¿Fetos en incubadoras? Cuán inviable es la polémica “alternativa” para evitar la legalización del aborto

Por: Agustina Rinaldi

Fue una de las más sorprendentes propuestas planteadas desde el bloque de Cambiemos al debate por la despenalización del aborto. ¿Es una locura o existe algún asidero científico? Responden los que saben. Arranca el debate en el Congreso.

 

El debate está instalado en la sociedad hace mucho tiempo, pero jamás había llegado a tener el lugar que esta semana comenzará a tener en el Congreso. Tras las movilizaciones y los reclamos de las mujeres por un marco legal para el aborto, el Gobierno dio libertad de conciencia y avaló que se trataran los proyectos presentados, lo que comenzará esta semana con la exposición de médicos, artistas, psicólogos, abogados, activistas y representantes de credos, a favor y en contra de la despenalización.

Apenas instalado el tema del aborto en la agenda comenzaron a escucharse curiosas alternativas, desde el propio oficialismo, con un mismo fin: evitar la interrupción voluntaria del embarazo.

Bullrich embriónEra sabida la postura del senador de Cambiemos Esteban Bullrich, en contra de la despenalización del aborto. Pero el ex ministro de Educación fue más allá: opinó que “el embrión es un argentino con derechos” y propuso “discutir la adopción de embriones, es decir, cambiar toda la Ley de adopción”. Además, le escribió un poema al feto (como si este le hablara directamente a la madre que desea abortar).

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Al mismo tiempo, la diputada del mismo bloque, abogada y profesora de historia, Marcela Campagnoli, se mostró en desacuerdo con la despenalización del aborto e hizo una propuesta que sorprendió a todos. Sugirió que las mujeres que deseen interrumpir su embarazo no lo hagan y esperen hasta “la semana 20 o 21” y explicó que, tras la espera, “podríamos sacar ese niño de su vientre para que la ciencia le dé vida en una incubadora. ¿El objetivo final? Según la diputada: “lograr una adopción prenatal”.

Al margen de las consideraciones éticas que puedan resultar de estas afirmaciones ¿cuán viable son estas ideas en la práctica? En la misma línea, ¿se podría llevar a cabo la propuesta que expuso Campagnoli con el fin de evitar la despenalización del aborto? Según Mario Sebastiani, miembro de la División de Ginecología y Obstetricia del Hospital Italiano, es “absolutamente imposible”. “La sobrevida recién comienza a partir de las 24 o 25 semanas, con ayuda exterior. De los 9 meses para abajo, empieza a haber dificultades. En el 2018, la sobrevida puede darse a partir de los 650 o 700 gramos”, expresó Sebastiani y, sobre la propuesta de Campagnoli de retirar el feto en la semana 20 o 21, añadió: “A la semana 21 el feto pesa entre 250 y 300 gramos, sería imposible llevar a cabo lo que plantea la diputada de Cambiemos. Podríamos empezar a pensar en la sobrevida a partir de los 700 gramos pero, igualmente, la mitad de los casos no lograrían sobrevivir y los que sí sufrirían muchos inconvenientes: neurológicos, de visión y motrices. Ni siquiera se le podría colocar un respirador a un feto de 21 semanas, se le reventarían los pulmones”.

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Científicamente, llevar a cabo la extracción del feto antes de las 25 semanas es inviable. Además, la incubadora es un medio artificial que se usa para sostener vida en caso de emergencia, no es deseable que un feto se desarrolle fuera del útero. “Tiene muchos efectos secundarios, no es lógico someter a un feto sano a ese ambiente. Puede provocar trastornos neurológicos, en la visión y un montón de enfermedades. No puede ser tomado como una práctica estándar”, añadió Martínez.

Más allá de lo científicamente posible o imposible, esta práctica sería también perjudicial para la mujer. En todo sentido, tanto psicológica como físicamente. La psicóloga especialista en Género y Subjetividad, Mabel Burin, cree que “desde el punto de la subjetividad de la mujer representaría una intrusión forzada en su cuerpo, haciendo una maniobra extractiva sin que ella lo desee. En esta misma línea, explicó: “es un modo de abuso hacia la mujer, de imposición por la fuerza, incluso violando el cuerpo de las mujeres y el derecho que tienen a decidir sobre el mismo”. Físicamente, la mujer también podría tener complicaciones durante la práctica. De hecho, hay altas probabilidades de que pierda la vida en el intento. “Para la madre es riesgoso, tendríamos que inducir los partos o hacer una cesárea. No es lo mismo tener un trabajo de parto previo a los nueve meses que antes de los cinco meses. La madre podría morir o tener hemorragias graves”, explicó Sebastiani y reflexionó: “No podemos acompañar esta propuesta porque se planteó un escenario totalmente irreal”.

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