Luego de declarar en la Justicia, el técnico Alberto Samper habla con #BORDER. Los videos exclusivos de esta entrevista. Los más de cien show de la banda durante la vicepresidencia de Boudou. Las sospechas sobre el vice y el estudio Del Cielito. La ostentación de Quieto. El rol de La Cámpora.  

*Con la colaboración de Gonzalo Bañez Villar.

A Alberto Samper le molesta que se digan cosas que no son. Él es un experimentadísimo stage manager, el hombre que hace que las bandas musicales con las que trabaja tengan todo lo que necesiten en el escenario. El que hace que las cosas funcionen bien. Se llama a sí mismo “sólo un técnico” y lo fue para artistas de la talla de Fabiana Cantilo, U2, Bon Jovi, Los Pericos, Bersuit, Los Rodríguez, Fito Páez, Red Hot Chili Peppers, Simple Red, Durán Durán, Charly García, INXS, Soda Stéreo y Luis Alberto Spinetta. En 2013, durante siete meses, trabajó para La Mancha de Rolando, la banda liderada por Manu Quieto, el amigo del ex vicepresidente Amado Boudou. Las cosas terminaron mal. Samper les hizo juicio y cobró su indemnización por despido.

Pero lo que no es Samper es un “arrepentido”. El experimentado técnico fue llamado a declarar como testigo en la causa que investiga los contratos oficiales de la banda amiga de Boudou -en la que están imputados ex funcionarios K- por el juicio laboral que el mismo técnico les realizó. Y Samper decidió contar en la Justicia lo que sabe, que no es poco. Ahora habla en exclusiva con #BORDER, en una entrevista en la que revelará vínculos sospechosamente estrechos entre el líder de la banda y el ex vice, compras millonarias de guitarras, micros y camionetas, la increíble refacción del estudio de grabación que maneja la banda y hasta el rol de La Cámpora en el pago de los shows. Una entrevista reveladora y exclusiva.

 

-#BORDER: ¿Por cuánto tiempo trabajaste con la Mancha de Rolando?

–Samper: A mí me llamaron por teléfono el 22 de agosto de 2013, y mi primer show fue al día siguiente. El último fue en marzo de 2014, en Puerto Deseado. Así que trabajé 7 meses.

-#BORDER: En ese período de tiempo, ¿cuántos recitales hicieron?

–Samper: Exactamente no me acuerdo si fueron 35 ó 36. Hubo un parate a fin de 2013 y en el mes de enero de 2014 se hicieron dos shows. El grueso de los recitales se hicieron entre agosto y principios de diciembre.

-#BORDER: ¿Quiénes eran los que contrataban a la banda?

–Samper: Y mirá, de esos treinta y pico de shows, hubo tres o cuatro que fueron privados. Los dos primeros fueron producción propia de ellos. Pero el resto eran todas presentaciones que, supongo yo, eran del Estado nacional, municipios, venían por actos partidarios o por fiestas nacionales, como la fiesta del arroz, por ejemplo.

-#BORDER: Entonces en ese año vos calculás que unos 20 shows fueron oficiales.

–Samper: Yo diría que un poco más, 20 como mínimo.

-#BORDER: ¿Cuántos más?

–Samper: Mirá, tenemos los dos que te dije de las producciones propias, uno que se hizo frente a Aeroparque que era para una empresa de telefonía móvil, otro que se hizo en Uruguay y el resto eran todos oficiales. O sea que tenés por lo menos 30 o 31.

-#BORDER: Durante ese tiempo, ¿en qué consistía tu trabajo?

–Samper: Yo trabajaba como técnico arriba del escenario, en el armado y desarmado del backline, que es el montaje de instrumentos y equipos de la banda.

 

-#BORDER: Vos trabajabas para la banda…

–Samper: Sí, para la banda.

-#BORDER: ¿Viajabas con ellos?

–Samper: Viajaba en el micro de ellos y ocasionalmente hemos tomado algún avión.

-#BORDER: ¿Tienen un micro?

–Samper: Sí. Un micro como los de larga distancia, donde abajo se cargan todos los equipos propios y arriba íbamos nosotros.

-#BORDER: ¿Lo tuvieron desde siempre?

–Samper: Cuando empecé a trabajar con ellos ya lo tenían. Cuándo lo compraron, no lo sé.

-#BORDER: No es algo barato un micro…

–Samper: Supongo que no, ¿cuánto costará un micro? ¿Un millón de pesos? Si un auto cuesta 200 lucas…

-#BORDER: Cuando convocaban a la banda, ¿vos sabés de qué forma los contrataban?

–Samper: Yo no he visto los contratos en forma física, pero he visto el momento en que se cobraban. Muchas veces nos ha pasado de estar en el hotel y ahí mismo se alojaba la gente de producción, que son los encargados de pagar, y era gente de La Cámpora. O nos ha pasado que una chica, que según el manager, «Crico» (el ex representante Cristian Faga), trabajaba para (el Ministerio de) Cultura y ella era la que les pagaba. Ahí en el hotel mismo, en efectivo.

-#BORDER: ¿Pensás que si no hubiesen existido estos shows oficiales, el volumen de contrataciones de la Mancha de Rolando hubiese mermado?

–Samper: Yo creo que la relación cantidad de shows-Estado, por lo menos, influye, y de manera importante. Al menos por la experiencia que tengo después de treinta años de trabajar con distintas bandas, ninguna banda hace tantos shows y tan seguido. Más cuando practicamente no vendés discos.

-#BORDER: ¿Vende entradas?

–Samper: No. Esa es otra: en la mayoría de las bandas se supone que los shows son con entradas pagas. De todos los recitales que conté anteriormente, salvo los producidos por ellos, que fueron en la Trastienda, el resto eran todos gratuitos. Todos, sin excepción.

-#BORDER: ¿Vos le hiciste juicio laboral a la banda?

–Samper: Sí, sí.

-#BORDER: Y se lo ganaste…

–Samper: Llegamos a un acuerdo, no hubo una sentencia. Se hizo un acuerdo en el juzgado.

-#BORDER: ¿Cuándo fue?

–Samper: El juicio laboral empezó apenas yo dejé de trabajar con ellos (en marzo de 2014) y se terminó en 2015.

-#BORDER: Y ahora te llamaron para declarar en la Justicia por la causa de las contrataciones en los recitales. ¿Vos pensás que debe ser por este antecedente?

–Samper: Puede ser. Yo no le voy a preguntar a un fiscal cómo me encontró o cómo sabe de mi existencia. Me limité a contar lo que yo sé y la experiencia que tuve trabajando con ellos. Pero nada más. Yo no tengo nada que esconder, nada que arrepentirme. Soy un tipo que labura arriba de un escenario, no sólo con esta banda, sino con cualquier otra que me llame. Me limito a hacer mi trabajo y cobro por mi trabajo. Todos los técnicos cobramos lo mismo y yo no cobro ni más ni menos que el resto.

-#BORDER: Por la causa judicial que se abrió en la Justicia Federal entonces te llamaron como testigo.

–Samper: Como testigo, sí, para que dé testimonio de mi experiencia de trabajar con ellos. Qué era lo que yo sabía porque durante siete meses fui parte de su entorno. Entonces, obviamente cuando vos viajás con un grupo de gente se comentan cosas, se hablan cosas, te hacés amigos de uno, por ahí de otros no tanto, pero siempre charlas y te enterás de lo que pasa a tu alrededor.

-#BORDER: En ese período en que vos trabajaste, ¿lo viste alguna vez al por entonces vicepresidente Amado Boudou?

–Samper: No, no porque todos los shows que me tocó hacer la mayoría fueron en el interior. Al único que por ahí se dio la posibilidad de que venga fue en los dos primeros en la Trastienda, pero no vino. Supongo que ya estaba ocupado con sus temas judiciales (Nota: se refiere a la causa Ciccone).

-#BORDER: ¿Lo escuchaste a Manu Quieto hablar alguna vez de Boudou?

–Samper: Todo el tiempo.

-#BORDER: ¿Y qué contaba, cómo era la relación?

–Samper: Siempre lo nombraba como «El Jefe» o Amado. Entonces, directamente cuando dice Amado sabés puntualmente de quién está hablando. Decía algo así como: «no tal cosa no la hagamos porque el jefe no quiere», o «vamos a hacer tal cosa porque me pidió Amado que hagamos tal cosa».

-#BORDER: ¿Cómo qué, recordás alguna?

–Samper: Refacciones en el estudio.

-#BORDER: ¿Ellos compraron un estudio muy conocido que se llama “Del Cielito” y después le cambiaron al nombre “Del Torito”?

–Samper: Sí, creo que tuvieron problemas con el nombre porque en ese estudio el nombre creo que era de Gustavo Gabri. Es un estudio histórico: ahí grabaron Los Redondos, Serú Girán, Spinetta. Y ahora está en poder de ellos. Son los que lo administran, los que se instalan ahí. En el verano viven ahí.

-#BORDER: Vos decías que las decisiones que tomaban sobre el estudio…

–Samper: (Interrumpe) Empezaron a hacer refacciones. A ese estudio lo conocí en el ’90 o ’91 y tiene algunas cosas cambiadas. Igualmente, entrás y lo reconocés, sigue siendo Del Cielito. Tiene agregados como, por ejemplo, una sala de ensayos gigantesca, con un sauna incluido y un vestuario en la planta baja, y, arriba, los dormitorios.

-#BORDER: ¿Viste que tiene cosas nuevas? ¿Tiene una cancha de fútbol ahora?

-Samper: Tiene una cancha de fútbol cinco, de césped. Yo no me acordaba de esa cancha de fútbol. No estoy seguro si estaba antes. Sí me llamó la atención la sala de ensayo. Y que estaban refaccionando y haciendo un estacionamiento adentro para pocos autos. Como cinco, ponele.

-#BORDER: ¿Invirtieron mucha plata en el lugar?

Samper: Yo no tengo idea de los costos del gremio de la construcción pero, mirá… Ese sauna no debe ser barato. Y los equipos para un estudio de grabación tampoco son baratos. Y ese lugar no son sólo los equipos. Está la mesa para grabar, los procesadores, los efectos y todo lo que se te puede ocurrir que puede haber en un estudio de grabación. Eran instrumentos, equipos de guitarra, de bajo, teclados. Lo que cualquier banda quisiera tener estaba ahí adentro. Y no eran los equipos que se llevaban habitualmente a los shows. Porque los de los shows se guardaban en la sala. Y eran todos equipos de primera marca.

-#BORDER: ¿Por qué Manu Quieto le consultaba a Boudou?

-Samper: Y no sé… Ponele que en el medio del viaje, en el micro, alguno proponía hacer algo en Del Cielito, suponete que cambiar las plantas de lugar. Manu Quieto decía: » y no sé, habría que preguntarle a Amado, a ver si le gusta”. Yo lo que creo es que si vos no tenés nada que ver con un lugar, si bien podés opinar porque es tu amigo, vos le podés dar una idea a un amigo para que ponga las cosas de determinada manera, pero no le vas a pedir permiso…

-#BORDER: ¿Cómo facturaban el uso del micro propio para los traslados a los shows oficiales?

-Samper: Los micros se pagan por kilómetro recorrido. Mover un micro privado, digámosle, se cobra como si fuera un flete. O como un taxi, que te baja la bandera. El micro es lo mismo. Cada tantos kilómetros es guita. En este caso eran 20 pesos por kilómetro. Si teníamos que ir de acá a Neuquén, ponele que hay 2000 km, entonces serán 40.000 pesos. Más la vuelta. Otros 40.000. Sencillo.

-#BORDER: ¿Y eso se agregaba a los costos de la contratación?

-Samper: Sí. Eso se cobra todo junto. Cuando pagás un show, pagás todo, todo junto. Generalmente no se discrimina. Si le das al que te contrata tanto para esto, esto y esto. No pedís sólo el cachet.

-#BORDER: En nuestra investigación, que dio inicio a la causa judicial, registramos contratos oficiales por 35 shows de La Mancha de Rolando durante la vicepresidencia de Boudou, pagados por Nación. Eran cerca de 5 millones de pesos…

-Samper: (Interrumpe) Mirá, lo que sí te puedo decir con respecto a ese número es que sólo el estudio debe costar lo mismo, pero en dólares. El estudio Del Cielito. ¿Cuánto cuesta una casa quinta en Parque Leloir de 2500, 3.000 m², con pileta, con un estudio de grabación, con sauna, con una sala de ensayo, con habitaciones y con miles de cosas que no sabés ni lo que hay? ¿Cuánto cuesta, en el barrio de Moria Casán?

-#BORDER: ¿Pero cuántos shows oficiales pensás que pudo hacer La Mancha de Rolando?

Samper: No menos de cien. Si yo en siete meses registro 35 hechos y me fui en marzo, cuando se suponía que tenía que trabajar hasta agosto. Son cuatro meses más, en proporción, debían ser 50 shows sólo en un año.

-#BORDER ¿Viste otros políticos en los shows?

-Samper: Sí. No me acuerdo el nombre, pero el actual intendente de Hurlingham, en el lanzamiento de su campaña (Nota: se refiere a Juan Zabaleta, ex asesor de Boudou). Después, en un show en General Rodríguez fue Karina Rabolini. Siempre se acercaban concejales, intendentes, candidatos a ver los shows, iban al escenario, estaban en el backstage y venían a comer el catering. Todo el tiempo había mucha remera de La Cámpora.

-#BORDER: ¿Ponían carteles que dijeran que auspiciaba Presidencia de la Nación?

-Samper: Sí. Había banners. Banners de la Cámpora, de Presidencia, banners de “intendencia fulano”.

-#BORDER: ¿Y quién filmaba los shows?

-Samper: Era gente allegada a la banda. Yo lo hice de hobby, para guardar cosas de recuerdo. No sabría decirte si hubo camarógrafos oficiales. En San Miguel de Tucumán hubo una transmisión local. Era algo muy raro lo de los camarógrafos…

-#BORDER: ¿Por qué?

-Samper: Una vez pasó -y lo puedo contar porque está en el juicio laboral que ya terminé con ellos- que yo hice un videoclip para ellos, el cual nunca salió a la luz por una cuestión de derechos. Pero el día de la filmación estaba el director, un camarógrafo que había venido con él y había dos camarógrafos que venían de SenadoTV.

-#BORDER: ¿De Senado TV?

-Samper: ¡De senado TV!  La locación de ese videoclip fue en la estación de Ituzaingó, pero las tomas que correspondían a la banda se grababan dentro de Del Cielito. Supuestamente se iban a encargar de eso los camarógrafos de Senado TV.  No sé por qué ni para qué, habiendo un director con camarógrafo. Justo Boudou era el presidente del Senado…

-#BORDER: ¿Cuánto influyó esa cercanía de la mancha de Rolando al poder y a Boudou para el crecimiento en su carrera?

-Samper: Creo que fue determinante. No quiero hablar de política, porque no es lo mío, pero si no hubiese sido por ellos es imposible que una banda así tuviera esa difusión. Y más hoy en día, cuando no existen las disquerías y nadie le vende un disco a nadie, es todo Spotify, YouTube y venta de entradas.

-#BORDER: ¿Cambió el estilo de vida de los integrantes de la banda?

-Samper: Yo no los conocía de antes. Pero por su historia, la de Manu Quieto, que la conoce todo el mundo y que la cuenta siempre, ellos no venían de familias adineradas… Y sí, yo creo que es demasiado para gente de clase media. Un artista de clase media no puede mover el dinero que movían ellos en tampoco tiempo y sin ayuda. Se veía en la ostentación. ¿Cómo llegaría una persona común y corriente, por más artista que sea, a comprar un estudio de 3 ó 4 millones de dólares? ¿O cambiar el auto todos los años? ¿O comprarse diez guitarras en dos meses? Y no guitarras de dos mangos. Guitarras que valen entre 40 y 60.000 pesos.

-#BORDER: ¿Cómo hacía eso?

-Samper: Por EBay. Íbamos en el micro y había un pibe que le buscaba las guitarras por eBay. Le mostraba el teléfono y le decía: “che, Manu, ¿qué te parece esta guitarra?” “Qué linda, ¿cuánto vale? “4.000 dólares”. “Comprala”. Así como vas a un kiosco y te comprás un paquete de cigarrillos, Manu Quieto va y se compra una guitarra. Pero no sólo eso. Lo vi con una camioneta.

-#BORDER: ¿Fue a una concesionaria?

-Samper: No, no, no. Habíamos ido un show, creo que en Corrientes y después siempre íbamos a comer a un restaurante, que generalmente éramos invitados. Cuando llegamos al restaurante estaba toda la mesa preparada y en la puerta había una Chevrolet Apache, una camioneta de colección que si está en buen estado vale una guita importante. Era del dueño del lugar. Entonces Manu preguntó por la camioneta y si el tipo a la vendía. Preguntó sobre si tenía papeles y dijo que arreglen con Crico (nota: el ex manager Cristian Faga). Esa fue la charla que yo presencié. A los tres días fui al Del Cielito y la camioneta estaba en el estudio.