El jefe de Gabinete convive con su suegra que participa en marchas contra el FMI. Su esposa, la periodista Luciana Mantero, apoya la legalización del aborto, pero su hermano Ignacio Peña le pide a Macri que la vete. El pasado del papá, evaluado al asumir.

Marcos Peña lo había previsto durante la campaña del 2015, antes de que Mauricio Macri se definiera por Gabriela Michetti como su compañera de fórmula y el entonces secretario General del Gobierno porteño todavía tenía chances de integrar el binomio.

La preocupación del funcionario y del equipo de comunicación del PRO que él mismo lideraba tenía que ver con su padre, Félix Peña, un hombre de vasta trayectoria académica vinculado al comercio internacional: qué contestar, en caso de ser elegido como candidato a vicepresidente de Macri y convertirse en una de las figuras de la campaña, sobre su paso por el área económica de la Cancillería durante los últimos años de la dictadura, convocado en aquel entonces por Nicanor Costa Méndez, ministro de Relaciones Exteriores entre 1981 y 1982. No iba a faltar quien cuestionara el pasado del padre de uno de los funcionarios más influyentes del PRO. Sin razón. No pasó. Por las dudas, los cerebros comunicacionales del macrismo tenían preparada una respuesta.

En los últimos meses, aunque por ribetes mucho menos complejos, la familia del jefe de Gabinete sí fue noticia. Primero fueron sus dos hermanos. Después su mujer, la periodista Luciana Mantero. Y luego fue el turno de Diana Estela Pipkin, la suegra.

Hace una semana, Pipkin fue sorprendida entre decenas de actores y dirigentes K y miles de manifestantes en la avenida 9 de Julio, en la marcha de repudio convocada por la oposición contra el acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según los registros públicos, la mujer, de 64 años, estuvo vinculada a la Universidad de Buenos Aires al menos hasta el 2016. Siempre se desempeñó en el rubro educativo.

En noviembre del año pasado, en un extenso reportaje con Jorge Fontevecchia, Peña se refirió al vínculo con su suegra y la simpatía de la mujer con la anterior gestión. “La última vez que hablamos me dijo que su suegra simpatizaba con el kirchnerismo. ¿Votó este año a Cambiemos? ¿Logró convencerla?”, le preguntó primero el fundador del diario Perfil. “La verdad, ni hablamos de las elecciones. Este año nos llevamos bárbaro hablando de sus nietos, encontrando esa convivencia…”, respondió el jefe de Gabinete. Fontevecchia insistió: “Nadie le va a creer eso”. Peña evadió el comentario: “Es verdad. Pero tiene que ver con algo que también pasa en este momento en la Argentina, hay que aprender a respetar las diferentes visiones”. Ante la insistencia, hasta reveló ni haberle preguntado por quién votó.

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En ese mismo reportaje, el jefe de los ministros, en el ojo de la tormenta desde hace al menos unos dos meses, reconoció que Mantero, que lo acompaña a los pocos eventos sociales a los que asiste de noche y no puede ausentarse, proviene de una familia de “tradición” progresista.

Peña siempre sostiene que los nietos son el punto de contacto con su suegra pero hay otro: pueden charlar sobre Cuba. El jefe de Gabinete fue no hace mucho enviado del Gobierno a ese país. Su suegra disfrutó unas vacaciones en la isla en 2009 y se sacó una foto leyendo el diario Granma. El agua no llega al río: al menos Pipkin tiene a su yerno de amigo en Facebook.

De perfil bajo, la mujer de Peña sorprendió horas antes del inicio del debate por la despenalización del aborto en la Cámara de Diputados. “Yo voto por el derecho a decidir, que sea ley”, escribió la periodista en su cuenta de Facebook, y acompañó la frase con la imagen del icónico pañuelo verde. La posición de Mantero era conocida. Como periodista colaboró en #BORDER y está especializada en temas de reproducción asistida, sobre los que ha publicado libros y brindado conferencias. Para ella, esas distintas posturas que ahora salen a la luz son enriquecedoras: “Somos una familia muy plural y creo que eso lejos de ser un problema es una ventaja y nos enriquece, aunque a veces no sea fácil. Somos muy respetuosos e intentamos que prime el afecto”, le dijo a #BORDER.

La posición de la mujer cayó en el momento más conflictivo de la relación entre el jefe de ministros y la Iglesia. En la cúpula eclesiástica están convencidos de que Peña fue uno de los artífices de la decisión de Macri de darle impulso al debate que terminó de quebrar el vínculo entre el Papa Francisco y la Casa Rosada. Una jugada del funcionario y de Jaime Durán Barba, que durante la campaña presidencial del 2015 había dicho que el “Papa no mueve ni seis votos” y también fijado su postura a favor de la legalización.

Poco más de quince días después de la declaración de principios de Mantero fue Ignacio Peña, el mayor de los cuatro hermanos del ex secretario general del Gobierno porteño, el que equilibró la balanza durante una entrevista radial con Mariano Obarrio, uno de los periodistas que militan más activamente en contra de la despenalización del aborto.

“Si el Presidente dice que él cree que la vida comienza en la concepción yo creo que tiene la obligación moral de asumir una posición y si él ve que la gente está cometiendo un error tiene el deber de usar su poder para evitarlo. Si ve que esta ley va a acabar con personas humanas, con seres humanos, él tiene el deber de parar este debate o de influenciar para usar todo su poder para que estas muertes no ocurran”, dijo el mayor de los hermanos Peña, asesor del Gobierno porteño, con un posgrado de economía en Wharton –de la universidad de Pensilvania- y fanático de la innovación, como se describió en una entrevista con la revista Noticias.

Creo que si @mauriciomacri cree que la vida comienza en la concepción tiene la obligación moral de defenderla. No puede ponerse por encima del debate y lavarse las manos. Si el aborto es asesinato y el defiende la vida tiene que actuar de forma acorde.

— Ignacio Peña (@IgnacioPena123) June 27, 2018

Y confesó que a sus nueve años, a su madre le plantearon la posibilidad de interrumpir el embarazo de Peña porque la mujer “corría peligro de vida”. “Decidió seguir adelante con el embarazo, Marcos es el resultado de ese coraje”, dijo.

El ministro coordinador tiene otros tres hermanos: Tomás y Julián, que trabajan en la actividad privada –el primero en cuestiones vinculadas a la tecnología agropecuaria y el segundo en derecho de competencia en el estudio Allende & Brea- , y Andrés, arquitecto y subsecretario de Desarrollo Institucional Productivo del Ministerio de Producción hasta fines del verano, tras la decisión del Presidente -y de Peña- de echar a los familiares directos de ministros del Estado para dar señales de transparencia y austeridad.

Llamativamente, el jefe de Gabinete fue uno de los más perjudicados por esa medida: tanto su hermano –por entonces bajo las órdenes del ex ministro Francisco Cabrera- como su padre –que asesoraba ad honorem en el Consejo de la Producción- tuvieron que dejar la función pública.