La marea azul llega a las empresas: cada vez son más las que emplean a jóvenes con autismo

Las personas con autismo o quienes conviven con algún discapacidad física tienen un alto rendimiento profesional, según evalúan quienes los contratan: "Presentan soluciones creativas y lógicas que brotan de un pensamiento "fuera de lo común"; tienen calidad de trabajo, con un gran sentido de la responsabilidad y del deber". En esta investigación, te contamos cuáles son las firmas que pican en punta con la inclusión!
La marea azul llega a las empresas: cada vez son más las que emplean a jóvenes con autismo
Créditos: La marea azul llega a las empresas: cada vez son más las que emplean a jóvenes con autismo
Por: Gonzalo Sabatini

Existen muchos prejuicios sobre las personas con autismo y mucho más a la hora de conseguir un trabajo, dejando de lado sus aspectos favorables, básicamente por una cuestión de desconocimiento. Si bien estas personas tienen dificultades en la expresión de emociones y en sus habilidades sociales, poseen un alto rendimiento en cuanto a pensamiento lateral y soluciones creativas.

En el país, existe un movimiento llamado «Marea azul» compuesto por familiares, empresas privadas, organismos públicos y diversas ONG’ s que trabajan en conjunto para crear oportunidades laborales para personas dentro del espectro autista.
Varias empresas de prestigio internacional ya se sumaron a esta iniciativa abriendo puestos de trabajo inclusivos: Accenture, SAP, JP Morgan e IBM son los gigantes que tomaron la delantera. BorderPeriodismo dialogó con representantes de cada una de estas compañías para conocer cómo ponen en práctica estos programas.

La pionera

SAP es una empresa alemana líder mundial en software de gestión empresarial. En 2012, creó a nivel global el programa «Autism at Work» que permitió sumar más de 100 personas a la nómina de empleados en siete países: Estados Unidos, Alemania, Canadá, Irlanda, India y Brasil. A nivel local, el mismo programa fue impulsado casi a la par del global gracias al empuje de Alejandro Masip, también padre de un niño con autismo, director de Proyectos Financieros Globales y líder local del proyecto de «Autism at Work» de SAP.

“Como padre de un niño con TEA, este proyecto es un sueño hecho realidad ya que abre los ojos del mundo empresarial, del Estado y de la sociedad en general, acerca del valor que tienen para aportar las personas con TEA. Nos muestra también el talento que se desperdicia cuando estas personas no encuentran una oportunidad laboral. Por último, nos insta a seguir trabajando por mayor inclusión en el ámbito laboral y podemos confirmar que la apuesta por la diversidad constituye una ventaja competitiva tangible para quienes buscan soluciones innovadoras a los desafíos que se les presentan”, explicó Masip.

Su meta era que, para el año 2020, el 1% de los empleados de la empresa a nivel global estuviera integrado por personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), mediante la iniciativa “Autismo en el trabajo”. Pero un año antes de lo previsto, SAP Argentina superó su meta y, actualmente, el 1,3% de sus colaboradores posee dicho trastorno.

Hoy en día, los 12 colaboradores que se unieron a la nómina de SAP por medio del programa cubren posiciones como programador, desarrollador técnico, pruebas de software, analista de datos y consultoría, entre otros. De las cuatro primeras personas que se sumaron al proyecto en el país, aún hoy dos de estos empleados forman parte del equipo de SAP, mientras que otras dos hallaron nuevos desafíos profesionales en otras organizaciones.

El programa «Autismo en el trabajo» comenzó implementarse en Argentina en el 2016, convirtiéndose en la primera empresa en implementar un programa de estas características. «La incorporación de personas con autismo implica mucho más que sumarlos al mundo laboral. Es también una forma de ampliar la capacidad de innovación de la organización para la resolución de los desafíos propios y los de nuestros clientes», señaló Constanza Quiñones, directora de Recursos Humanos de SAP Argentina.

Los 12 colaboradores que se unieron a la nómina de SAP por medio del programa cubren posiciones como programador, desarrollador técnico, pruebas de software, analista de datos y consultoría, entre otros.
Los 12 colaboradores que se unieron a la nómina de SAP por medio del programa cubren posiciones como programador, desarrollador técnico, pruebas de software, analista de datos y consultoría, entre otros.

El programa se nutre de las nóminas que propone la consultora Specialisterne, una organización reconocida a nivel internacional que lidera la captación de talentos autistas para el sector de tecnología. Specialisterne es una empresa danesa que surgió a partir de la inquietud de un padre de un chico con autismo que tenía una fuerte inclinación por las cuestiones tecnológicas, igual que en la Argentina funciona el Instituto Gironzi, creado por Maria Gironzi, una madre de cuatro hijos con Síndrome de Asperger y siendo ella y su marido también diagnosticados en su adultez. El instituto Gironzi  capacita a personas con Condición del Espectro Autista (CEA) en las primeras semanas de ingresar a los trabajos.

«Estamos trabajando con varias empresas de primer nivel para avanzar a partir del año que viene en la inclusión. Actualmente hay espacios pero nos falta mucho por avanzar», dijo Gironzi a #BORDER.

En SAP, el programa de autism at work tiene este sistema: cuenta con un «buddy» que da apoyo al equipo, un «mentor» que tiene reuniones cada 15 días para abordar temas personales, y un «coach» de APADEA que ofrece sesiones individuales y grupales cada semana para hablar sobre su desempeño personal y dentro del grupo de trabajo.

 

Daniel Gironzi y Nicolás Neumann, dos de los empleados con Asperger, ambos analistas financieros, dijeron sentirse muy conformes con este programa de inclusión que ha superado sus expectativas porque les ofrece «un futuro esperanzador con posibilidad de desarrollarse en el área donde se sienten más cómodos». Aseguraron también que los «impulsa a un desafío constante para adquirir cada vez más compromiso en un ambiente de compañerismo y respeto que encuentra su correlato en el rotundo éxito de todo el área de finanzas precedido por el licenciado Nicolás Fernández».

Cabe destacar que, en junio de 2017, el programa “Autismo en el Trabajo” fue reconocido como programa de interés social por la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación.

Según las estadísticas del área de prensa de la compañía, los resultados que se obtuvieron desde la implementación del programa son más que alentadores. Por ejemplo, en el área de finanzas que tiene 450 empleados, el nivel de compromiso de los colaboradores creció un 10 % y la rotación de empleados disminuyó del 25 al 6%.

Tecnología de avanzada

Accenture es una empresa multinacional irlandesa dedicada a la prestación de servicios de consultoría, servicios tecnológicos y de outsourcing que implementa el programa “Sin Barreras” para personas con discapacidad. Ya lleva 13 años brindando oportunidades y sumando talentos.

Sobre esto, Sergio Kauffman, CEO de la compañía explicó: «Para Accenture no existen dos personas iguales y lo distinto es parte escencial de ser innovador y crecer. Nosotros no pensamos que incluimos a alguien por ser distinto sino que vemos en él o ella comosu diferencia genera un aporte a nuestra empresa»

Sergio Kaufman, CEO de Accenture

Este plan consta de 3 etapas: preparación de la organización; reclutamiento de candidatos y adaptación del entorno e inserción en el puesto (que consta de un acompañamiento no solo de la persona que va a ingresar sino también del equipo que lo va a recibir).

Al día de hoy, hay 88 personas con discapacidad trabajando y más de 200 que tuvieron oportunidad de sumar experiencia en la organización nivel global. Hace más de dos años, se implementó en el país el programa para personas con TEA. Al día de la fecha cuentan con 4 personas con Asperger trabajando en posiciones competitivas en las áreas de sistemas e ingeniería, ciencias económicas y ciencias sociales. «Para nosotros  “Nuestro compromiso es tener un lugar de trabajo inclusivo y diverso, donde las personas puedan ser lo que son y dar lo mejor de sí, tanto profesional como personalmente”, aseguró María Georgina Barral, gerenta de Recursos Humanos.

Banco inclusivo

JP Morgan es una de las empresas de servicios financieros más importantes del mundo. A través de su fundación donan aproximadamente 200 millones de dólares anuales a organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo para conservar el medioambiente y fomentar una cultura de inclusión. A partir del año pasado decidió expandir su proyecto en nuestro país. El programa fue realizado en la primavera del 2018 y constó de 6 semanas de formación y evaluación de competencias, precedidas por una selección de candidatos. Las oportunidades laborales eran en el área de operaciones y TI. Se efectivizaron a 5 personas que, en la actualidad, se desempeñan en el lugar.

Otro emporio informático. IBM es una reconocida multinacional de tecnología y consultoría con sede en los EE.UU. Posee un programa de empleo inclusivo denominado Neurodiversity que cuenta, a nivel global, con más de 900 personas involucradas (empleados neurodiversos, empleados de IBM que tienen familiares neurodiversos y voluntarios interesados en trabajar el tema) para apoyar, concientizar y promover la contratación de personas con diferentes características. Hacia fines del año pasado, puso en marcha este programa en el país para cubrir posiciones en el área de sistemas: consultores en tareas de pruebas de software, tratamiento de datos y documentos. Hacia fines del año pasado comenzó con un proceso de reclutamiento y capacitación de personal. “La empresa está comprometida con el desarrollo de sus profesionales por sus conocimientos y experiencias”, opinó María Cecilia Bel, Operational Framework Project Developer.

¿Qué debería pasar en el Estado?

La ley 25.689 establece que el Estado nacional está obligado a ocupar a personas con discapacidad, que reúnan condiciones de idoneidad para el cargo, en una proporción no inferior al 4% de la totalidad de su personal. A través de la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS) se abrió un registro único laboral para los aspirantes.

También existen organizaciones que se encargan del diagnóstico, promoción, tratamiento y capacitación de personas con TEA para que ellas puedan desarrollar habilidades que sean aplicables para obtener un empleo.

Una de las apuestas más comprometidas es la de el Instituto Gironzi, una institución privada familiar, que nació en Bahía Blanca y se especializó en el trabajo con adolescentes y jóvenes con TEA. Asesorados por la psiquiatra infantojuvenil Alexia Rattazzi y el psicólogo especialista en Condición del Espectro Autista (CEA), Gabriel Grivel.

A partir del año 2016, se abocaron a capacitar jóvenes para el mundo del empleo firmando convenios con una consultora danesa llamada Specialisterne («los especialistas»), que fue fundada en el año 2004 por Thorkil Sonne, cuyo hijo había sido diagnosticado con Asperger. Su característica distintiva es que la mayoría de sus empleados tiene un diagnóstico dentro del espectro autista. Su objetivo es ayudar a crear un millón de puestos de trabajo a nivel global para gente con esta condición para el año 2020.

«Contrariamente a lo que puede pensarse, las personas con autismo son altamente competitivas en el mercado laboral. Según la experiencia de estas grandes empresas, presentan soluciones creativas y lógicas que brotan de un pensamiento «fuera de lo común»; tienen calidad de trabajo, con un gran sentido de la responsabilidad y del deber; nivel de velocidad, bajo porcentaje de error, puntualidad, asistencia, obsesión por los detalles, ordenados, honestos y sinceros en las opiniones y devoluciones».

Como contrapartida, los empleadores deben ser claros en sus mensajes, establecer objetivos concretos y dar un feedback constante. También tienen que entender la falta de flexibilidad propia del trastorno, las reacciones exageradas frente a ciertos estímulos y la dificultad para relacionarse con el otro Cabe destacar, que este tipo de programas generan grandes beneficios para las empresas, entre los que destacan: el talento de sus empleados, la mejora general en la dinámica del entorno laboral y las facilidades en la contratación en materia impositiva.

Según lo establecido en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, los Estados partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a trabajar, en igualdad de condiciones con las demás.
La asociación civil PANAACEA impulsa la igualdad de oportunidades y derechos de las personas con condiciones del espectro autista. Trabaja conjuntamente con otras organizaciones para otorgar posibilidades de capacitación a adultos jóvenes (como es el caso de IBM). Lo hace junto a la Asociación Argentina de Asperger que ofrece cursos de un año sobre testing de software con posibilidades de empleo en una organización TI y la fundación Brincar que ofrece talleres de capacitación en oficios como estampado, lavandería, cocina y anillado de impresiones.

También la Agrupación Somos Crea Azul realiza talleres de estampado de tazas, bolsos y diferentes pedidos empleando a jóvenes con CEA. Y, por su parte, la Agrupación Apaadea les da un soporte sicológico mensual a los jóvenes que ingresan en SAP, como hace el Instituto Gironzi con los empleados que ayuda a ingresar a otras compañías. Una especie de adpatación al entorno y acompañamiento.

Para finalizar, a pesar de que hace más de 100 años que se empezó a utilizar la palabra autismo, más de medio siglo después, sigue siendo un tema que necesita mucha más difusión. Estos avances en materia de empleo son apenas el principio de un largo camino que, como sociedad, debemos transitar hacia un futuro de madurez inclusiva, donde el TEA sea una política de Estado. Y no se tome como una mera característica estigmatizadora que prive a estas personas y a sus familias de obtener un diagnóstico certero, cobertura de tratamientos por parte de las obras sociales y de tener las mismas oportunidades de inserción laboral que los demás, según las palabras de Matías Cadaveira, psicólogo infanto juvenil especialista en Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Para ello, debemos estar dispuestos a enfrentar el desafío de romper con falsos prejuicios y comprender, de una buena vez, que todos somos distintos y que tenemos un granito distintivo para aportar, ya que, al fin y al cabo, perseguimos un objetivo común en nuestras vidas: la libertad, la felicidad y la autonomía en un contexto que nos brinde la oportunidad de elegir para aportar nuestro máximo potencial al crecimiento del país.

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