Se los acusó de todo: de narcisistas, vagos, poco comprometidos. Pero ellos no se dieron por aludidos y siguieron adelante. Hoy, los millennials (nacidos entre los 80 y los 90) no sólo han cambiado la forma en la que trabajamos sino también nuestras ideas sobre el futuro, el trabajo y la felicidad. Enterate del resto en esta nota de #Border.
Por Quena Strauss
No quieren marcar tarjeta, pero tampoco dudan en quedarse trabajando hasta la hora que sea con tal de terminar un proyecto. Pueden pasarse medio día en una plaza o en un café pero- si te fijás bien- vas a ver que tienen encima el smart, una tablet y un anotador porque, bueno, están trabajando (aunque no se note).
Puede incluso que un día cualquiera, y sin previo aviso, dejen la compañía en la que venían desempeñándose porque sienten que ya no tienen “mucho más para hacer ahí”. De hecho, según la Oficina de Empleo de los Estados Unidos, cambiarán quince veces de trabajo (leíste bien: quin-ce veces) antes de cumplir los 38 años. Pero, más allá de esa tendencia a la movilidad (o tal vez justamente por eso) dentro de diez años, representarán tres cuartos de la fuerza de trabajo mundial. Ergo, tres de cada cuatro trabajadores será uno de ellos.
¿De quiénes hablamos? De los Millennials, la Generación del Milenio, la Generación G (por “global”), la Generación Red y muchos otros nombres con los que se los ha bautizado. Como sea, hablamos de gente muy joven, nacida alrededor de los ochenta y con características tan especiales que parece haber llegado al mundo para darlo vuelta todo. Empezando, claro, por la economía y por el trabajo.
Ellos son los que no saben lo que es tomar apuntes en una clase (prefieren grabarla en alguno de sus dispositivos) y que no entienden bien todavía cómo es eso de que hubiera vida antes de las redes sociales. Para ellos, la palabra “compartir” es la clave de todo y se aplica no sólo a las ideas sino también al conocimiento, al entretenimiento, a los espacios de trabajo, a los contactos. De algún modo, todo se hace mejor entre todos y la experiencia hay demostrado que una buena idea mejora cuando se la expone al poder del pensamiento colectivo.
Justamente por eso, los millennials figuran a la cabeza de denominado trabajo 3.0. Esto es: modos de ganar dinero totalmente innovadores porque, por ejemplo, se puede estar redactando desde Buenos Aires un brochure para Nueva Delhi o ilustrando en Saigón un comic que será impreso en Uruguay. Hablamos del llamado trabajo en red, no presencial y mediado por Internet al ciento por ciento. ¿Entendés ahora por qué también se los conoce como la “Generación Global”? Pero, además, muchas veces las relaciones laborales son “instantáneas”: se arman, se mantienen y se terminan no bien se acaba con el proyecto. Y hay ganancias contantes y sonantes sin ninguna de las “contras” de una relación laboral convencional.
Tal vez por eso no sea casual que la mayoría de usuarios de sitios como www.freelancer.com sean, justamente, gente del milenio. “Del análisis de los datos de 2014, Freelancer.com -el mayor portal del mundo de empleo independiente- encontró que el 74% de los usuarios de Freelancer.com son Millennials (personas de edades comprendidas entre 18 y 34 años de edad). Este grupo de empresarios y autónomos es clave en la formación y la creación del mundo en el que vivimos. Los Millennials son confiados emprendedores, con recursos que tienen grandes esperanzas de hacer del mundo un lugar mejor”, dice el comunicado.
Esto se debe en parte porque para esta generación (curtida ya en las crisis laborales que azotaron a sus mayores) el único momento que cuenta es el presente y el único responsable de una vida plena es uno mismo, y no la compañía o el trabajo de turno. Por eso, el Millennial típico balancea trabajo y placer como ningún otro. ¿Por qué? Porque busca vivir de eso que más le gusta hacer y por eso deja de sentir al trabajo como el “castigo bíblico” que conocieron otras generaciones. El Millennial puro es una apasionado por lo que hace, y esa pasión redunda en un trabajo mucho más intenso y creativo. Se trabaja por objetivos, por resultados, y no en función de las horas pasadas dentro de la oficina.
Sebastián Siseles (Director para América Latina y España de Freelancer.com) destacó la importancia de Internet como herramienta democrática y de inclusión social como así también ejemplificó con casos concretos cómo jóvenes de nuestra región han no sólo podido crear emprendimientos tecnológicos exitosos sino que también ayudado a sus familias a ascender en la escala económica gracias a los ingresos obtenidos a través de la plataforma que representa.
¿Entonces? Lo que sospechábamos: el mundo del trabajo está mutando a un ritmo nunca antes visto, y en esta transformación los creativos e innovadores llevan las de ganar, pero no por competencia ni por individualismo, sino por trabajo en equipo, colaboración y sentido de red. Ahora habrá que ver si los que no pertenecemos a la Generación global estamos listos para subirnos a esta ola.
Para saber más:
*https://www.youtube.com/results?search_query=Millennialsen+espa%C3%B1ol
*http://www.lanacion.com.ar/1724153-la-revancha-de-los-millennials-ahora-son-la-generacion-amable
Muy buena nota. Más cerca de los 40 que de los 30, te puedo decir que somos muchos más los que adoptamos esta modalidad de trabajo, propia de estos millennials. En especial en rubros como el mío (Diseño Gráfico e Ilustración) donde sitios como Elance, oDesk, Freelancer, y tantos otros similares, nos permiten trabajar desde casa hacia lugares tan lejanos como insospechados. El living o el cuarto se convirtió en la oficina o mini estudio profesional, y las pantuflas son el uniforme imposible de evitar 🙂
Skype o Hangouts también ayudan a la concreción del sueño del «trabajo por mi cuenta». Hoy en día hasta con gente de la misma ciudad haces con video conference y te evitás sortear kms de tránsito endiablado para hacer un meeting y discutir las instancias de un proyecto. Y si querés más rigurosidad en cuanto a horarios, tenés plataformas de management para proyectos como Basecamp o similares.
Opciones y herramientas hay miles, queda luego en cada uno el nivel de profesionalismo con el que las usa 🙂
Tengo sobrinos q hacen eso…..son grosos, llenos de ideas y proyectos y como todo les parece poco ahora se van con sus proyectos a europa…..son asi!!!! Futuro en puerta!!!!