Operativo lunchera: Tips para que «el nene TE coma» en el cole

Por: Fernanda Sández @siwisi

Ahora  que los comedores de muchos colegios se han puesto imposibles, hablamos con una nutricionista para que nos tire tips acerca de qué  mandar en la lunchera.

Comienza el año escolar y la eterna queja de “el nene no me come” de nuestras madres puede reescribirse en algo bastante peor, a saber: “El nene se la pasa comiendo basura”. Porque, como seguramente ya sabrás, hasta en los colegios más coquetos el bolsillo es el que manda y a menudo la dieta que se sirve al mediodía consiste en fideos, hamburguesas, congelados de pollo y no mucho más. ¿Entonces?

Simple: en #BorderPeriodismo nos pusimos en plan práctico y decidimos consultar a la doctora Andrea Miranda, médica especializada en nutrición y directora de la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (SAENI), a fin de que nos pasara ideas y sugerencias para que el Operativo Lunchera no se fuera a pique. ¿Qué nos dijo? “Para comenzar, el dato central es planificar las comidas de la semana. Esto es, armar durante el fin de semana cómo serán esos cinco almuerzos. Y, para asegurarnos que nuestro hijo efectivamente coma, lo ideal es que se involucre en esa organización”, sugiere.

A la hora de hacerlo, tené en cuenta que en cada comida se incluyan alimentos frescos y cocidos, cereales, frutas, carnes y verduras. Si se elige pollo, que sólo sea la pechuga. Si es pescado, que sea uno que sea del agrado del chico y esté preparado de un modo que le guste”. En caso de ser carne, la regla es clara y se llama PEPA CULONA. ¿Qué? Eso, porque esa es la sigla de los cortes de carne magros ideales para los chicos, a saber: PEceto, PAleta, CUadril, LOmo y NAlga. ¿Qué tal?

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Miranda sugiere además usar el sentido común a la hora de preparar las porciones. “Solo debemos mandar lo que sabemos que nuestro hijo va a comer, porque no tiene sentido ponerle cuatro empanadas si sabemos que solo comerá dos. Tampoco hay que olvidarse de mandarlos con líquido sobre todo ahora que son días de calor, y asegurarnos de que la lunchera esté adecuadamente refrigerada”.

Otro dato clave: volver a insistir con la importancia de las cuatro comidas. “Un chico, sobre todo en edad escolar, debe tener dosis regulares de alimento para mantener no solo su salud sino sus niveles de energía a lo largo de todo el día. Entonces, hay que hacer un buen desayuno con cereales, frutas y pan integral, almorzar bien, tomar una buena merienda y también cenar saludablemente. Esto parece obvio, pero con papás y mamás que trabajan a menudo hay que proponérselo para poder luego cumplirlo”, insiste.

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¿Y las frutas? “Esas son otras presencias obligadas en la luchera, preparadas como al chico le guste más. Lo ideal es hacer una ensalada y dejarlo a él que elija qué frutas le gustan más”, dice la experta. ¿Gaseosas? “Sólo una latita por día, para no excederse con el azúcar”.

 Propone, al mismo tiempo, agregar verduras a cada cosa que se pueda. Ejemplo: si es pollo, que sea pollo con verduras. Si es arroz, sumar broccoli, tomates cherries y arvejas, o cualquier otra variante de vegetales.Los bocadillos de verduras como acelga o espinaca, sobre todo si están condimentados con albahaca, queso y ajo, por caso, son también una buena opción para que no frunzan la cara frente a la propuesta de comer vegetales”.

Miranda propone también dejar a mano de los chicos snacks saludables, como pasas de uva, frutos secos, barritas de cereal y yogurts, por caso. La idea debe ser siempre bajar el consumo de golosinas, alfajores y galletitas, que suelen estar llenos de azúcar, no aportan saciedad y suman calorías sin ningun beneficio. También es clave hablar con los chicos para que aunque sea de a poco comiencen a ser ellos mismos los que vayan regulando la cantidad y la calidad de lo que comen”, advierte.

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¿Más pistas útiles? También conviene charlar con los chicos y regular la cantidad de dinero que se les da para el kiosco. Y acordar con ellos qué es lo que pueden comer y qué no, porque si no sus elecciones pueden no ser las más convenientes. Entonces, si van con el dinero justo para eso (o, mejor todavía, con algo ya comprado en casa) es otra manera de que no se llenen de cosas que ni los alimentan ni les hacen bien”.

Entonces, ahora que ya tenés todas las pautas para que la criatura “te” coma, ponéte media pila y a cocinar. Porque, como también dice la doctora Miranda, “todos estos planes funcionan si y solo si uno se organiza y durante el fin de semana planifica, compra y cocina para el resto de la semana. El lunes a las 7 de la mañana no es momento para andar pensando en el almuerzo de nadie”, concluye. Y tiene mucha razón.

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