Luis Suárez es cantinero de la Fragata Libertad desde hace 27 años y uno de los 281 que arribó al país desde Ghana tras 20 días varados. Suárez habló con Wake Up, Delta y contó la sensación de la tripulación.
«Yo no estoy enojado con nadie (…) Pero estoy profundamente dolido. Es algo personal, no hablo en nombre de la Armada pero tenemos que entender que nosotros, los argentinos, tenemos un pedazo de nuestra patria tirado, atrapado retenido allá en el puerto de Tema tripulado por marinos que se quedaron a ponerle el pecho y a hacerle el aguante a la fragata para defenderla y cuidarla».
«La fragata es un ícono de la soberanía argentina que está expuesto a que esta gente, estas manos extranjeras lo agarren y lo usurpen. No quiero que nos manoteen un pedazo de nuestra patria», agregó.
