ordena las indagatorias.

El hotel K que recibió más de 3,5 millones de dólares de AA.
El hotel K que recibió más de 3,5 millones de dólares de AA.


El inicio

La primera contratación directa del hotel se concretó tres meses después del pase de la sociedad Hotesur a manos de Néstor Kirchner y su hijo Máximo. Fueron 18 habitaciones por día, 126 por semana, por 107 dólares cada una en temporada alta entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2009: en total unos 161.784 dólares. El pedido de compra fue el 70900275, emitido por Aerolíneas.

Cristina ya era presidenta.

Se trató de una operación retroactiva y directa, sin ningún tipo de concurso de proveedores, análisis técnico o económico de ofertas o antecedentes y se hizo cuando la tripulación ya se alojaba «de facto» desde hacía 20 días en el lugar sin contrato alguno, porque el anterior había vencido. Estos puntos remarcaron los fiscales en su acusación.

El “proceso” de selección se entabló con un solo proveedor, el Alto Calafate, e insumió una consulta por correo electrónico: se preguntó el precio y se contrató en menos de 48 horas.

El 20 de enero de 2009, el entonces jefe administrativo de la sucursal El Calafate de Aerolíneas envió un correo al jefe del área de Gestión de Contratos, Carlos Ramallo para avisarle que la orden de compra anterior con el Alto Calafate -en manos de otros dueños- había vencido el 31 de diciembre de 2008. Según la investigación, hasta entonces la contratación de hoteles en la ciudad se rotaba entre diferentes oferentes.

“Carlos, te traslado un pedido que tiene algún tiempo ya, además te informo que la O/C 70800250 ‘HOTESUR S.A.’ por alojamiento de tripulaciones en posta ha vencido el 31/12/2008, motivo por el cual y si te parece bien, habría que contratar algún alojamiento para las tripulaciones que hacen posta FTE o extender la O/C recientemente vencida. Quedo atento a tu resolución”.

Un dia despues, el 21 de enero, Silvana Siciliano, empleada de la Gerencia de Compras, le envió un email al gerente del Alto Calafate: «Estamos renovando la orden de compra por la contratación con vuestro hotel en la ciudad de Calafate, hasta el 31.03.09, favor confirmar los precios actuales U$S 70 Temporada Baja y U$S 107 Temporada Alta, con desayuno e impuestos incluidos”.

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“Así entonces, sin haber recabado otras alternativas para el hospedaje de la tripulación o efectuado un mínimo análisis de conveniencia y pese a que el manual preveía como regla que, por superar los USD 1000, el procedimiento debía hacerse por concurso cerrado e invitarse al actual proveedor a participar, la aerolínea de bandera decidió contratar el Hotel Alto Calafate, pues existía un interés personal —que se verifica en que la decisión había sido tomada en forma previa a la consulta del precio— para beneficiar abiertamente a sus propietarios: los ex Presidentes de la Nación«, concluyeron los fiscales.

Alak, encargado de los primeros contratos de AA.
Alak, encargado de los primeros contratos de AA.

La contratación fue avalada por Carlos Ramallo, jefe de Gestión de Contratos y José Minnitti, jefe de Gerencia de Compras y por el Comité de Gastos e Inversiones el 28 de enero de 2009.

Alak era gerente general de Aerolíneas.

 

El segundo

El 31 de marzo de 2009 venció el primer contrato, pese a lo cual la tripulación siguió ocupando el hotel presidencial «de facto»: un mes después, el 30 de abril, se formalizó la segundad contratación con el pedido de compra 70901034 – 126 habitaciones por semana pero en temporada baja, así que el valor fue de 70 dólares cada una y por un total de 35.420 dólares.

Y aquí la fiscalía advirtió el modus operandi: se dejaba vencer el contrato, se seguía con la ocupación y luego ante la urgencia, la aerolínea de bandera no buscaba el precio u oferta más conveniente.

«Realizar un concurso de precios sobre un período vencido resulta materialmente imposible, y así sin cumplir con la realización de un concurso cerrado que, como se dijo, era la regla en el manual de procedimiento en todo contrato mayor a USD 1000, contrataron el Hotel Alto Calafate sin ningún análisis técnico y económico de la conveniencia de la contratación», según el dictamen fiscal.

Entre este y el tercer contrato que se firmaría después, ocurrió un episodio que graficó cómo se actuaba en base a decidir de antemano: el Alto Calafate entró en refacción,  cerró y por un breve período hubo que buscar otro hotel. Se eligió al Xelena en mayo de 2009 porque figuraba en la base de proveedores de Aerolíneas. Fueron 16 habitaciones por día a 65 dólares cada una, por 21 días y luego se extendió por todo mayo, hasta que reabrió el Alto Calafate.



Tercer contrato

Con el hotel de los Kirchner ya remodelado, de inmediato se hizo el pedido de compra 70901493: 17 habitaciones por día, por once meses, del 1 de junio de 2009 hasta el 30 de abril de 2010. Fueron 5.456 habitaciones: 510.384 dólares. Todo por mail.

En el tercer contrato,  Hotesur fue reemplazada por Valle Mitre, de Lázaro Báez, que puso distancia así entre Aerolíneas y la entonces Presidenta y su familia, según el razonamiento fiscal.

Con Lázaro en problemas, lo cambiaron por Sanfelice.
Con Lázaro en problemas, lo cambiaron por Sanfelice.

El entonces gerente general de Valle Mitre, Adrián Berni -también director suplente de Hotesur– envió la oferta por correo electrónico y Aerolíneas aceptó y contrató ese mismo día. Una única propuesta y cotización.

Un memorándum del 1 de octubre de 2009 que consta en la causa, enviado por el jefe de Unidad de Compras Generales, José Minniti, afirmaba que «finalizadas las reformas del Hotel Alto Calafate, por requerimiento de nuestra Gerencia General, a partir del 1 de junio de 2009 se volvió a contratar dicho hotel”.

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Ese memo se envió cuando Aerolíneas ya estaba a cargo de Recalde, con Axel Kicillof como gerente del área Económico Financiera.

Alak se fue de Aerolíneas para asumir como ministro de Justicia el 8 de julio de 2009, pero había dejado la orden de contratar al hotel presidencial pese a que el Xelena tenía cinco estrellas contra las cuatro del hotel de los Kirchner y era más barato.

Kicillof y Recalde, también con pedido de indagatoria.
Kicillof y Recalde, también con pedido de indagatoria.

Los sucesores de Alak, «Axel Kicillof a cargo de la Gerencia de Área Económico Financiera y Mariano Recalde, gerente General de ARSA continuaron avalando la contratación irregular del hotel de quien lo designó en la empresa, la ex presidente Cristina Fernández”, acusaron los fiscales. En un memo posterior referido al mismo tema, desapareció la frase “por requerimiento de nuestra Gerencia General”.

En su gestión, Kicillof y Recalde “advirtieron que la contratación directa había sido por más de medio millón de dólares y trataron de «disimular» el hecho mediante un proceso de «concurso cerrado».

Por ello, entre octubre y noviembre de 2009 y pese a que el contrato ya estaba en marcha, se insertó en la documentación correos electrónicos con propuestas y cotizaciones de otros hoteles, en una “mise en scene” porque desde cuatro meses antes, la tripulación ya se alojaba en el Alto Calafate.


La cuarta y la quinta

Durante 17 meses, desde mayo de 2010, no hubo contrato vigente con el hotel, pese a lo cual la tripulación se alojó de manera ininterrumpida allí.
La irregularidad se subsanó en septiembre de 2011 con dos contrataciones casi simultáneas.

Había muerto Néstor Kirchner y el Alto Calafate ya estaba a nombre de su viuda y sus dos hijos, Máximo y Florencia. En vez de realizar un concurso de precios antes del vencimiento del contrato, una vez más se actuó a posteriori.

La orden de compra 71001210 sirvió en septiembre de 2011 para contratar un período previo: del 1 de mayo de 2010 al 31 de julio de 2010: esta cuarta contratación directa fue por 1.488 habitaciones, por 104.160 dólares -70 dólares el día a valor temporada baja-,

Se emitían órdenes de compra por habitaciones que, en realidad, ya habían sido abonadas. “La contratación resultó aún más irregular, puesto que si bien la orden de compra figura emitida el día 06/08/2010 ello es falso, toda vez que en realidad la contratación se realizó más de un año después, el 15/09/2011, fecha en que la propia orden de compra figura que fue impresa”, advirtieron los fiscales sobre la maniobra.

Una semana después se hizo la quinta contratación con la orden de compra 1101844 hasta el 31 de julio de 2012. Dos años en total con 8.640 habitaciones -a razón de 12 por día- por 764.640 dólares.

En ambos procesos se hizo saber de la existencia de otras ofertas de hoteles pero la Justicia no encontró constancia alguna y descartó la posibilidad de un concurso de precios para un período retroactivo.

El sexto vino con aumento

El sexto convenio fue directamente la aceptación de un aumento de precios por parte del hotel, por sobre la orden de compra de 764.640 dólares ya aceptada con precio “fijo e inamovible”.
Pero se emitió un nuevo pedido de compra por los últimos cuatro meses con un aumento del precio que rondó el 30 por ciento en dólares.

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Séptima contratación directa

Fueron 4.380 habitaciones entre el 1 de agosto de 2012 y el 31 de julio de 2014 por 437.880 dólares más IVA. Hubo un concurso cerrado con un único proveedor invitado: el Alto Calafate.

Además se contrató por anticipado 24 meses, cuando no había certeza de si iban a ocuparse las plazas por ese período de tiempo.

En un correo electrónico del Jefe de Programación TCPs de Aerolíneas y Austral, días antes de la contratación, se advirtió a la encargada de la compra: Es imposible pasarte [la cantidad de tripulación], si la posta de Calafate se va a realizar por 12 meses más. Solo te confirmo que hasta diciembre está en el horario comercial, pero del año 2013 no tenemos información”.

Cuando Lázaro cayó en desgracia, lo corrieron del negocio.
Cuando Lázaro cayó en desgracia, lo corrieron del negocio.

Fue la última orden emitida a Valle Mitre de Lázaro Báez. El 20 de septiembre de 2013, Patricio Pereyra Arandia, yerno de Alicia Kirchner y apoderado de la nueva explotadora del hotel, Idea SA, de Sanfelice, pidió el cambio de razón social del proveedor.
Lázaro Báez había quedado envuelto en el escándalo mediático por la llegada a los medios nacionales de las acusaciones en su contra por lavado de dinero. Y para los fiscales, se cambió la empresa “pantalla” para “continuar con la modalidad delictiva”.

 

Octavo contrato: primer concurso cerrado.

Tras siete contrataciones directas y con frentes judiciales abiertos, Aerolíneas llamó por primera vez a concurso cerrado de ofertas a la hora de renovar el contrato. Pero, se incumplió el Manual de Contratación, que obligaba a recibir ofertas en sobre cerrado y en cambio, se las pidió por mail.

La contratación se abrió desde el 1 de agosto del 2014 al 31 de julio de 2015 y el Alto Calafate cotizó 342.697,17 dólares.

Según la documentación en la causa, otros hoteles pasaron precios menores en similares condiciones pero se eligió al hotel presidencial porque era de preferencia del sector “usuario”.

En un día se elevó la propuesta a los jerárquicos de Aerolíneas que entendían en el tema y se emitió la orden de compra a nombre de Idea SA por ocho habitaciones diarias durante un año, 2.920 en total.

Sanfelice, socio y operador hotelero K.
Sanfelice, socio y operador hotelero K.

El noveno y último contrato

El 20 de  agosto de 2015 se firmó el contrato para el período 1 de septiembre de ese año y 31 de agosto de 2016 por 237.142,71 dólares.

Hubo un concurso cerrado que volvió a ganar el hotel de los Kirchner para proveer cinco habitaciones diarias por un año. Fue el contrato marco 5010000000223. Con el cambio de Gobierno, este contrato fue rescindido por las nuevas autoridades de Aerolíneas.

A raíz del análisis de estos procedimientos, los fiscales incluyeron en el reclamo de indagatorias a muchos de los que firmaron y aprobaron los sucesivos contratos en Aerolíneas como Luis Ceriani, José Minniti, Lucas Bergman, Silvana Siciliano, Brenda Cuk, entre otros. Y a nombres de peso, de Recalde a Lázaro y Sanfelice, y de Kicillof a Cristina.

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