Se comenzó a distribuir el billete de $500 que lleva su imagen. Mientras muchos ya buscan tener el primero en su bolsillo, el felino más grande de América, en la zona norte de nuestro país, pelea por su supervicencia. Las penas por el tráfico y la caza son mínimos. En #BORDER te contamos qué se hace para salvarlos.
Cuando el 30 de junio el Banco Central anunció que empezaba a distribuirlo, la Fundación Vida Silvestre twitteó: “Necesitamos formalizar Plan Nacional para Conservación del #Yaguareté para que no quede sólo en el #Billete500pesos”. En Argentina quedan apenas unos doscientos ejemplares de este hermoso felino de manchas en la piel, que es Monumento Natural Nacional, y todos coinciden en que el peligro es crítico: puede desaparecer para siempre.
Necestiamos formalizar Plan Nacional para Conservación del #Yaguareté para que no quede sólo en el #Billete500pesos pic.twitter.com/hVTLIHAOMt
— Fundación Vida Silvestre 🇦🇷 (@Vida_Silvestre) July 1, 2016
Habitan en tres regiones que poco a poco tienen a achicarse, a cambiar: las yungas de Jujuy y Salta, la región chaqueña y la selva misionera. Si ves en el mapa la delimitación actual y su ubicación histórica te queda bien claro que se fueron arrinconados: la caza, la destrucción de su hábitat, varios factores llevaron al repliegue. Antes llegaban hasta la pampa húmeda. Pero no es nuevo el descuido. Ya Humboldt, en el siglo XIX, aseguraba que salían del puerto de Buenos Aires hacia Europa unas 2500 pieles de esta especie. También los cazaban por la grasa (aseguran que es curativa, que combate el reuma). Por eso no extraña que, por ejemplo, Guacurarí, el primer yaguareté en tener collar con GPS para ser monitoreado y, por lo tanto, cuidado, terminara muerto a manos de cazadores furtivos hace unos años.
En 2012, en una paqueta vidriera de Recoleta, un voluntario de la red de preservación de esta especie quedó sorprendido: vio tras el vidrio un sombrero confeccionado con cuero de yaguareté. Pocos días después, luego de la denuncia ante la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación, la prenda fue incautada. Tres años después, se aplicó una multa de 180 mil pesos al comercio por tráfico de animales y se sentó un precedente.
La multa máxima se aplicó en 2014, cuando por primera vez se fijó una sanción de 500 mil pesos, mil billetes de hoy con la cara del yaguareté, al dueño de un local que exhibía en 2012 una alfombra hecha con la piel del felino. En aquel momento la Dirección de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente de la Nación, junto con personal del departamento de delitos ambientales de la Policía Federal habían intervenido y tiempo después llegó la sanción. Lo inexplicable es que la ley 22.421 de Conservación de Fauna, prevé sanciones económicas por hasta 50 millones de pesos y clausuras comerciales por 5 años. Es decir, 10 mil veces más de lo que jamás se aplicó como multa.
Para que se produzca un cambio, y la justicia aplique las normas es que la Fundación Red Yaguareté armó una campaña en Change.org pidiendo a la Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó que intervenga y trate de impedir que ocurran más casos de caza furtiva. En el pedido indican que en distintas jurisdicciones hay más de cincuenta causas por tráfico y cacería pero hasta ahora no se ha producido ninguna condena penal.
En julio del año pasado, la Fundación Red Yaguareté decía: “las infracciones contra la especie requieren de medidas contundentes avaladas y exigidas por las leyes vigentes. Creemos que la multa es baja, se deben ajustar los valores ante estos ilícitos que no tienen retorno, pues el animal ya está muerto, pero celebramos que se esté aplicando la legislación tanto en el ámbito administrativo como en el judicial”. Hace poco, una empresa que vendía caronas para acompañar las monturas de caballo hechas con piel de yaguareté fue multada por $300 mil pesos. La tradición de exhibir la belleza de su pelaje parece resistir a las razones lógicas de intentar preservarlo.
A medida que aumentó el peligro de desaparecer, surgieron proyectos que buscaron reparar el daño y protegerlos. La Fundación Vida Silvestre, por ejemplo, apoya la iniciativa del Instituto de Biología Subtropical – CeIBA que en 2009 colocó GPSs en los cincuenta yaguaretés registrados en la selva misionera. Como parte Proyecto Yaguareté buscan preservar la especie. En la web puede verse el recorrido de muchos de ellos: líneas trazadas en el mapa que andan en círculos, que recorren kilómetros y que muestra de alguna forma la intimidad de estos animales.
¿Cuántos billetes con la imagen de yaguareté se necesitarían para cuidarlos? Desde prensa de Vida Silvestre dicen: “Es complejo hacer un cálculo ya que es muy subjetivo, y depende más de las acciones que se lleven a cabo y el impacto que se pueda alcanzar. Desde Vida Silvestre lo que estamos rescatando es que la presencia del yaguareté en el billete ayuda a tomar consciencia de que tenemos esta especie en Argentina, que es monumento natural nacional, que está en peligro de extinción y que sería positivo que se invierta en acciones para cuidarlo, como puede ser la implementación del Plan Nacional para la Conservación de la especie”.
Entre los reclamos también aparece la necesidad de saber en qué situación están los que viven en cautiverio. Se pide un censo que incluiría, por ejemplo, a Yagüi, que vive en el ahora ex Zoo de Buenos Aires, que es hembra, nació en cautiverio y que , por su avanzada edad, no resistiría un viaje, así que por ahora afirman que vivirá en el futuro ecoparque lo que le quede de vida.
Su nombre aparece en leyendas, en canciones, en pinturas. Es parte de la cultura de los pueblos de la región donde habita. Si ves uno de $500, ya sabés, todas esas historias y muchísimas otras más, son parte del yaguareté, como sus manchas.
Foto de portada: .J.-Rey-Millet-WWF
Para saber más:
Fundación Vida Silvestre:
Proyecto Yaguareté: http://proyectoyaguarete.com.ar/
Red Yaguareté: http://www.redyaguarete.org.ar
Proyecto Iberá: http://www.proyectoibera.org/especiesamenazadas_yaguarete.htm
