Conspiraciones políticas de alto nivel, corrupción, falta de escrúpulos, negociados, crímenes; esto y mucho más encontramos en las series que tematizan el mundo de la política. Te contamos cuáles son las series actuales que combinan drama e intrigas políticas.
Por Alita Casal ( @alitacasal)
Ya sea basado en hechos reales o por pura invención de la mente de un grupo de guionistas, los temas de la política tienen lugar en nuestras pantallas. Frente a ciertos acontecimientos de la realidad, la ficción parece quedarse corta a la hora de mostrar tramas intrincadas y llenas de misterios. Hay series dramáticas que retratan situaciones de lucha de poder y los “tejes y manejes” que se dan en esas esferas, así como también sus consecuencias. Estas son algunas de las mejores para ver actualmente.
House of Cards: Una de las primeras series originales de Netflix, se trata de una remake de una serie británica del mismo nombre. Recientemente en boca de todos, y con mucha atención en redes sociales, en sus comienzos sigue la historia del despiadado y astuto congresista norteamericano Francis Underwood (interpretado por Kevin Spacey) y su esposa Claire (Robin Wright) quienes no paran ante nada para conseguir sus propósitos de avanzar en el juego gubernamental. Las historias de este retorcido drama político se adentran en un profundo mundo de avaricia, sexo y corrupción en la ciudad de Washington. Esta serie de David Fincher (director de Gone Girl) y Beau Willimon, despliega todo su arsenal de intriga política al servicio de la ambición de poder. La tercera temporada estrena el 27 de febrero próximo.
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Homeland: Carrie Mathison (Claire Danes, en un papel que le mereció varios premios) es una agente de la CIA que, además de llevar una vida de profesional de lucha contra el terrorismo, lidia con su bipolaridad y, más recientemente, la maternidad. Esta serie emitida por Showtime regresó en octubre pasado con una gran cuarta temporada, con un panorama completamente diferente al de la línea argumental principal que había tenido al comienzo, pero con nuevos desafíos que enfrentar en el territorio del terrorismo internacional. La serie está plagada de intrigas, pactos y colaboraciones secretas entre gobiernos y agencias y servicios de inteligencia. Y muchísima tensión.
The Honourable Woman: miniserie británica de la BBC de 2014, protagonizada por Maggie Gyllenhaal (por la cual ganó hace pocos días el Globo de Oro a Mejor Actriz de Miniserie del año pasado). Nessa Stein es la heredera de un imperio armamentista millonario y busca la reconciliación entre israelíes y palestinos, mientras se ve acorralada por un hecho traumático de su pasado. Ocho capítulos de pura confabulación, gran calidad narrativa, y una excelente interpretación a cargo de la actriz protagonista y las secundarias, como Janet McTeer y Eve Best. Muy buen thriller con tintes dramáticos, escrito y dirigido por Hugo Blick.
Scandal: Este thriller político creado por la “todo-lo-que-toca-lo-convierte-en-oro” Shonda Rhimes, y protagonizado por la bella Kerry Washington, tiene lazos con la vida real. El personaje protagónico, la abogada Olivia Pope, está basado en Judy Smith, quien tuvo un cargo en la administración Bush. Con cuatro temporadas en su haber, la serie focaliza en el manejo de crisis y escándalos en relaciones públicas de la política. Pope tiene de cliente al propio presidente de los Estados Unidos, y su misión es defender su imagen.
Si quieren ir más atrás en el tiempo y revisar el arcón de las series pasadas, hay también varios antecedentes de dramas y thrillers políticos que se pueden ver en varios canales y bien valen la pena el visionado. Es el caso de la exitosa serie 24 (2001; 9 temporadas): el agente federal Jack Bauer tomaba drásticas decisiones -y acciones- para evitar intentos de asesinatos y ataques terroristas. La serie permitía ver a los agentes en su trabajo, que involucraba vincularse con los presidentes y cuestiones políticas, corrupción, espías, aún dentro de la Casa Blanca. Horas de tensión acumulada que llevaron a que hubiera hasta un regreso especial de la serie el año pasado. Otra de las famosas series políticas es The West Wing, de Aaron Sorkin (desde el 1999 al 2006 con Martin Sheen como el presidente Bartlett). La serie dramática giraba en torno a las formas de la política norteamericana, con un abordaje que aún hoy sigue vigente. Realmente vale la pena. Por último, la serie Boss, de 2011, en la que Kelsey Grammer (un gran papel del ex Doctor Frasier Crane) interpretaba al Intendente de Chicago, Tom Kane, poderoso jefe de una maquinaria política de corrupción, quien se vale de todos los medios -llega incluso a esconder su propia enfermedad, un desorden neurológico degenerativo- para seguir con su agenda personal de llegar a gobernador. Otra serie para tener muy en cuenta – y además son solamente dos temporadas, con 18 episodios en total.
De yapa: una serie que también se inmiscuye en las vías de la política, pero con un abordaje bien diferente: la comedia satírica Veep, con una soberbia Julia Louis-Dreyfus en el papel de la vicepresidente Selina Meyer, una ex senadora incompetente y manipuladora. La serie de HBO es una sitcom con un ritmo impresionante; es divertida, incómoda, plagada de chistes actuales y “picantes” sobre la (ficticia) realidad política norteamericana. La serie ya emitió 3 temporadas de 10 capítulos cada una y en breve comienza la cuarta, así que no se priven de una excelente media hora de televisión.
