Nada del amor me produce envidia (crítica)

Por: María Julia Oliván @mjolivan

Por Teresa Sofía Buscaglia

Dos países y una disputa que es la metáfora de una división ideológica que cobra actualidad: Soledad Silveyra se pone en la piel de una costurera de barrio que confeccionará  un vestido encargado por Libertad Lamarque y disputado por Eva Perón, luego de la mítica bofetada en la filmación de  La cabalgata del circo, en 1945.

Santiago Loza, el autor del texto, dio vida a un personaje que le queda perfecto a esta actriz tan dúctil y sensible que puede interpretar todo lo que se proponga y hacerlo creíble. Despojada de maquillaje, con un dominio extraordiniario del lenguaje corporal, humor, picardía y melancolía, Soledad Silveyra nos regala una interpretación que deleita los sentidos, nos hace reir, pensar y sentir al mismo tiempo. La gran actriz representa maravillosamente su monólogo, en la intimidad de un austero escenario, despojado de todo adorno, excepto una silla, en donde ella, sentada con sus manos cruzadas sobre las rodillas, abre diciendo “Vamos a parlotear”.

El problema de la costurera es que tiene que decidir algo por primera vez en su vida. Desconocía esa sensación  y la angustiaba, porque todo lo había aceptado tal como se lo habían mandado. El amor le pasó de largo, y su vida quedó encerrada en ese cuarto donde trabajaba y callaba. Su silencio y su  pasiva resignación se ven cuestionados cuando tiene que elegir a quién le da el vestido. La obra tiene muchas capas, como los vestidos de novia que ella cosía.

Alejandro Tantanián es el director de esta obra que fue estrenada en 2008, en el under porteño, con Maria Merlino y la dirección del cineasta Diego Lerman. El momento histórico seguramente tiene mucho que ver con el éxito que acompaña a esta puesta, más allá de la brillante actuación de Soledad Silveyra. Un detalle: al comienzo, ni bien se apagan las luces y antes de que se abra el telón, se proyecta un   video con imágenes de películas de Libertad Lamarque y de los actos peronistas con las multitudes que poblaban Plaza de Mayo y veneraban a Evita.

Una obra exquisita para disfrutar. 4 Borders

Ficha Técnica:

Nada del amor me produce envidia. Teatro Maipo. Esmeralda 443. Lunes a las 20.30. Dirección: Alejandro Tantanián.

 

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