Migración y muerte: el drama que duele ante los ojos del mundo

La terrible imagen de padre e hija unidos en un abrazo y sin vida tras intentar cruzar a los Estados Unidos moviliza al mundo y vuelve a poner la atención sobre una crisis migratoria global que se agrava cada vez más. Exclusiva charla con la esposa del hombre, la cantidad alarmante de niños desplazados y el recuerdo de otra víctima que conmovió a todos, pero que nada pudo cambiar.
Por: Gonzalo Bañez Villar @gonzabanez

Escapaban de la miseria, del hambre y del horror en el que viven en El Salvador. Oscar Alberto Martínez buscaba un futuro mejor para su hija, donde las posibilidades de estudio, de trabajo y de crecimiento sean reales. Por eso, cansado de que las autoridades norteamericanas le rechazaran los permisos de asilo, decidió cargarse a su nena de dos años sobre los hombros y cruzar desde México el Río Bravo a pie. Texas, para ellos la “tierra prometida”, estaba en la otra orilla. Pero aquella otra costa terminó estando muy lejos, a una distancia mortal. Los dos fueron encontrados sin vida y ahogados, bajo un abrazo que conmovió al mundo.

Iban en busca del sueño americano, pero lo único que encontraron fue la muerte, relató desconsolada Rosa Ramírez, la esposa de Oscar y madre de Valeria, durante una breve charla con #BORDER. “Son muchos los chicos que quieren escapar de aquí, la situación económica es insostenible y la vida más difícil todavía”, agrega la mujer, con la poca fuerza que le queda. Sucede que el caso que hoy está en ojos de todo el mundo no es un hecho aislado, ni mucho menos. Por día miles de personas escapan tanto de El Salvador como de Guatemala, Honduras y otros países centro americanos. Allí la pobreza asciende a cifras cercanas al 70% y la violencia deja cientos de muertes al mes.

  ¿Cómo vive un niño refugiado?

Abandonan sus casas, sus familias y huyen en grandes caravanas hacia las puertas de los Estados Unidos, sin saber con qué pueden encontrarse, aunque suponen que lo que allí los espera será mejor de lo que tienen. Lamentablemente, muchas veces no es así: el año pasado se contabilizaron casi 300 migrantes que murieron intentando cruzar alguna parte de la frontera de más de 3 mil kilómetros que divide Estados Unidos de México. Además, según datos aportados a #BORDER desde la ONG Agenda Migrante, a diario unas 3.000 personas intentan llegar a suelo norteamericano, siendo la mayoría de ellos detenidos y deportados.

Este flujo migratorio es el que provocó que el propio presidente Donald Trump amenazara a México con aplicarle sanciones y subir los impuestos a sus exportaciones si no lograba revertir la situación. Fue así que a principios de mes el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador decidió enviar más militares a la frontera para tratar de contener la marea de migrantes que intentan cruzar a diario, evitando así las sanciones norteamericanas. “Al ser detenidos casi de forma inmediata y devueltos a sus países de origen en un periodo de tiempo más corto, los migrantes han hecho que las rutas por las que originalmente se desplazaban vayan cambiando”, explicó para este artículo Dalia Santana, miembro de la ONG que trabaja junto a los desplazados.

  Coronavirus: Donald Trump fue trasladado a un hospital por precaución

La impermeabilidad fronteriza parece estar funcionando. Solo en lo que va de junio, según los datos aportados por la misma organización, las fuerzas militares detuvieron un total de 24.023 personas, de las cuales 17.263 fueron devueltas a sus países de origen de inmediato. Es posible que la variación de la cantidad de migrantes que logren penetrar la frontera norteamericana se sepa más adelante, cuando sea posible comprar las cifras bajo la nueva política de protección impulsada tanto por México como por Estados Unidos. Es sabida la retórica que Trump tomó desde antes de asumir su cargo, pero su “batalla” contra la inmigración parece crecer cada vez más.

https://www.instagram.com/p/BzGQ3SjAUVZ/

No sólo el presidente norteamericano repite una y otra vez la necesidad de construir un “gran muro” en la frontera. Ahora también sus funcionarios hacen férreas defensas de las políticas migratorias que rozan los sinsentidos. Hace tan solo unos días, una funcionaria del Departamento de Defensa de los Estados Unidos consideró que los niños detenidos no necesitan “jabones, ni cepillos de dientes, ni camas para estar seguros”, lo que generó el repudio de gran parte de la comunidad que defiende los derechos de los inmigrantes.

  Los anti Papa

La foto del padre e hija de El Salvador recuerda a la terrible imagen que dio la vuelta al mundo en 2015, cuando Aylan, un bebé sirio de tan solo 3 años, llegó ahogado a las costas turcas luego de que el barco en el que escapaba de la guerra naufragara. Aquel hecho parecía concientizar sobre la grave situación que estaba viviendo el mundo, pero la realidad muestra que nada cambió. Al contrario, empeoró. En la actualidad hay más de 70 millones de personas desplazadas de sus hogares, un número nunca antes visto. Significa casi el doble de las que había una década atrás.

Además, entre los datos publicados la semana pasada por la ACNUR, el organismo de la ONU que se ocupa de los migrantes, se resaltan otros sumamente alarmantes: uno de cada dos refugiados en el mundo es menor de edad, entre los que hay más de 100 mil niños que fueron separados de sus familias y están solos. Mientras que, por otro lado, el 87% de los desplazados son acogidos por países en desarrollo. Tan sólo el 13% son recibidos por las potencias mundiales, que siguen manteniendo sus fronteras cerradas y colaboran a que imágenes como la de Oscar y Valeria se repitan casi a diario.

Suscribite a nuestro newsletter
* Recibirás emails de cada publicación semanal
Notas relacionadas
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Con tu suscripción al Newsletter de Border Periodismo recibirás emails de cada publicación semanal.
* Recibirás emails de cada publicación semanal