Los pros y contras del acuerdo petrolífero que firmaron Cristina y Hugo.
¿Los americanos o los chinos?
No, los venezolanos.
Van a ser ellos los principales socios de la nueva YPF.
Tras el acuerdo firmado entre los presidentes Cristina Fernández y Hugo Chávez, Venezuela asume un rol fundamental en el futuro de la petrolera que conduce Miguel Galuccio.
Ahora bien, ¿es Venezuela el socio más conveniente para Argentina? ¿O son los venezolanos los más beneficiados con este acuerdo?
Venezuela enfrenta la caída en el precio del crudo y una proyección en baja para el 2013 dada la recesión en la zona euro y las menores perspectivas de crecimiento en el resto del mundo.
Chavez –que está en campaña- ya dijo que ésto no va a afectar la economía, cosa que es difícil de creer en un país en el que las ventas de crudo representan el 90 por ciento de las exportaciones.
Entre los compradores de petróleo y derivados como el fuel oil a Venezuela está la Argentina, que es leal a Chavez pese a que –según afirman expertos del sector- es mucho más caro comprarles a ellos que mejorar la producción nacional.
En este contexto, el acuerdo con YPF le permite a Venezuela absorver el know how de la Argentina en la extracción del petróleo y el gas no convencional y la posibilidad de acceder a nuestras áreas. Todo esto motivos son más que atractivos para los venezolanos.
Justamente, la forma en que se manejó esta negociación y la falta de anticipación del decreto 1277 de la semana pasada fueron los detonantes que enojaron a Galuccio que tiene firmada su renuncia en el cajón del escritorio.
Y, ustedes me dirán ¿qué saca Argentina del acuerdo?
Según lo que dice el acuerdo nos permitiria encarar nuevos proyectos y buscar financiación conjunta así como también acceder al área de Ayacucho 6 de la Faja Petrolífera del Orinoco, que queda al sur de Venezuela.
La Faja Petrolífera del Orinoco es la fuente de reservas de hidrocarburos líquidos más grande del mundo. Comprende una extension de 55.314 km2 pero solo el 20 por ciento está explotada, según se informa oficialmente PDVSA.
La verdad de la milanesa
Al referirse al acuerdo, Cristina Kirchner calificó como un «hito histórico» a la recuperación del control estatal de YPF, aunque dijo que fue una decisión «difícil».
«Hubiera sido más fácil hacerlo con el cien por ciento, ir por todo, pero decidimos adoptar un modelo del 51% que nos diera la mayoría y que a su vez nos permitiera seguir enlistados en la Bolsa de Nueva York, cotizando, controlados. Elegí el camino más difícil, las mujeres somos así, nos gustan las cosas difíciles».
Esa apreciación es una verdad parcial, porque hubiese sido muy costoso para el gobierno expropiar el 17,09 por ciento del paquete accionario de YPF que está en manos de los tenedores de acciones.
Pero lo que sí es verdad es que el Mercado es un termómetro a tener en cuenta para medir el impacto de las decisiones.
¿Y qué pasé en los mercados el día después de que se diera a conocer el acuerdo con Venezuela?
¿Subió la cotización?
No.
Esta semana, las acciones de Wall Street bajaron un 5,3 por ciento y un 4,4 en la Bolsa de Comercio porteña.
¿Qué pasó con las provincias petroleras? El ministro de Planificación Julio de Vido anunció hace instantes que se va a reunir con los gobernadores que están inquietos por saber cómo los va a afectar el decreto 1277.
Y, va de suyo, que las compañías petroleras están que trinan con las nuevas imposiciones. El mercado está ahora hiperregulado y están en pie de guerra.
El gobierno también lo está y se va a mantener firme.
De Vido, que dijo que las petroleras “quieren seguir haciendo lo mismo de siempre, sentarse sobre las reservas y especular para sacar mayores ventajas(…)» las acusó de no querer » invertir» y afirmó que el gobierno tiene «la decisión firme de hacer cumplir el decreto”.
Así las cosas, hay que seguir prestándole atención a cómo se distribuye la explotación de las áreas más ricas en petróleo y gas no tradicional, rezar para que no puenteen más a Galuccio y que este valioso técnico se quede en YPF.
Y pedirle al Dalai Lama que las petroleras acepten las nuevas reglas de juego y que el gobierno encuentre la manera de que las férreas exigencies de inversión no generen el éxodo de compañías del sector que no están acostumbradas a que les soplen la nuca.
