La funcionaria echada por Vidal tras la denuncia por los aportantes truchos venía del riñón de Clusellas, el secretario legal y técnico de Macri. Empresas, auto nuevo y su terreno en Necochea de 200 pesos.

Es contadora pero ahora dicen que no se llevaba bien con los números electorales. Con la caída de María Fernanda Inza -efímera contadora general de la Provincia de Buenos Aires echada por María Eugenia Vidal por el escándalo de los aportantes de campaña truchos– ahora todos en el PRO parecen alinearse y recordar cortocircuitos con sus manejos durante las elecciones. “El día de la votación se hacía unos líos bárbaros con los telegramas”, recuerda hoy un funcionario del Gobierno con despacho en la Rosada.

El derrotero de Inza parece extraño. Se dice que era de extrema confianza de la gobernadora -ella misma lo destacó en conferencia de prensa- pero con su salida surgen versiones encontradas. Lo que se leyó como un ascenso a la Contaduría General, algunas fuentes lo interpretan como un corrimiento del más sensible lugar previo: a pesar de no ser abogada, Inza había recalado como secretaria de Legal y Técnica de la Provincia, el cargo que debe salvaguardar la firma de Vidal. Cayó allí como una urgencia. Con la excusa de falta de cuadros que impregnó los inicios del trigobierno de Cambiemos en Nación, Provincia y Ciudad, Inza dejó su puesto como segunda de su verdadero mentor político, Pablo Clusellas, el hombre que controla la firma de Macri, y cruzó la General Paz.

Lo insólito es que ese traspaso de la Nación a la Provincia parece haber impactado hasta en el patrimonio de Inza, según se desprende de sus declaraciones juradas presentadas en ambos distritos: hasta ahora perdió plata.

Es que al asumir como subsecretaria técnica de la Nación, Inza declaró bienes por $1.219.804,90. Entonces detallaba poseer:

• Un departamento de 160 metros cuadrados en Capital, tasado en $208.402,61.
• La mitad ganancial de otro depto porteño, de 55 metros cuadrados, valuado en $27.226,58.
• Un Chevrolet Astra 2006 declarado por $72.000.
• El 50% de las acciones de Emana SA, una empresa de transporte en camiones cisterna, cotizado en $12.348,39.
• El 12,5% de las acciones de la consultora Estrategia y Gestión SA, valuado en $52.354,96. Según se leía en su web, ahora inactiva, la firma asesora empresas en “sus relaciones con proveedores, clientes y con el Estado a través de sus organismos de control”. Según detalla Inza, fue creada con colegas de la facultad de Económicas de la UBA, donde ella es docente. “En mi caso llevé adelante el desarrollo del área de asesoramiento impositivo y la capacitación de empresas temas afines”, sostiene en su perfil de Linkedin.
• Depósitos bancarios por $30.360,70.
• Dinero en efectivo por $817.060, que durante el año transformaría en 60 mil dólares.
• El 25% de un terreno de 100 metros cuadrados en Necochea, heredado en 1983 y declarado en apenas 51 pesos con 75 centavos.

DDJJs de Inza en sus cargos de Nación by DanielSeifert on Scribd

Inza comenzó su carrera pública en el Instituto de Juegos de Apuestas de la Ciudad, en tiempos de Aníbal Ibarra, pero creció en la estructura con el PRO. Fue auditora interna del Ministerio de Ambiente y Espacio Público en la gestión de Juan Pablo Piccardo, para luego asumir como directora general de Técnica y Administrativa y en 2012, como jefa de Gabinete entonces de Clusellas, hasta acompañarlo a la Nación.

Ya promediando su segundo año en el gabinete de Macri pudo comprarse un Toyota Etios XLS 1.5 M/T, modelo 2015, declarado en $205.000, sin tocar sus ahorros dolarizados. Cuando abandonó el cargo nacional en 2016, Inza declaraba sus bienes por $2.395.736,25.

En 2016, el valor de los bienes de Inza casi se duplicó by DanielSeifert on Scribd

Ese monto decreció $48.164 con Inza en la provincia, de acuerdo a la única declaración jurada que presentó allí, en 2017. Y eso que el terrenito de Necochea se revualó hasta los $207. El formulario de control provincial dista mucho del nacional pero así y todo aporta nuevos datos. Inza declaró ingresos anuales como docente en la UBA de 6 horas cátedra semanales por $72.000 y como “secretaria técnica” por $1.183.820, es decir, un sueldo de $91.063 y aguinaldo. Si bien detalló dedicarle 4 horas semanales a su estudio contable, no declaró ingresos por ello.

La declaración jurada de Inza en Provincia by DanielSeifert on Scribd

La elección de Inza

Por los mismos argumentos que priorizan la necesidad por sobre la confianza explican ahora en el Gobierno que Inza terminó tallando en las elecciones en tierras bonaerenses. La eyección del ex ministro de Infraestructura, Edgardo Cenzón, a fines del 2016, -al que le sindicaban habilidad en el tema- y el enfriamiento de la relación entre Vidal y Emilio Monzó en ese entonces decantaron en un mayor rol protagónico de Inza en el asunto electoral.

El actual presidente de la Cámara de Diputados había controlado la votación de Cambiemos en 2015 y no es casual que ahora tanto Vidal como Macri reflotaran como solución ante las denuncias la modificación de las leyes de financiamiento electoral, una propuesta de la diputada Silvia Lospennato, delfín en alza de Monzó, que no había logrado ver la luz. Cualquier político puede relatar cómo, hasta ahora, los aportes partidarios provinciales que hace la Dirección Provincial Electoral se les dan a los apoderados en bolsas. La bancarización deberá llegar más allá de los aportantes.

Inza había sido ungida interventora del PRO bonaerense en 2015 y figuró como tesorera de ese partido en las elecciones en la provincia, pero no por Cambiemos. En la Ciudad, en cambio, figuró como la segunda responsable económica de las elecciones por el frente finalmente ganador.

Para 2017, en los papeles, la ahora exfuncionaria volvió a figurar a cargo de las cuentas del PRO, secundada por Gabriel Sahonero y Darío Duarte, como primer y segundo responsables económicos. La rendición de cuentas de Cambiemos, en cambio, no tuvo tesorero, sólo responsables en Carla Chabán y Alfredo Irigoin. El rol de Inza tuvo un peso real mayor.

Así y todo, lo que nadie explica es por qué su pliego para la Contaduría se impulsó con tanto fervor, para que la funcionaria fuera echada una semana después y un día después de que su efímero cargo nuevo se publicara en el Boletín Oficial.

Hay quienes sospechan que la gobernadora quiso, apenas surgió el escándalo, proteger su firma. Pero ya con las confesiones públicas de concejales e intendentes de su partido negando haber hecho los aportes que les sindicaba la rendición de cuentas, los tiempos se precipitaron: decidió llamar a la funcionaria y actuar. Algunos sostienen que ambas están furiosas. Y que Inza dejó que sus asistentes armaran lío en la Contaduría.

En su puesto, ahora quedaría Carlos Vittor, un funcionario de perfil técnico del Frente Renovador, que trabajó con Sergio Massa en la ANSES. La decisión de dejar la Contaduría General en manos de un opositor rectificaría un vicio histórico que Daniel Scioli había instalado. La rectificación sería una decisión salomónica de Vidal. Inza, por su parte, deberá presentar su declaración jurada 2018 como dada de baja en la función. En su Linkedin ya lo rectificó.