Oliván vs Oliván. Debate interno sobre el voto a los 16 (autorreportaje)

Por: María Julia Oliván @mjolivan

Son tantas las preguntas que me hago sobre el tema y tan personales las respuestas que me doy que decidí blanquearles todo. Mi charla interna en este auto
reportaje. Si me hice entender, escríbanme.. así duermo tranquila. Gracias.

750 o un millón de chicos de 16 podrían votar en las próximas elecciones, si se aprueba el proyecto de ley presentado por el diputado del Frente para la Victoria Jorge Yoma y también por el senador Aníbal Fernández.

Podrían votar o no, porque el proyecto establece la opción y no la obligatoriedad de hacerlo.

Podrían votar por Cristina Kirchner, o no. Por qué no pensar que podrían sumarles votos a Mauricio Macri, por ejemplo. (Si bien el oficialismo tiene mayor aprobación de los sectores más jóvenes de la sociedad, nada garantiza que eso sea un cheque en blanco).

-Entonces, María Julia, la pregunta es si ¿podría el oficialismo sacar ventaja de esta ley?

Obvio. Es más, hoy el mismo senador Fernández reconoció que quiere «aprovecharse» de ella.

-¿Podrían los demás espacios políticos hacer lo mismo?

Obvio.

-¿Es raro que un espacio político busque aprovecharse del favor de un sector de la población que adhiere a su propuesta?

No, más bien es de lo más corriente de la política.

-¿De dónde salen entonces los demonios que aquejan a tantos sectores de la sociedad que reaccionan tirándose de las mechas frente a la posibilidad de los pibes de saber qué tipo de gobierno quieren?.

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No vamos a descubrir ahora que las juventudes irritan a los sectores más conservadores de la sociedad. No por nada fueron los jóvenes los que estuvieron al frente de las movidas que iniciaron cambios en el curso de la historia del mundo. En la Argentina los jóvenes que fueron desaparecidos por la dictadura militar le daban miedo a los conservadores porque no podían adoctrinarlos. Los jóvenes del cordobazo eran idealistas y miraban a los jóvenes del Mayo Francés que los inspiraban a reclamar por cambios. Incluso los mismos militares tenían de su lado a los jóvenes intelectuales y economistas formados en la escuela de Chicago que desde lugares estratégicos como el Banco Central  impulsaron los principales cambios económicos que desencadenaron en la apertura indiscriminada de la economía, la inflación y el desempleo que nos hizo dejar de ser una posible potencia económica.

-¿Qué es ser  joven hoy?

A mí con la edad me pasa ésto: Cuando digo ´tengo 37´, lo más probable es que me contesten ´Ah, nos una nena!`.

Eh? Una nena? una nena podría tener una hija mía, pienso yo.

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Para los de mi generación, hasta 45 más o menos sos joven. Si tenés, ponele 58, tampoco se podría decir que sos un tremendo viejo. Todos hoy, se autoproclaman jóvenes. Parece que no serlo es una especie de enfermedad o de cosa tremenda que le pasaba a nuestors abuelos. Sí.. esos que de pronto tenían achaques y se ponían viejos..

Pero ahora nos tomamos unas vitaminas y sanseacabó la vejez. Igual, no son estos «jovenes» los que generan el debate del que hablamos.

-Pero no son esos «jovenes» los que generan el debate..

Claro, los del quilombo, son los que son verdaderamente jóvenes, los adolescentes desafiantes y los veinteañeros.

Porque todo bien con las tribus urbanas y el desafío a la autoridad. Pero todo tiene un límite. Si estos chicos dejan de estar en la pavada y quieren militar o abrazarse a un ideal, entonces se arma el lío.

Un chico de 16 años hoy es muy niño (según Tinelli que habló del tema) para votar.

Pero es grande  para tener celular, cuenta de Facebook, twitter y acceso a cualquier red social en Internet.

Es grande para viajar al exterior en un viaje de egresados con su grupo de amigos y un sólo padre de vigilante (suponiendo que se trate de un chico que tenga la posibilidad económica de hacerlo) pero muy chico como para no tener que presentar para eso un permiso escrito por sus padres.

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Es muy chico para ser juzgado por la ley penal de los adultos.

Muy nada como para que los Diputados debatan y traten la ley penal juvenil.

Muy todo como para ser fans de cualquier cosa de este mundo consumista.

Muy chicos para trabajar.

Pero no si se trata de Justin Bieber o Hannah Montana.

Muy peligrosos si son kirchneristas.

Muy nenes bien si son macristas.

Muy juzgables por todos nosotros. Los que somos grandes, pero nos creemos jóvenes.

Pero nosotros, equivocados o no tenemos el derecho constitucional al voto..

Y pese a eso votamos a alguien y a los dos minutos, si la cosa se complica, decimos que no, que nunca lo quisimos votar. Que nosotros no fuimos.

Nosotros somos los que nunca votamos a Menem. Los que no miramos a Tinelli.

Los que no queremos quilombo. Pero nos bancamos la joda.

-Entonces, qué carajo piensa de la ley?

Que voten los chicos que quieran votar. Que voten por quien quieran. Que se muera el miedo y que viva la participación de todos los que estén interesados.

-Gracias por su tiempo, María Julia.

De nada. Vivo para darles mi tiempo.

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