¿Qué es el arte público? ¿Dónde lo encontramos en Buenos Aires?. Todas las ciudades del mundo tienen instalaciones participativas, intervenciones artísticas, esculturas, murales y símbolos que las identifican y las diferencian de otras. Pero a veces, al formar parte del paisaje urbano cotidiano, ni nos damos cuenta que existen. #Border te ofrece un recorrido sobre algunas, dónde están ubicadas y también, un poco de su historia.
Hace unos días Buenos Aires se quedó sin la punta del Obelisco. La cúpula, de su símbolo por excelencia, desapareció entre las nubes y fue a parar a la puerta del MALBA -Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires- donde se quedará a vivir hasta marzo del año que viene. La democracia del símbolo se llama esta obra de arte público creada por Leandro Erlich, el argentino al que se le ocurrió la genialidad que encendió las alarmas de todos y logró que en pocas horas circularan por las redes sociales cientos y cientos de fotos al respecto.
Arte participativo, popular, creatividad y espacio público son las palabras claves en este tipo de iniciativas que se han incrementado los últimos veinte años, no sólo en la Argentina sino en el mundo. El arte ubicado en un ámbito físico, en un sitio específico de una ciudad, donde los ciudadanos al pasar interactúan con la obra, se la apropian y le dan su sentido. Las miran, las tocan, se trepan y hasta se sacan una foto de recuerdo. Acá va un recorrido sobre algunas que podes visitar en Buenos Aires:
Obelisco: La democracia del símbolo
La obra consta de dos partes: por un lado, en el Obelisco, el artista intervino directamente el monumento haciendo desaparecer su punta al colocarle un capuchón de tres toneladas de hierro que imita el material original, así se genera la ilusión de que el obelisco termina recto y aparece en la explanada del MALBA con una reproducción a escala real. La segunda parte consiste en que cuando el público se acerque al museo podrá ingresar con entrada libre y gratuita a la cúspide y disfrutar de las cuatro vistas aéreas que tiene el Obelisco, al que nunca se ha podido acceder porque no fue construido como mirador y no permite la entrada de público.
Al referirse al sentido de su obra, Erlich sostiene: “Me interesa el arte como una herramienta de integración, de acción, de vinculación. La relación de las ciudades con los monumentos y con lo que significa visitarlos, porque no solo lo hacen los turistas; tiene que ver con la apropiación, con el orgullo, con la pertenencia. Y el Obelisco en Argentina es un monumento que nunca ha sido pensado para ser visitado”.
La Floralis Genérica
Está ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas -Av. Figueroa Alcorta entre la Facultad de Derecho y Canal 7-. Fue obsequiada a la Ciudad por el arquitecto argentino Eduardo Catalano quien se encargó de construirla en acero inoxidable, aluminio y hormigón, con un peso de 18 toneladas y 23 metros de altura. Cuando se inauguró, en el año 2002, fue la primera escultura en movimiento controlada por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas, pero en el 2009 un desperfecto en su sistema eléctrico la paralizó hasta junio de este año, que retomó su movimiento. Siete años pasaron para que vuelva a funcionar debido al alto costo de la reparación. En la actualidad, como sucedió desde el principio, los seis pétalos de Floralis Genérica se abren todos los días a las 8 de la mañana y se cierran durante el ocaso. El ya fallecido Catalano, la bautizó de esa manera en homenaje a todas las flores del mundo. Hay cuatro noches especiales en las que los pétalos quedan abiertos: 25 de mayo, 21 de septiembre, y 24 y 31 de diciembre.
Paseo de la historieta
Es un circuito callejero por el barrio de Monserrat, San Telmo y Puerto Madero que rinde homenaje a los personajes de las principales historietas de la historia argentina: Mafalda, Isidoro, Patoruzú y Clemente, entre otros. El paseo se inicia en Defensa y Chile con Mafalda, Susanita y Manolito. Continúa por Chile hasta Balcarce con Isidoro Cañones. En Balcarce y México se encuentran Larguirucho y Super hijitus. Más adelante, siguiendo por Balcarce hacia la Av.Belgrano se ubican Matías -el niño preguntón de Sendra-. Siguiendo todavía por Balcarce esta Don Fulgencio -el hombre que no tuvo infancia, obra de Lino Palacio-. Y sentado esperando por aclamar está Clemente. Por fin llegando a la esquina de Balcarce y Belgrano nos encontramos con las Chicas de Divito. En Av. Belgrano y Av. Paseo Colón está apostado Patoruzú. Sobre Av. Belgrano, entre Paseo Colón y Azopardo, están Patoruzito e Isidorito. Siguiendo por Belgrano, también nos encontramos con Gaturro -la famosa mascota de Nik-. Finalmente llegamos a Puerto Madero y nos encontramos con el reconocido Don Nicola. Sobre Juana Manso a 100 mts. nos encontramos con Negrazón y Chaveta. Siguiendo el recorrido por la Av. Marta Lynch, aparecen Diógenes y el Linyera -de Tabaré-. Y seguimos por la Av. Lynch y nos encontramos con Langostino y Corina. Infaltable en este recorrido, Inodoro Pereyra y su inseparable perro Mendieta, creación de Roberto Fontanarrosa. Finalizando el recorrido hasta llegar al Museo del Humor en Av. de los Italianos nos encontramos con La Jirafa creación de Mordillo.
Pasionaria
Ubicada en el Dique 4 de Puerto Madero, el barrio más nuevo de Buenos Aires, Pasionaria es una impactante flor de acero rojo realizada por la artista Marcela Cabutti, que resultó ganadora del Premio Arnet a Cielo Abierto 2009 de Esculturas e Instalaciones, entre más de 100 proyectos provenientes de la Argentina y el exterior. Fue donada por la empresa Telecom a la Ciudad y tiene una altura aproximada de tres metros y un peso de 1500 kg. De Pasionaria, su creadora dijo: “la idea fue elegir una flor local, americana, la pasionaria, flor doméstica, salvaje, que crece prácticamente sin cuidados, en cualquier terreno o campo enredada a los alambrados, y llevarla a una escala que resulte visualmente convocante por su color rojo metalizado. Este color y su forma la destacan del resto de los materiales de los edificios que la rodean, especialmente el vidrio y el aluminio. Imagino que quienes abran una ventana o deslicen una cortina desde los edificios cercanos y vean esa flor roja en el piso quizás puedan pensar diferentes historias en relación con su presencia”.
Parque de la Memoria
Este Parque-Monumento a las víctimas del terrorismo de Estado de nuestro país, es un espacio público de catorce hectáreas de extensión, ubicado en la franja costera del Río de la Plata de la Ciudad de Buenos Aires. En él están inscriptos los nombres de los desaparecidos y asesinados. En toda su extensión se encuentran diferentes intervenciones artísticas contemporáneas que logran un contacto visual hermoso junto a la orilla del río, además existe un programa que se encarga de generar constantes acciones arte en tan gran espacio. Actualmente hay 9 esculturas emplazadas: Victoria, donde el artista proyectó una forma geométrica quebrada e incompleta, que alude a las vidas truncadas de los desaparecidos. Pensar es un hecho revolucionario, escultura compuesta por dos bloques contiguos que presentan un texto calado que se lee en el vacío y se completa con el paisaje circundante que le sirve de fondo. Monumento al escape, se compone de tres cuerpos geométricos que rematan en techos de acrílico rojo y que aluden a los centros clandestinos de detención que funcionaron en todo el país durante la dictadura. 30.000, la obra consiste en veinticinco columnas blancas que forman una suerte de bosque tubular sobre el que se encuentra un rostro pintado de negro. Carteles de la memoria, camuflados tras los códigos de señalización vial, los carteles proponen un recorrido por la historia argentina reciente. A los derechos humanos, de León Ferrari, es una escultura sonora pensada por el artista como un artefacto para dibujar sonidos y crear hechos musicales, visuales y táctiles. Y por último, Torres de la memoria, Reconstrucción del retrato de Pablo Míguez y Sin título.
Metegoool, Espacio entre paréntesis y Escrituras
Son los tres proyectos que están pronto a ser emplazados en la Ciudad y que nacieron de la mano del concurso Buenos Aires – Sitio Específico-. ¡Metegooooool! que estará ubicado en el barrio de Barracas, ideado por Horacio Gallo y ejecutado por Gaspar Libedinsky, es una obra que se compone de una mesa de metegol para dos equipos de once personas realizada en hormigón armado en la que las figuras de los jugadores tendrán las características físicas y la ropa de 22 vecinos. Espacio entre paréntesis, de Horacio Zabala, donde dos paréntesis realizados en escala humana se colocarán en plena calle Florida, zona característica de bancos en el Microcentro porteño. Escrituras, cartografía de los devenires, se lucirá en La Boca, ideada por Gabriela Golder y Mariela Yeregui, son siete carteles ubicados en edificios que mostrarán con luces de neón ideas surgidas de un taller para jóvenes del mismo barrio.
Estas son apenas algunas de las intervenciones que transforman el espíritu de un lugar, conjugando arte y diseño con la vida cotidiana, ya decía Eduardo Galeano sobre el arte como transformación social: “Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio (…) Pero quizás desencadenen la alegría de hacer y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla un poquito es la única manera de probar que la realidad es transformable.”
