Entérate de qué se trata la verdadera revolución sexual de las mujeres

Por: Leila Sucari @LeilaSucari

Emma Watson dejó el cine para dedicarse a la lucha por la igualdad de género. En medio de la polémica decisión, la actriz contó que está suscripta a Omgyes.com, un sitio web que invita a la mujer a explorar su cuerpo. Además hay una tendencia a reivindicar el placer sin la necesidad de los hombres y hasta existen especialistas en «Kung fu vaginal» ¿La masturbación femenina dejó de ser tabú?

Por Leila Sucari @LeilaSucari

“Cuanto más sabes, mejor se pone”, dice la página Omgyes.com, que en español se traduce como “Oh mi dios, sí”. No se trata de leer libros de anatomía ni de ser una especialista en educación sexual: para tener mejores y más orgasmos hay que practicar. Tocarse, explorar, animarse a descubrir el cuerpo. Eso es lo que propone el sitio que recomienda Emma Watson que, por 50 euros al mes, te brinda un acompañamiento virtual que te ayuda a potenciar los orgasmos y promete transformarte en una diosa de la autosatisfacción.

La página es sólo una herramienta y una buena excusa para hablar del tema, pero lo cierto es que no necesitás pagarle a nadie ni suscribirte a ningún sitio web para conocerte, así como tampoco necesitás llamar a un amante para que te de una mano –con la tuya alcanza-.. Lo único fundamental es animarte a probar y estar dispuesta a disfrutar. “Sobre la masturbación femenina no se suele hablar mucho, en cambio la masculina está aceptada y asumida”, dice la sexóloga Belén Rodríguez. “El autoerotismo es la capacidad de darse placer a sí misma. Hay muchos mitos alrededor, se dice que las mujeres no lo necesitan, que es cosa de la adolescencia, que evidencia problemas en la pareja, o que si lo hacen es porque son ninfómanas. Son todos mitos, creencias erróneas. La masturbación aumenta la autoestima, mejora el sistema cardiovascular, relaja los músculos, alivia dolores menstruales, etc. Los beneficios son muchos pero no necesitás ninguna justificación, sólo tener ganas”.

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Durante mucho tiempo, de la sexualidad femenina no se habló. El cuerpo de la mujer estaba destinado a satisfacer los deseos del hombre y a servir de envase contenedor hasta el parto. El placer y el deseo eran condenados: si elegías masturbarte, acostarte con otras mujeres o tener sexo con quien se te cantara las veces que quisieras, eras considerada una enferma mental. Se pensaba que la mujer era por naturaleza pasiva, que no disfrutaba y que si tenía relaciones era para cumplir con el deber marital y por el deseo de ser madre.

Recién en la década del sesenta, gracias al ginecólogo William Masters y a Virginia Johnson, comenzó a cuestionarse el rol femenino en el sexo. “Nosotras también tenemos deseos propios y buscamos el placer tanto como ustedes”, dijo Johnson desafiando a todo el paradigma científico. Hoy por suerte la cosa cambió: aunque siguen existiendo los prejuicios, las mujeres hablan de sexo, miran pornografía, se masturban sin vergüenza, compran juguetes sexuales y llevan preservativos en la cartera.

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La vagina y el clítoris empiezan a tener un lugar de mayor protagonismo y el empoderamiento de las mujeres se traduce también en libertad para el goce. Muchas mujeres hacen ejercicios para mejorar su sexualidad –los famosos Kegel– e incluso algunas dan un paso más allá y practican el llamado Kung Fu vaginal: “Se basa en antiguas prácticas taoístas utilizadas por mujeres ya hace 5.000 años, para fortalecer el suelo pélvico y aumentar el placer sexual. Es un arte marcial para alcanzar una maestría”, explica Kim Anami, terapeuta holística. “Una ´vagina maestra´ está en condiciones de mover muebles, de lanzar pelotas de ping pong, está en permanente estado de felicidad y puede alcanzar cualquier tipo de orgasmo. Hasta puede manejar a su antojo la eyaculación masculina con movimientos de presión. Tener suelo pélvico y músculos vaginales fuertes ayuda en todo, desde el aumento de la libido, una mejor lubricación y mayor potencial orgásmico, eliminar la incontinencia urinaria, y la prevención de prolapso de órganos pélvicos, especialmente después del parto. La vagina es tan fuerte como cualquier otro músculo, aunque las mujeres suelen tener vaginas muy débiles, porque es un órgano que está desvalorizada en nuestra cultura”.

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https://www.youtube.com/watch?time_continue=18&v=E1IFDO7KHAE

Aunque cada vez se hable más, aún queda un largo camino por recorrer. Para mucha gente la masturbación femenina sigue siendo mala palabra. Por ejemplo, hace sólo dos semanas , el perfil de Facebook de la periodista y poeta Luna Miguel fue eliminado después de que publicara un post sobre su nuevo libro: El dedo. Breves apuntes sobre la masturbación femenina. “¿De verdad es obscena la divulgación cultural sobre un tema tan humano como el autoplacer? ¿Qué puede tener eso de dañino?”, escribió Luna.  Ya es hora de romper los prejuicios y comenzar a hablar – y por qué no- a tocarnos más y a dejar bien en claro que todas tenemos derecho a disfrutar.

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