Durante el Mundial, todas somos botineras o estorbos. Los medios y las redes sociales se llenan de notas como «Las hinchas más sexies», «El top ten de las periodistas deportivas hot» y “Las mujeres de los goleadores”. Las fotos las conocemos de memoria: diosas en tanga hinchando por Argentina. Mientras, los hombres se divierten comentando las brutalidades que nosotras -según ellos- somos capaces de decir durante un partido de fútbol.
Por Leila Sucari
En los últimos años, el fútbol femenino se transformó en tendencia. Los clubes más importantes, como River y Boca, tienen su equipo de mujeres y la FIFA organiza campeonatos a nivel internacional. La AFA tiene tres selecciones: la mayor, una SUB 20 y una SUB 17. Todo es igual que en el fútbol masculino, a no ser por una pequeña gran diferencia: ninguna jugadora cobra un sueldo, el deporte no tiene inversión ni genera ingresos. No deja de verse como algo amateur. Un pasatiempo de chicas que nunca van a llegar a entender el verdadero espíritu que se vive en la cancha. Gabriel Frigerio, árbitro de fútbol femenino, dice: “Mis amigos me preguntan cómo juegan, si hay buen nivel, si de verdad les gusta la pelota. Yo digo que es lo mismo, juegan para ganar, ponen todos los huevos –ovarios, en realidad– en la cancha, transpiran la camiseta como cualquiera”. Sin embargo, a pocos les interesa el avance femenino en el fútbol. En vez de cubrir los partidos de las chicas, los medios se ocupan de armar rankings de las botineras más lindas del mundo. Si una mujer aparece en un suplemento deportivo no es hablando sobre su destreza a la hora de meter un gol, sino posando con una pelota que apenas le tapa las tetas.
El interés femenino en el deporte no parece caerles muy bien a los muchachos. Y ni hablar si la mujer sabe más que el macho de la casa. Para la mayoría de los hombres, el puesto de comentador y crítico durante el Mundial es sagrado y son capaces de lanzar un container de descalificaciones con tal de no sentirse disminuidos. Les gusta que las mujeres sirvan la picada y disfrutan cuando alguna madre, esposa o hija pregunta la diferencia entre un córner y un tiro de esquina. ¿Por qué el universo del fútbol sigue siendo un territorio machista?
Antes era impensable que una mujer se calzara un par de botines o soñara con ser comentarista de un partido. Hoy alrededor del 30% de los estudiantes de periodismo deportivo son mujeres y cada vez hay más profesionales ocupando puestos que antes eran sólo para hombres. Pero la lucha por la igualdad de derechos sigue siendo difícil y nunca falta el prejuicio de que el fútbol es para hombres o lesbianas. El Mundial es un show adornado por chicas en bikini que motivan a los goleadores y a las hinchadas. El lugar común en su estado más puro. Que una mujer viaje a ver un partido de la Copa del Mundo es visto como una pérdida de tiempo y dinero. ¿Dónde está el respeto por la pasión futbolera de las mujeres? No existe. El fútbol es cosa de hombres y el Mundial es su anhelada fiesta de 15. Si una chica se mete, que elija entre el menosprecio y la cosificación. Las periodistas deportivas que realizan la cobertura de la Copa de Brasil son todas jóvenes, flacas y lindas. Las redes sociales se llenan de seguidores y suben fotos de las “periodistas hot”, los diarios del mundo hacen el top ten de las más sexies y ellas mismas se ocupan de ratonear al público mostrando sus escotes pronunciados y desfilando en microbikini por las playas de Río de Janeiro. Entre los futboleros, las curvas suben más el rating que la inteligencia y la perspicacia a la hora de comentar un partido.
Pasaron 84 años de la primera edición de la Copa del Mundo, en 1930, y nunca hemos visto a una mujer ocupar el rol de árbitro. Tampoco siendo jueza de línea ni directora técnica. En cambio, en los mundiales femeninos los hombres dirigen casi todos los seleccionados. Salomé Di Iorio es la primera mujer árbitro profesional de nuestro país y sueña con dirigir un mundial: “Me acerqué al curso de árbitro para fundamentar todas aquellas opiniones que emitía sobre el fútbol y que eran descalificadas naturalmente por mi condición de género. Comencé a interiorizarme a través de las prácticas en el campo de juego, es ahí donde descubrí el amor y la pasión por el arbitraje”.
No es que las mujeres estemos menos calificadas o que no nos guste el deporte, se trata de un prejuicio cultural que nos imponen desde que somos chicos: las nenas con las muñecas, los nenes con la pelota. Pero estamos camino a revertirlo, según un estudio de la FIFA, el 53% de la audiencia de la Copa del Mundo está conformada por mujeres. La Facultad de Motricidad humana y Deportes de la Universidad Abierta Interamericana hizo una encuesta a mil mujeres de Buenos Aires y determinó que las jóvenes de entre 18 y 29 años son las que más se emocionan con el Mundial y más data tienen sobre los jugadores y los DT. Quizá, en la próxima generación, en vez de jugar con barbies, las nenas hagan picaditos y se les esté permitido el lujo de embarrarse en la cancha. Quizás, las Copas del Mundo empiecen a pensarse como un espectáculo tanto para la audiencia masculina como para la femenina, y las mujeres dejemos de ser parte de la escenografía, para ser verdaderas protagonistas.
La socióloga Adolfina Janson publicó el libro »Se acabó ese juego que te hacía feliz”, donde cuenta la historia del fútbol femenino en nuestro país y rescata el lugar de la mujer dentro del deporte. “El varón aún se siente invadido cuando una mujer expone su entusiasmo por el fútbol, por eso opta por la descalificación”, explica Janson. Lo vemos todo el tiempo: las cámaras enfocan a los símbolos-objetos sexuales como Vicky Xipolitakis (quien se sacó una foto envuelta en una bandera argentina) y burlan a las que quieren participar con seriedad. Llegó la hora de ponernos la camiseta y hacer valer nuestro lugar. Así como supimos conquistar los ámbitos de la política y las ciencias, haremos que el fútbol sea también cosa de chicas.
Más data:
http://afa.org.ar/index.php?option=com_content&view=category&id=146&Itemid=116
http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=65&idnota=5800
Leila, me pareció muy acertado su comentario. Escribo fútbol femenino para la Revista Con Efecto. Me interesa el análisis critico al margen de los resultados… me gustaría que habláramos y escribir algo en conjunto. Muchas gracias. Ilde
SI HERMOSO… CHICAS CADA VEZ MAS MACHONAS Y LOS TIPOS MAS MARICONES… LINDO FUTURO NOS ESPERA…
Linda nota, es claro que falta mucho para que a la mujer se la tenga en cuenta en el mundo del fútbol como jugadora profesional. Lo positivo es que cada vez más se puede observar periodistas femeninas que opinan, discuten y participan del entorno futbolístico. El fútbol actual en todo su contexto es realmente chauvinista y carece del debido respeto a la mujer ya que predomina el machismo correspondido y sostenido por jugadores, periodistas y demás participes masculinos. El cambio cultural y el estereotipo de la mujer en el fútbol debe cambiar no solo por la mujer en sí y su debido respeto sino porque realmente debe cambiar para que maduremos como sociedad. Ojalá en el futuro se pueda escuchar mucho sobre jugadoras y su desempeño con la redonda y cada vez menos sobre botineras y demás adjetivos que hacen que la mujer siga siendo un objeto y no una persona.