Créase o no: el 87% de los argentinos cree en Dios

Por: Nuria Gómez Videla @nugovi

En el mes de San Cayetano, Border-Periodismo se pone místico y te muestra un panorama de las creencias religiosas de los argentinos. Dios, los Santos y la influencia del Papa Francisco.

La foto parece siempre la misma pero no lo es, al menos no para quienes están ahí hace días o semanas en pleno invierno, a la intemperie y con lluvia. No están a la espera de ver un partido de fútbol o un show musical, ni cantan canciones frente a las cámaras de TV. Ellos están ahí en silencio, en oración, con el santo y la espiga de trigo entre las manos porque desean entrar al templo de San Cayetano para agradecer y pedir pan y trabajo.

Los argentinos creen. Y lo demuestran con hechos y números. Cada año, todos los 7 de agosto miles de fieles se acercan al barrio de Liniers a rendir homenaje al santo del trabajo, San Cayetano y no lo hacen sólo en agosto sino todos los 7 del año -afirman en el santuario- cerca de 25 mil personas pasan por ahí mensualmente.

Según la última encuesta nacional sobre “Los argentinos y la familia” -dada a conocer en noviembre de 2014- realizada por el observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, en la que se tomaron como muestra 5700 hogares de todas las áreas geográficas del país (NOA, NEA, Cuyo, Centro/Pampeana, Patagonia y AMBA) el 87% de los argentinos cree en Dios –y el mismo porcentaje se identifica con la religión católica-. Le siguen quienes tienen otra religión cristiana con un 8%, otra religión no cristiana con un 4% y quienes no creen en nada un 1%.

El dato comparativo que llama la atención es que mientras en 2011 el promedio de creencia en Dios era del 91% en el 2013 el promedio descendió al 87%, es decir bajó un 4% en dos años. Esta tendencia declinante contrasta con la identificación religiosa como católica, que en el mismo período creció un 13%.

  Fatal bautismo en Iglesia Ortodoxa de Rumania

El crecimiento con la identificación católica no resulta de una pócima mágica, lo que pasó fue que desde marzo de 2013 los argentinos tienen un Papa local –momento en el que Jorge Bergoglio se convirtió en Papa Francisco– “parecería que el Papa Francisco está generando un reavivamiento religioso que se manifiesta de distintas maneras, como pueden ser pequeños altares domésticos o la fotografía en el hogar. Aunque los relevamientos cuantitativos para conocer en profundidad esta devoción son limitados, se puede decir que existe una cierta tendencia”, sostiene la Dra. Beatriz Balian, Vicerrectora Académica de la UCA y una de las responsables de la encuesta citada.

Pero más allá de la creencia en Dios, los argentinos tienden a adorar figuras espirituales, en diferentes estudios que abarcan a todos los sectores sociales se ha observado que la devoción más fuerte está dirigida a la Virgen. La devoción de mayor alcance es la Virgen de Luján, pero también se observan algunas “regionalizaciones” como la Virgen del Valle, La Virgen de Itatí, la Virgen de San Nicolás, la Virgen del Milagro o la Virgen de Caacupé”.  También, la devoción a los santos ha estado siempre presente como expresión de fe de las personas, el caso de San Cayetano al estar asociado al mundo del trabajo permite pensar que la población desea mantener u obtener inserción laboral y está vinculado a su dignidad”, concluye Balian.

 ¿Por qué existen los Santos?

“Porque Dios no deja de ser Dios, pero sólo con él no alcanza, por lo menos no en este mundo. El fenómeno de los santos populares responde, en gran medida, a la imposibilidad de la iglesia tradicional de dar respuestas a quienes buscan soluciones urgentes y a esa idea de llegar a Dios -con intermediarios- a través de los sacerdotes”, afirma desde la idea e investigación, el escritor y periodista Patricio Eleisegui, en la introducción del libro Paganos. Antología de Santos Populares (2013).

  San Expedito: crónica imperdible
Paganos. Antología de santos populares

El santo popular dialoga directamente con el fiel, es más directo, no exige solemnidades ni propone castigos y acerca respuestas para esta vida y no la siguiente. No juzga -como sí lo hace el cura en la iglesia- , ni se presenta desde algún tipo de relación de poder o dominación. Por lo contrario, el culto cristiano basa parte de su potencia en el temor a Dios”, sentencia el escritor.

Eleisegui realizó un exhaustivo trabajo acerca de los santos populares de nuestro país, quienes fueron hombres, mujeres, niños -como cualquiera de nosotros- pero por alguna determinada acción que realizaron en vida, después de muertos resultaron siendo venerados. Muchos de esos homenajes se mantienen desde el siglo pasado. Es así que en ciertos días o meses del año, en los altares construidos por sus fieles, se les rinde culto y se les dejan ofrendas. Quizá el más popular en la Argentina sea el Gauchito Gil con su atuendo de gaucho rojo es quien otorga gracias a quienes enfrentan problemas de salud, económicos y sentimentales, el santo de las causas urgentes.

 

Santos Populares Provincias de Argentina que los veneran
Miguel, el angelito milagroso La Rioja, Catamarca, Córdoba
Martina Chapanay San Juan, Mendoza, San Luis, Catamarca, La Rioja
Almita Visitación Sibila Norte argentino
Gaucho Antonio María Corrientes
Gauchito Gil Corrientes, Misiones, Entre Ríos y toda la Argentina
Adrianita, la santita de Varela Prov. Buenos Aires (Florencio Varela)
Pancho Sierra Prov. Buenos Aires (Salto)
La Telesita Santiago del Estero, Chaco
Gilda Entre Ríos y Ciudad de Buenos Aires
San la Muerte –el único santo al que se recurre para realizar un daño- Misiones, Formosa, Corrientes y Chaco
El Maruchito Río Negro
Lázaro Blanco Entre Ríos, Corrientes
Carballito Santiago del Estero y Salta
Juan Bautista Bairoletto Córdoba, San Luis, San Juan y Mendoza
Gaucho José Dolores San Juan
Difunta Correa San Juan y toda la Argentina
  Aseguran que el papa Juan Pablo II encubrió casos de pedofilia en la Iglesia

 

Creer en lo que hace bien

En un mundo donde todo pasa rápido y cambia cada segundo parece ser que en algo hay que creer, consultado por Border-Periodismo al respecto, el sociólogo Marcelo Salas sostiene: “el alcance para cubrir la «necesidad» espiritual de las personas está determinada por su grado de satisfacción con el mundo. Hay personas a las que la idea del Dios -de las religiones- les basta y otras personas que continúan buscando. Quizás, lo que actualmente nos parece novedoso es la aceptación del diálogo o la coexistencia de distintos tipos de prácticas espirituales y la posibilidad de los individuos de «elegir» lo más conveniente para satisfacer su inquietud espiritual”.

Y tanto es así que, “la construcción de íconos responden a la necesidad de visualizar un faro moral que “nos recuerde” cuáles son las acciones que son dignas de mérito, que se aceptan y celebran, y cuáles son dignas de demérito, aunque a decir verdad la búsqueda de una única respuesta movilizó y moviliza a todo tipo de investigadores de distintas disciplinas como la filosofía, neurociencias, psicología, psiquiatría, antropología, teología, entre otras y está lejos de lograr  un debate cerrado”.

 

Datos útiles

 

 

 

Suscribite a nuestro newsletter
* Recibirás emails de cada publicación semanal
Notas relacionadas
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Con tu suscripción al Newsletter de Border Periodismo recibirás emails de cada publicación semanal.
* Recibirás emails de cada publicación semanal