La Camporitakis: el desbarranco desde la grieta a la griega. (Y el nuevo restó de Ottavis)

Por: Daniel Seifert @SeifertDaniel

Victoria Xipolitakis pasó de ser denunciada por Mariano Recalde a ponerse de novia con otro líder camporista, José Ottavis, ex de otra camporista. La griega que abre o cierra la grieta. La militancia que admite la violencia pero no la pacatería. Y un símbolo de la antipolítica que parodia lo residual de una militancia derrotada. BONUSTRACK: el bar peronista del novio K.

 

Desde la derrota electoral el kirchnerismo, en general, y La Cámpora -el ala en teoría joven del cristinismo duro-, en particular, decidieron enarbolarse como adalides de la resistencia. Pero bastaron un par de inquietantes curvas para que al menos uno de los líderes camporistas no pudiera resistirse más. No fueron cualquiera. La impactante figura de la siempre polémica vedette Victoria Xipolitakis fue la razón de la sinrazón para Jose María Ottavis, el jefe de la bancada K entre los diputados bonaerenses, uno de los integrantes de la mesa chica de la organización presidida por Máximo Kirchner, secretario general del PJ y el mismo que puso en jaque la aprobación del presupuesto de la gobernadora María Eugenia Vidal.

Juntos y retratados por Infobae.
Juntos y retratados por Infobae.

La infatigable socialmedia addict de Vicky blanqueó su amor por Twitter y al instante,

Arrobando a Ottavis.
Arrobando a Ottavis.

como es su habitual (des)manejo mediático, fotos juntos salieron en los medios, esta vez, en Infobae. De allí a las declaraciones crípticas en los móviles de la tevé, faltaron segundos. Agradeció en el escenario a un “José” -porque, claro, estimados: todo esto pasa cuando Vicky estrena obra en la temporada marplatense-, dijo estar “muy bien”, y hasta lista para que la case el papa. Otra vez, Vicky, metiendo a Bergoglio en problemas, aunque no se dedique particularmente a los casorios.

Look para correr tras el papa.
Look para correr tras el papa.

Como cuando lo correteó traslúcida por Paraguay o cuando le cayó con trouppe y funcionario ad hoc en un polémico y financieramente dudoso viaje al Vaticano que revelamos acá. Ya entonces se rumoreaba un bacán de la política en su entorno, supuesto financista de su viaje first class con escala en Qatar.

Para rematarla, la belleza griega deslizó la máxima más sumisa del año al decir que “es el caballero (sic) el que tiene que hablar”. Ottavis, si le cabe el mote señorial, habló. Y lo hizo con Daniel Tognetti, en radio Del Plata. Un diálogo que podría haberse dado en plena fiesta menemista con un Tognetti menos militante y más notero de CQC.

Ni desmiento ni ratifico. Te confirmo mi romance con La Cámpora, con la política.

-Te estás escapando como los tres presos…

Exactamente

Ottavis, también famoso por sus looks.
Ottavis, también famoso por sus looks.

Ottavis siempre ha sido visto como el menos K y más estructuralmente pejotista de la cúpula de La Cámpora. Sus inicios en el duhaldismo siempre fueron una mancha de origen, de esas que los K endilgaron en el ojo ajeno, con la subjetividad conveniente y en el momento necesario. Su alineamiento sciolista fue también observado con recelo hasta que Cristina al menos, dio su voltereta y lo ungió al ex gobernador como futuro derrotado. Sus métodos para la construcción de aparatos, sin embargo, siempre debieron ser aceptados ante la casi adolescencia política del resto de los alfiles de Máximo, de poco barro en los zapatos.

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Para Ottavis, Xipolitakis podrá ser un amor de verano o transformarse en otra pareja icónica de la fiesta menem-kirchnerista como la que terminó en matrimonio entre el ex cabeza de listas K Martín Insaurralde y otra de las mujeres pulposas que obnubiló al poder saliente: Jésica Wanda Judith Cirio.

Sería realmente un cambio de época verlo a Ottavis como compañía de la griega en las tierras del bailando de Tinelli, pero nada podría sorprendernos demasiado. Y hasta supondría, en todo caso, una hazaña griega en pos de cerrar la grieta. Más aún si se tiene en cuenta que, días antes del blanqueo romántico, Xipolitakis fue la figura elogiada en el Espacio Clarín de Mar del Plata, como La Mancha de Rolando sin la guitarra de Boudou. 

Xipolitakis en Espacio Clarín de MDQ.
Xipolitakis en Espacio Clarín de MDQ.
Vicky hace la V... ¿de cuál victoria y para quién?
Vicky hace la V… ¿de cuál victoria y para quién?

Pero para el terreno político, el affaire puede ser catastrófico para Ottavis. Si había algo que sostuviera algún atisbo de imagen positiva del diputado bonaerense, sólo alguien como Xipolitakis puede encargarse de enterrarlo definitivamente. Lo supo otro líder camporista: el ex candidato a jefe de gobierno y ex Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, que sufrió el fuego de Vicky sin tocar sus sábanas, con aquel memorable papelón en la cabina de vuelo, que aún mantiene a la vedette procesada por la Justicia e impedida de volar en líneas nacionales. Recalde aún está pagando el costo de aquel escándalo que nunca creyó casual. El kirchnerismo se encargó de tejer su remanida tela conspirativa al considerar que aquellos videos llegaron a manos de Telenoche por el plan de las fuerzas del mal y no por la dificultad sináptica y el ardor de fama de la protagonista. Recalde y sus traductores asimilaron a Xipolitakis a una Mata Hari de Magnetto. Sería por demás entretenido escuchar a Ottavis explicando por qué la griega es compañera. ¿Se imaginan el Frente para la Victoria Xipolitakis? ¿Ahora ella y su novio serían “fuego amigo” en La Cámpora? ¿Como Julián Domínguez para Aníbal F? ¿O más como Gabriela Cerruti para el ex-yerno-ex-presidencial Camilo Vaca Narvaja? Rarísimo es, para los hombres que pretenden erigirse en la salvación patria aún en la derrota, que sean las andanzas de alcoba las que los lleven a la decadencia.

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Como cuando Insaurralde viajó a la odiosa Miami con la Cirio, este nuevo desliz ni nac ni pop no encontró perdón en los pares. Y algo definitivamente cruje cuando el límite moral lo marca el ex piquetero Luis D’Elía, en tono melodramático.

Tuit D'ElíaTuit D'Elía 2

La contradicción patológica en la trinchera militante se desnuda ante Ottavis, a quien le perdonaron todo antes de la tilinguería de arrimarse a una vedette. La ex mujer del diputado, Laura Elías, lleva años denunciando haber sido víctima de violencia de género en su frustrado matrimonio, según declaró hasta en Página/12,  por haber puesto en duda los modos de su entonces pareja para enriquecerse.

El derrotero de Elías ha incluído:

  • un sinnúmero de denuncias promovidas por Ottavis en su contra y en contra de la jueza que actuaba en la causa  -que cambió de parecer al ser cuestionada ante el Consejo de la Magistratura-.
  • una preocupante cantidad de agresiones anónimas, que crecieron de pintadas al frente de su casa a golpes callejeros el año pasado.
  • numerosos intentos de tildar a la denunciante de insana o fabuladora. Érica García, la ex cantante positiva devenida en publicista y vedette, bramó en Twitter en ese sentido, defendiendo a su amigo, quien la había incluído en un spot-musical para la campaña sciolista junto a Pablito Ruiz y un auténtico decadente.

OttavisAún cuando los descréditos lanzados contra la ex fueran comprobables y explicaran por qué ella perdió la tenencia, nadie podría explicar jurídicamente por qué hace cuatro años no puede ver al hijo preadolescente que tuvo con Ottavis. Nunca nadie en el kirchnerismo se permitió durar, cuestionar o siquiera analizar esto en voz alta. Las juventudes aceptaron y abrazaron al líder camporista acusado de violento pero tal vez intolerable por tilingo. Cuando le preguntaron al candidato Scioli por las denuncias contra Ottavis, contestó: “Yo, en cuestiones familiares, no me meto”. El diputado se vanagloria de hablar casi a diario con la ex presidenta y se permite considerar que “Cristina está muy abuela”, disfrutando de sus nietos, aunque preocupada por la fuga carcelaria.

Ottavis y Mendoza, dos camporistas que fueron pareja.
Ottavis y Mendoza, dos camporistas que fueron pareja.
La diputada Mendoza apoyó a #NiUnaMenos. Pero también calló.
La diputada Mendoza apoyó a #NiUnaMenos. Pero también calló.

Al divorciarse y hasta 2011, Ottavis se puso en pareja con la ahora diputada Mayra Mendoza, la única mujer que, luego, se integraría a la cúpula de La Cámpora, hasta hoy. Flamante madre, en otra historia, ella tampoco ha dicho nada sobre el nuevo affaire de su ex y otrora mentor peronista. Mendoza -aguerrida, morocha, naturalmente bella y tal vez el cuadro más interesante de la juventud K, como describió magníficamente el periodista Gabriel Sued en La Nación en este antológico perfil-,podría ser la antítesis de Xipolitakis.

La griega jugó a ser la tercera opción del balotaje.
La griega jugó a ser la tercera opción del balotaje.

 

Y no es una crítica superficial. Lo más imperdonable de Vicky para las huestes K es que, en los años del reverdecer joven hacia la militancia, el verticalismo, la doctrina, la obediencia partidaria, el compromiso y la ideología, ella se transformó en el ícono de la antipolítica con un solo gesto, mediático como siempre: votar a todos a la vez.

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https://www.youtube.com/watch?v=_kvmagpRpYY

Lo revulsivo del gesto de Vicky no está en la imagen sino en lo que dice: “Me gusta Scioli, me gusta Macri y me gusta Massa. Los tres. Voy a votar a los tres. Voy a darle un punto a cada uno”. Por la positiva, con su casi imposible capacidad para darle verosimilitud a su ignorancia cívica, la griega expuso con gracia la sensación de que todos parecían lo mismo. Tremenda parodia para la década ganada. Si lo sabrá ahora Ottavis.

 

#BONUSTRACK: El bar temático de Ottavis, en Palermo.

En Thames al 1700, el restó Los Octubres.
En Thames al 1700, el restó Los Octubres.

En noviembre pasado y con un capital de 250 mil pesos, Ottavis se asoció al ex legislador porteño Juan Carlos Dante Gullo y su hermano Leopoldo en la sociedad Nuevo Los Octubres SRL. La empresa viene a reemplazar a la que la familia Gullo detentaba para explotar el restaurante, bar y tienda temáticos Los Octubres, instalado en pleno Palermo Hollywood, en Thames 1788 e inaugurado con la crema kirchnerista a fines de 2012. Ottavis se asoció en el emprendimiento de “el Canca” Gullo, mentor y especie de piedra filosofal de La Cámpora, haber sido un camporista original, del ex presidente. Y a la vez, uno de los empresarios de la publicidad en vía pública que más facturó pauta oficial durante el kirchnerismo.

Cool y militante, Los Octubres le debe su nombre al nacimiento de Perón, la plaza del 17, la revolución rusa, el nacimiento de la China de Mao, la muerte del Che y la de Néstor Kirchner, todos hechos sucedidos ese mes. La cena supera el precio medio y en la Guía Óleo, algún comensal se quejó porque tanta memorabilia K contrastaba con una tele puesta en TN.

En la tienda se pueden comprar desde nestornautas y ropa evitista a pingüinos para el vino kirchnerizados. O como describen en el objeto societario: “productos regionales relacionados con la historia argentina y latinoamericana, nacional y popular”, entre ellos, conservas elaboradas por los Gullo.

2015 fue un año de negocios para Ottavis. Unos meses antes, en julio, el diputado bonaerense vendió su participación societaria por 80 mil pesos en otro emprendimiento gastronómico: un restaurante en Monte Caseros, Corrientes, en el que participaba a través de la firma Aguijón SRL, de la que no tendría ya acciones. Los Octubres compite con Perón Perón, El revolucionario o los emprendimientos de Juan Manuel Abal Medina y Guillermo Moreno, en el mundo gourmet militante.

 

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