Conocé a los 9 asesores de CFK en el Senado

Por: Daniel Seifert @SeifertDaniel

La ex Presidenta hizo designar a dos de sus ex secretarios privados de Presidencia y al camporista Hernán Reibel Maier, involucrado en la causa de los cuadernos. Asistentes “heredados” de Máximo K y su ex cuñada. Y el escriba de De Vido al que su jefa prologa.

 

Tras dos intentos de votación fallidos en el Senado, Cristina Fernández de Kirchner aceptó que sus domicilios en Calafate y Recoleta sean allanados por pedido de la Justicia. Mientras la ex Presidenta esperaba tomar la palabra para referirse al tema en otra sesión maratónica y especial para lograr la autorización, acatada anticipadamente por ella en un escrito publicado en sus redes, la petición del juez Claudio Bonadio de también realizar procedimientos en sus oficinas en la Cámara Alta quedó fuera del debate.

Sentada en su banca, con un attaché plagado de papeles, CFK escuchaba a los oradores de la sesión, sólo interrumpida eventualmente por alguna joven que se le acercaba para hablar. Era Virginia María García, la ex cuñada de su hijo Máximo, ahora prosecretaria administrativa del bloque del Frente para la Victoria, designada a pedido de jefe de bancada Manuel Fuentes.

De García, Fernández de Kirchner heredó el despacho más grande en el Senado, en el tercer piso, con vista a la Plaza congreso y 225 metros cuadrados. En rigor, fue el mismo que usó en su paso anterior por la Cámara, antes de ser presidenta y que luego le legó a su cuñada Alicia Kirchner. Pero también de García recibió la herencia de 4 de los asesores con los que cuenta para su labor parlamentaria.

Es que la ex Presidenta seleccionó e hizo designar en el Senado, como trabajadores en planta transitoria, a 9 asesores para que la ayuden en su despacho. Solicitó para ellos categorías de sueldos que van desde la más jugosa A-1, que implica un mínimo de $72.000 de sueldo -sin contar adicionales por títulos, módulos, capacitaciones, viáticos, reintegros de comidas, riesgo por chofer o seguridad, permanencia o antigüedad-, a la más modesta A-8, de $26.000 mensuales básicos de remuneración.

CFK buscó cerca: eligió a dos de sus ex secretarios privados de Presidencia, un grupo de privilegiados asesores, algunos de los cuales -como ella- quedaron en la mira de la Justicia por no poder explicar la evolución de sus patrimonios mientras prestaban servicios en la función pública. También recurrió a seleccionar personal entre los equipos que asistieron a su hijo Máximo Kirchner en la Cámara de Diputados y a su ex cuñada García, quien cumplió su mandato como senadora en representación de Santa Cruz.

#BORDER accedió a los decretos de nombramiento del personal seleccionado por Cristina, quien solicitó -y le fue concedida- una alta temprana, para que empezaran a trabajar -y a cobrar- ya en diciembre pasado. Y a los decretos posteriores que sumaron más nombres y alguna recategorización para su equipo.

El nombre más conocido de la lista es del de Hernán Reibel Maier, ex subsecretario de Comunicación Pública en su gestión, amigo de su hijo Máximo. Camporista de paladar negro, fue el encargado de repartir las polémicas pautas oficiales durante el gobierno kirchnerista y quedó expuesto cuando se publicaron mails que enviaba a medios y periodistas para adoctrinarlos sobre cómo y cuándo abordar ciertos temas de la agenda política.

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Con Cristina, Reibel Maier comparte protagonismo en la causa derivada por los cuadernos de la corrupción: en su caso, fue mencionado por Martín García Larraburu -exsecretario del exjefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina- como uno de los destinatarios de la plata que recolectaba Roberto Baratta, en ese caso, supuestamente para la campaña electoral.
Reibel Maier

Como muchos camporistas, Reibel Maier arrancó en la función pública en 2010, en Aerolíneas Argentinas, bajo la gestión del también entonces joven K Mariano Recalde. En 2012 pasó a ser funcionario en la estructura de la Jefatura de Gabinete hasta el final del mandato de Cristina -aunque en algunos registros figura que habría cobrado un sueldo por el mes de marzo de 2016-.

Fuera del poder, el camporista continuó asesorando a la ex Presidente en cuestiones de medios. Un vocero sin designación -ni sueldo, al menos registrado- que orquestó reuniones de la candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires con periodistas en el Instituto Patria e hiló fino en los detalles de las entrevistas que CFK decidió conceder en campaña. En el medio, recaló como asesor de la exsenadora García.

Su paso por el gobierno K fue provechoso: pasó de declarar 481.218 pesos en 2012 a 1.375.620 pesos cuando dejó su cargo ejecutivo. Bajo el ala kirchnerista, Reibel Maier logró el sueño de la casa propia: se compró una en Capital -a la que valuó por poco más de 500 mil pesos- y recordó que había recibido como donación la cuarta parte de otra, en Córdoba. Como asesor de CFK en el Senado, Reibel ostenta la categoría A-2, con un sueldo mínimo de $61.000 mensuales.

Con la resolución administrativa del Senado 177/2018 se designó a Reibel y a otros 4 asesores de Cristina. Si bien la norma tiene fecha 17 de enero, la designación de colaboradores fue retroactiva al 10 de diciembre de 2017, cuando la senadora asumió su banca y, según consignó, “en forma excepcional a lo previsto”.

Otros designados así fueron dos de sus ex secretarios privados de cuando era presidenta: Mariano Facundo Cabral y Diego Emiliano Bermúdez Bringue, que fueron nombrados con la máxima categoría posible: la A-1, con un sueldo base de $72.000. Tanto Cabral como Bermúdez Bringue vienen del riñón de Oscar Parrilli y fueron designados en la privada presidencial en 2014, luego de la renuncia de Martín Aguirres, que como tantos secretarios privados, había sido denunciado por su inexplicable crecimiento patrimonial en funciones.

Bermúdez Bringue es hijo de una dirigente rionegrina y Parrilli se lo llevó a trabajar con él a la Secretaría General antes de recalar como asistente presidencial. Por su parecido físico se lo confundió con Máximo Kirchner cuando la ex presidenta fue citada a indagatoria, también ante Bonadio, por la causa de dólar futuro.

bermudez bringue
Bermúdez Bringue y su jefa.

El ex secretario presidencial declaró haber ingresado sin patrimonio a la función pública, en 2013, aunque al año siguiente rectificó bienes previos por 370 mil pesos entre los que incluyó un Ford Fiesta modelo 2011. Dejó su cargo con bienes por $1.968.823, un 432% más, gracias a la adquisición de un departamento en Capital Federal, de 62 metros cuadrados y tasado en casi 1,5 millones de pesos, que logró adquirir con un préstamo millonario del Banco Nación.

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Lo mismo logró su compañero, también en el último año en la función presidencial. En su caso, fue un apartamento porteño más grande, de 152 metros cuadrados, y tasado por poco más de 2 millones de pesos. En su caso, el préstamo, también del Nación, cubría la mitad del valor del bien. El resto no fue explicitado. Mariano Cabral declaró 0 pesos de patrimonio en 2011, 185 mil pesos en 2012, 360 mil pesos en 2013 y 760 mil pesos en 2014. Siempre plata líquida, en cuentas bancarias, efectivo o plazos fijos. Pero en su última declaración jurada, logró su único gracias al préstamo del banco oficial, su declaración saltó a 2,4 millones de pesos. Neuquino, el Senado para Cabral no es novedad: había sido antes asesor de Parrilli cuando representó allí a su provincia. Luego de su paso por Presidencia, Cabral ocupó un puesto en el Consejo de la Magistratura.

Francisco María “Panqui” Bomparte es un abogado pampeano vinculado a La Cámpora que trabajó primero para el diputado provincial Luciano Di Nápoli y luego para la diputada nacional Luz Alonso, ambos referentes de la juventud K. De allí saltó a asesorar a Máximo Kirchner en Diputados, hasta que fue convocado por su madre para el Senado. Fue designado con la categoría A-3, con un sueldo de base de $51.690. Es un hombre de estudios -hizo una maestría en Criminología y armó una fiesta con amigos cuando logró leer mil libros– pero también de suerte: en julio de este año se ganó un televisor Noblex 50 pulgadas, en un sorteo entre suscriptores de una cooperativa pampeana que se adhirieron a la factura digital. Ese día no debe haber ido a trabajar al Senado, porque fue a buscar el premio a su provincia.

Bompadre, un asesor con suerte.
Bompadre, un asesor con suerte.

La primera tanda de asesores designados para CFK la completa Romina Córdoba, quien también había sido asesora de la pariente García, aunque el pase a las huestes de CFK le supuso un descenso de categoría: de A-4 a A-5, que equivale a un sueldo básico de 39 mil pesos. Antes de su trabajo legislativo, Córdoba fue empleada en un ente cooperativo privado que se utilizó, como las universidades, para pagar puestos políticos. La asesora no tuvo tanta suerte como su colega: el año pasado, un banco privado le habría rematado un auto.

En marzo, mediante la resolución 321/18, CFK logró que le designen dos asesoras más, ambas ex colaboradoras de García. Se trata de Virginia Elena Giacobbo y Julieta Calmels.

La primera, santacruceña, fue empleada de Aerolíneas Argentinas y antes trabajó en radios. Fue designada con la categoría A-7 (básico de $29.854), pero en julio pasado, con la resolución 551/18, se pidió su ascenso a la categoría A-5, que implicó un aumento de al menos 10 mil pesos.

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Además de asesorar a la ex senadora García, Calmels trabajó para el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en tiempos K, como directora del Centro Ulloa, y fue supervisora de la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas del Ministerio Público Fiscal. Psicóloga y psicoanalista, preside hoy la asociación civil En Claves. En sus redes es activa en su propia definición como “militante del proyecto nacional y popular”. Está designada con la categoría A-6, con un básico de 32 mil pesos mensuales. Y como su colega, también estuvo designada en el ente cooperativo de Acara (Asociación de Concesionarios Automotores). En sus ratos libres, modera charlas en el Instituto Patria.

Con la misma escala salarial, en abril, Fernández de Kirchner sumó a su octavo asesor: Federico Bernal, designado con la resolución 346/18, con efecto retroactivo a enero.  

Bioquímico y biotecnólogo, fue asesor en el Senado bonaerense. Director del think tank sobre Observatorio OETEC y miembro de la comisión directiva del Instituto Patria, suele escribir artículos en medios como Página/12 o El Destape. Prolífico autor de la editorial Planeta, acaba de escribir un libro sobre, titulado “La estafa del tarifazo”, con prólogo de Víctor Hugo Morales y de su propia jefa, CFK.

No es el primero: hizo otro también sobre los ex secretarios de Energía que se opusieron a las políticas K en la materia -también prologado por el relator K- y otro que tituló «Operación Nisman»

Pero Bernal hizo otro libro que logró más trascendencia: coescribió otro con el ministro Julio De Vido, hoy preso, titulado “Néstor y Cristina Kirchner: planificación y federalismo en acción”. Ese texto de más de 800 páginas, ilustrado con dos pingüinos abrazados y también prologado por la ex presidenta -cuando aún tenía relación con el ministro detenido- fue un escándalo: se pagó $1.689.000 por una tirada de 10 mil ediciones, a través de Nucleoeléctrica, una empresa estatal. Bernal fue luego asesor de De Vido en Diputados.

La última designación para el despacho de Fernández de Kirchner se dio en mayo pasado, también retroactiva a enero: es la de Nancy Elizabeth Esteche, que ostenta un sueldo categoría A-8, con básico de 28 mil pesos. La mujer fue empleada en la Jefatura de Gabinete desde el 2010. En 2013 comenzó a presentar declaraciones juradas como subcoordinadora de Madrinazgos Presidenciales, un cargo encargado de los trámites para que los séptimos hijos varones de algunas familias tuvieran a CFK de madrina.

Esteche no declaró mucho (apenas un Citroen C4 y dinero en efectivo, todo por 213 mil pesos) pero omitió presentar el último formulario ante la Oficina Anticorrupción, cuando dejó el cargo en 2015. De allí, Esteche recaló brevemente en un puesto en la Municipalidad de Avellaneda, a cargo del kirchnerista Jorge Ferraresi ,antes de ser contratada por el Senado para asistir a Cristina.

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