Ley de Ficha Limpia: Candidaturas sin corruptos

Por: Alejandro Drucaroff Aguiar @alejandrodruc

La herramienta, aprobada en Brasil por Lula,  fue la que le impidió ser candidato. Acá hubiese frenado a Menem. La petición en change.org.
¿Qué es “ficha limpia”? La pregunta se impone ante el debate ya planteado en la sociedad y será tratado en la Jornada sobre “Derecho electoral y ética pública” que se realizará el próximo jueves 22 de noviembre, a las 13.30, en la Facultad de Derecho de la UBA.

La iniciativa “ficha limpia” apunta a enfrentar una de las facetas preocupantes de la impunidad. Postula que quien tenga una condena de tribunal colegiado por delitos graves no pueda ser candidato a cargos electivos.

Aclaremos que esa prohibición comprende a todo condenado por tales delitos aunque la condena no esté firme, pero siempre y cuando haya sido dictada por un Tribunal integrado por varios jueces.

Apunta a impedir que la extraordinaria y absurda demora de las causas judiciales, sumada a la interminable serie de recursos al alcance de los poderosos que pueden pagar abogados capaces de articularlos, permita que personas a quienes ya varios jueces encontraron culpables de graves crímenes, puedan seguir ocupando posiciones de poder político.

Una de las bases de la corrupción sistémica es la impunidad. Si ser corrupto no tiene consecuencias significativas, el aliciente para serlo -o seguirlo siendo- es muy evidente. La Justicia o, dicho con más precisión, la ausencia de ella, es parte esencial de un sistema corrupto.

Cuando las investigaciones judiciales se eternizan, cuando sólo se activan en situaciones de extremo escándalo y aún así duran catorce años promedio, cuando lo robado no se recupera ni se intenta seriamente recuperarlo, la sensación de impunidad se convierte en una certeza.

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Ficha limpia


La “ficha limpia” es ley hace varios años en Brasil, donde luego del enorme repudio que provocaron los escándalos de corrupción en la sociedad anteriores al Lava Jato, se impuso por iniciativa popular gestada por millones de firmas y pese a que casi todos los partidos políticos con representación parlamentaria intentaron impedirlo.

La ley fue sancionada por el entonces presidente Lula Da Silva en 2010 y su constitucionalidad fue convalidada por el Supremo Tribunal Federal en 2012. Como es sabido, fue esa norma la que impidió al mismo Lula ser candidato por estar condenado a prisión por actos de corrupción, condena dictada por el Juez Sergio Moro y confirmada por la Cámara de Apelaciones respectiva.

En la Argentina hubo proyectos en ese sentido, incluso uno de ellos, de la diputada Silvia Lospennato, tuvo dictamen favorable de Comisión a fines de 2017 pero no llegó a tratarse en el recinto.

Una petición planteada a través del sitio Change.org reunió más de 77.000 firmas y será entregada en la Jornada a realizarse el jueves 22, de la cual participarán el ex Juez brasileño Marlon Reis, impulsor de la iniciativa finalmente sancionada en Brasil, el periodista Gustavo Segré y las diputadas nacionales Marcela Campagnoli, Silvia Lospennato, Graciela Ocaña y Paula Oliveto.

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https://youtu.be/2dC9CHIdZFQ

Podés firmar la petición aquí


El caso de Carlos Menem

Un caso emblemático en nuestro país es el del ex presidente Menem, habilitado para ser candidato a senador por tercera vez a pesar de tener dos condenas por delitos gravísimos, ambos cometidos mientras era presidente.

Menem no hubiera podido ser candidato si la “ficha limpia” fuera ley en la Argentina. Destaquemos que, en su caso, no sólo logró extender las causas por más de dos décadas y seguir ocupando destacados cargos públicos sino que llegó a ser absuelto por prescripción en la causa por contrabando de armas a Croacia y Ecuador -vale repetirlo, delito perpetrado desde la presidencia- alegando los jueces que… el proceso había durado demasiado tiempo.

La corrupción, lo hemos dicho reiteradamente desde esta columna, no tiene signo político. No es “de izquierda” ni “de derecha”. Ante ella no debe haber “grieta” ni duda.

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*Alejandro Drucaroff Aguiar es abogado, especialista en ética pública. Escribe columnas en Buena Vibra y en otro medios.
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