El pampeano pegó el faltazo a la foto en la Rosada. Anunció que padece cáncer de próstata y Frigerio intentó acercar posiciones con él. No hubo caso. ¿Las razones ocultas? Bronca con el Presidente por mediar contra él en una disputa con la Mendoza de su aliado Cornejo. El mensaje en sus papeles oficiales. 

Desde el comienzo de la administración de Cambiemos uno de los gobernadores más díscolos ha sido Carlos Verna ya sea por conveniencias políticas o por sus críticas a obras hidráulicas en la vecina Mendoza que afectarían a La Pampa. De hecho, el mandatario pampeano fue uno de los ausentes esta tarde en Casa Rosada para la foto con Mauricio Macri aunque más temprano participó del debate en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) donde expuso su dureza habitual para con el oficialismo.

Antes de ingresar al histórico edificio del microcentro donde se reúnen los gobernadores opositores, Verna, que hace unos días confesó que sufre un cáncer de próstata, realizó declaraciones a la prensa en la que rechazó acompañar el proyecto de presupuesto y también le apuntó a sus colegas con responsabilidad territorial. “No tengo déficit fiscal. ¿Cómo voy a ajustar si tengo superávit? Me parece que hay gobernadores peronistas que están más cerca de Macri que de Perón«, disparó antes de apurar el paso hacia dentro del edificio de calle San Martín al 800.

«No vamos votar un presupuesto con ajuste. Eso de que es una irresponsabilidad no votar un presupuesto, la irresponsabilidad fue ir al FMI sin consultarnos«, enfatizó.

Luego participó de las discusiones con los gobernadores del PJ y con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en las que nuevamente criticó el proyecto oficial y el llamado al consenso. “El y (Alberto) Rodríguez Sáa fueron los más duros”, describió un vocero gubernamental consultado sobre los pormenores de la reunión.

Más allá de las diferencias, en el oficialismo sostienen que el balance de la negociación “es positivo” por el acuerdo de ir hacia un presupuesto 2019 “con equilibrio fiscal”. No obstante, admiten que “el partido se define en el Congreso”.

Verna no estuvo de acuerdo con esta premisa: en el Gobierno cuestionan que al igual que otras veinte provincias, La Pampa tiene superávit fiscal por la regularización de los desembolsos de la Coparticipación Federal que viene llevando a cabo el Ejecutivo. Desde hace tiempo varios operadores del oficialismo intentaron acercar posiciones con el veterano dirigente y mostrarse cercanos luego que anunciara padecer dicha grave enfermedad. Pero el gobernador pampeano no cedió y, al abandonar la reunión del CFI se excusó en sus temas médicos y pegó el faltazo en la Rosada.

En el mitín de la Rosada hubo cinco gobernadores ausentes. Gustavo Bordet, de Entre Ríos y con buen diálogo con el Gobierno, y el socialista santafesino Miguel Lifschitz habían avisado compromiso y enviaron emisarios. Hasta Alicia Kirchner, de Santa Cruz, decidió no ir pero envió a su vice. Los únicos que no enviaron a nadie fueron Verna y el puntano Alberto Rodríguez Saá.

Empero, hay otras razones que mueven el dirigente peronista pampeano a mantener un discurso de fuerte contenido crítico. Cuando, a poco de haber desembarcado en Balcarce 50, el macrismo aún gozaba de la luna de miel, el pampeano ya tomaba distancia e incluso llegó a abandonar antes de tiempo alguna reunión en Casa Rosada.

En el Gobierno sostienen que sus diferencias “son políticas” para intentar posicionarse dentro de la interna del PJ y también para ordenar su poder dentro del territorio propio. No obstante, hay dos proyectos hidráulicos que han despertado la tirria del gobernador contra Cambiemos.

A poco de comenzar el Gobierno, el ministro del Interior, Frigerio, recuperó el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) por un proyecto en estudio: el embalse Portezuelo del Viento en Mendoza. Luego de varias reuniones y un desacuerdo evidente entre los emisarios provinciales, Verna pidió que Macri emita un laudo sobre el tema.

En enero de 2017, el Presidente dictó el laudo arbitral por la controversia surgida en el seno del Coirco y decidió dar curso a la obra de construcción de Portezuelo del Viento y que se realice un estudio de impacto ambiental en toda la cuenca.

Con este documento, Macri rechazó el planteo de recusación planteado por La Pampa, la única provincia integrante del órgano que en 2016 se había opuesto a la reactivación de la obra. Ese dictamen lo puso furioso al gobernador. Y hace una semana el Presidente, de visita en la provincia gobernada por su aliado radical Alfredo Cornejo, anunció que el proyecto se va a licitar recién a fin de año. La Pampa había objetado en su reclamo que hubo una modificación del Programa Único Acordado en el marco del Corico y que se viola “el derecho humano al agua”. No tuvo eco.

Otro factor discordante es el histórico diferendo que mantiene con Mendoza por las aguas del río Atuel: ese curso de agua nace caudaloso en la provincia cordillerana y llega casi “sin agua” a tierras pampeanas. La falta de acuerdo obligó a la Corte Suprema de Justicia a estudiar el caso para, así, resolver el caudal mínimo fluvioecológico del Atuel para recomponer el ecosistema.

“Verna siempre va a tener una razón para no venir a una foto con el Presidente. Juega con esos conflictos para hacer política; de hecho le conviene que no se solucionen. Si los documentos oficiales de la provincia llevan la leyenda ‘el río Atuel es pampeano’”, chicaneó otra fuente oficial consultada.