No sabemos cómo va a ser el periodista del futuro pero sí sus audiencias

Por: Border Redacción Remota

Interesados por la novedad y la gratificación inmediata. Impredecibles, ecológicos, exigentes, volátiles y con ganas de expresarse y criticar. Así serán los lectores, según analiza el Instituto de Estudios para el Futuro de Copenhagen (CIFS)* asociado con #BORDER, en un informe especial para el Día del Periodista, del que se espera un contacto directo con su público y un regreso a las fuentes. Fakenews, BigData, audienomics y cryptonoticias, lo que hay que conocer.

Por Jorge Bernardi y Jorgelina Capaccio, de CIFS* Argentina, especial para #BORDER.

 

En la actualidad, junto a la declinación del consumo de los medios tradicionales -gráficos principalmente-, prolifera una combinación de nuevas generaciones que disponen de poderosas herramientas digitales y de comunicación, en un trasfondo tecnológico de inteligencia artificial (AI), capacidad de procesar Big Data y de poner a disposición de los públicos una gigantesca cantidad de información.

Existen más dispositivos conectados a internet que personas en el planeta y se estima que aumentará al menos diez veces en la próxima década. Este escenario, sin dudas, generará disrupciones en las dinámicas de comunicación invitando a pensar: ¿Cómo pueden impactar estos cambios en las audiencias, en los media y en el periodismo y su rol?

nuevas audiencias

Audienomics – Nuevas generaciones. Nuevas audiencias

Las nuevas generaciones son, ante todo, eso: ¡nuevas! Jóvenes. En su aún corto camino de vida, son estigmatizados como inmaduros, individualistas, solitarios o faltos de compromiso… A lo largo de la historia, la relación entre las juventudes y sus mayores, no fue tan distinta: Beatniks, Beatles, por no hablar de la generación hippie completa -llegando a tornarse en verdaderos movimientos contraculturales- o Rollings, hasta las menos impactantes Punk, Dark, Gótica, Emo y los más adaptativos yuppies y gentrificados new-hipsters.

Vivimos inmersos en entornos altamente volátiles, inciertos, complejos y ambiguos -“VUCA” world, según la sigla en inglés- y en sociedades que, como sugiere Zygmunt Bauman, llevan una vida “líquida”, en la que las condiciones de vida se tornan tan cambiantes, que los comportamientos y estilos en general no llegan a consolidarse en hábitos y rutinas establecidos; el mundo “líquido” jamás termina de adquirir forma.

Como características genuinas, la generación Y, y luego los Millenials, adoptaron rápidamente la tecnología (mientras que la generación Z, Centennials, ya son “nacidos-digitales”), se adaptaron a los cambios, prefieren averiguar lo que les despierta curiosidad en lugar de aprender lo que una avejentada educación les tiene preparado, experimentar como modo de vida combinado con el trabajo, donde los más jóvenes de todos -YGen- viven casi completamente a través del mundo virtual más que en el real, prefiriendo relaciones más laxas y distantes, en formato digital.

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audienomics

Muestran un marcado interés por la novedad y buscan una gratificación inmediata de sus múltiples deseos. Esta dinámica de aceleración los vuelve más impredecibles, enloqueciendo los radares del marketing, la publicidad y los ambientes conexos. Las nuevas generaciones tienen convicciones ecológicas, desean preservar el medio ambiente, evitan tenazmente el consumo de papel y procuran vivir en una economía circular, lo que trasladado al mercado de los contenidos y las noticias, significa que no consumirán en soporte de papel, lo que de todas formas tampoco consumirían en soporte digital.

Casi todas las generaciones se han vuelto mucho más sofisticadas y exigentes debido a la enorme disponibilidad de información, productos, servicios y medios alternativos, todos sumidos en la hipercompetencia en la búsqueda del favor del consumidor.

El intenso matiz que agregan las nuevas generaciones, como consumidores y como audiencias, se resume en una aleación de rápida desmotivación, alta volatilidad de las preferencias pero con conciencia de su centralidad en los distintos mercados, con cierto control de ese escenario con actitud exigente -a veces de manera egocéntrica y caprichosa-, en el cual los medios tratan de captar su atención, seducirlos y que les concedan, al menos por unos momentos, un espacio en sus mentes.

Estas nuevas audiencias “liquidas” tienden a expresarse más que a informarse y a creer acríticamente en lo que leen.

¿Cómo interpretará el periodismo estas nuevas audiencias VUCA? ¿Qué caminos tomará el periodismo al respecto?

¿La información es poder?

Hasta no hace mucho tener información significaba tener “poder”. Hoy no estamos en condiciones de afirmar este postulado teniendo en cuenta que existen medios “democratizadores” de la información que ponen al acceso de todo público, digitalizado por cierto, información que antes era inasequible.

Pero esto ¿qué implica?, acaso ¿una comoditización de la información?

Debemos distinguir entre la masividad de datos que circulan y los que efectivamente se convertirán en información, y finalmente en información fidedigna. Esta viralización de datos pareciera provocar una hiperinflación de datos y contenidos que adquieren también una vertiginosa aceleración debido a su velocidad de circulación por las redes y por la cantidad de usuarios que las multiplican. Detrás de cada móvil, acecha una cámara testigo o un “periodista”, a la manera de periodismo cívico.

Journalogy – ¿Nuevo periodismo o vuelta a los fundamentos?

Hoy, según Intel Data Corp se analizan sólo el 0,5% de los datos disponibles, sin embargo, con la asistencia de AI será posible analizar relaciones entre datos que escapan al ser humano.  

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Y por consiguiente el periodismo -los periodistas- deberán tener en cuenta la novedad que difunde IBM: su sistema “Watson puede leer 800 millones de páginas por segundo y conocer los resultados de más de 23 millones de estudios de investigación alrededor del mundo”. (Michelle Greenwald “Way-beyond jeopardy: Five marketing uses of IBM Watson, IBM 23-09-2016, IBM.co/2rQYtmJ.”)

60 segundos webDentro del panorama de consumo voraz de contenidos, exponencial por la viralización, toman protagonismo subrepticiamente las fake-news (noticias falsas), sobre todo en política y, en menor medida, los mockumentaries (documentales falsos). Sin mencionar la actuación de los bots (robots digitales) en campañas políticas, como la presidencial de los EE.UU. por ejemplo, que cubrieron un 30% de los tweets emitidos durante la campaña.

¿El fin del periodismo o nuevas oportunidades?

La AI ofrecerá en muy poco tiempo una mayor capacidad de análisis de información en tiempo real y cuyos resultados podrán estar dirigidos a un grupo determinado de personas. Podemos discutir si toda esa información estará disponible para cualquiera y cuáles serán las normativas de los gobiernos para proteger los datos personales, pero lo que es muy cierto es que modificará las formas y relaciones de trabajo del periodista y los medios masivos de comunicación. Esos media tradicionales ya no continuarán siendo los intermediarios privilegiados entre la audiencia y los anunciantes.

De la misma manera, se desarticula el vínculo entre periodistas y medios, cambiando el estilo de trabajo, mudando la forma de contratación a un “journalism as a service”, un periodismo como servicio, donde se proveen noticias más que una cantidad de horas de trabajo bajo una relación de dependencia.

Como consecuencia de esa doble desarticulación (medios-periodistas, y audiencias-medios), cambian los modelos de negocios, se transforman los media y la dinámica de estas industrias y cada una de sus partes, inevitablemente, recibe algún impacto: medios, publicidad y periodistas deben replantearse, reconfigurarse, reinventarse… Para cualquiera de ellos, surgen nuevas e innovadoras configuraciones de negocios, para quienes sepan leer e interpretar los caminos hacia el futuro.

Posverdad y fake-news (noticias falsas)

Ingresamos a pleno en la época de la posverdad, que afecta gravemente a los medios y donde las audiencias prefieren conceptos o hechos que desean que sean ciertos, en lugar de conceptos o hechos que se sabe que son ciertos; creen en lo que sienten que es verdad, más que en lo que respaldan los hechos. Los hechos objetivos resultan menos influyentes en la formación de la opinión pública que las apelaciones a la emoción y las creencias personales (‘Post-Verdad’ es solo una estafa a la ‘Verdad’, YouTube, 2018).

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En EE.UU., por ejemplo, 62% de los habitantes se informa a través de medios sociales siendo Facebook, la principal fuente (Pew Research Center, 2016).

Y a nivel de negocio, los medios globales, bajo la forma de agencias de noticias colaborativas completamente digitales, podrían contratar periodistas de todo el mundo para comprarle noticias y pagarles con bitcoins a través de plataformas que utilizan blockchain (información digital almacenada en bloques de datos encadenados, descentralizadamente, virtualmente inviolable y permanente, que permite la trazabilidad de la información involucrada).

Ya han nacido las crypto-noticias. De hecho la plataforma Steemit (https://steemit.com/), creada en 2016, funciona bajo un modelo similar (los usuarios crean, comparten y reciben contenidos, recibiendo ganancias en base al cálculo del beneficio de cada artículo, cobradas en la moneda digital ‘steem’).

La misma arquitectura descentralizada y altamente confiable de blockchain permite y facilita el trabajo colaborativo entre pares periodistas. Este proceso, tal vez, desdibuje aún más el rol de los medios de comunicación, rearticulando el mercado pero en esta nueva fase, vinculando usuarios y creadores de noticias.

La filosofía de blockchain persiste en todos los negocios y actividades: eliminar los intermediarios.

¿Será el futuro del periodismo, un periodismo sin medios? (Meetup.com, 2018)

Pero además, también será factible un “periodismo a medida” o artesanal, en el que los periodistas puedan ser contratados para llevar a cabo investigaciones que no cubren los medios convencionales o que por ser tan locales los “datos” no se encuentran disponibles en la gran web.

Volveremos a ver entonces al periodista de antaño, investigando, hurgando, metido en las oscuridades de la información para echar luz en aquello que se desconoce.

CIFS BORDER

A continuación pueden acceder a la presentación completa del informe «La conquista de los sentidos. Un espacio en la mente de las audiencias», elaborado por Jorge Bernardi y Jorgelina Capaccio, del Instituto de Estudios para el Futuro de Copenhagen, CIFS* Argentina, en un reporte especial para #BORDERPERIODISMO.

Un Espacio en La Mente de Las Audiencias by DanielSeifert on Scribd


*CIFS Argentina es parte del Instituto de Estudios para el Futuro de Copenhagen www.iff.dkCIFS es un think tank independiente, interdisciplinario, sin fines de lucro, que ha guiado a los principales decisores de todo el mundo desde 1970. A través del desarrollo de escenarios de futuros y mapeando megatendencias impulsamos el cambio, la innovación y el desarrollo en gobiernos, empresas, instituciones y en la sociedad. 

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